Primera privatización de la era Milei: Argentina vende la metalúrgica Impsa
El Estado traspasa la empresa a la estadounidense Arc Energy por 27 millones de dólares como parte de su “política de déficit cero”
La meta de Javier Milei de reducir al mínimo al Estado argentino incluye vender sus empresas estatales al mejor postor. En algunos casos, encabezados por la petrolera YPF, lo tiene vetado por ley, pero en los demás el Congreso le dejó la vía libre. Este martes se concretó la primera privatización, la de la metalúrgica Impsa. El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró el acuerdo para vender a la estadounidense Arc Energy el 85% de las acciones de esta empresa centenaria que fabrica turbinas hidroeléctricas y molinos eólicos. La venta se cerró por 27 millones de dólares ya que Impsa, rescatada de la quiebra en 2021, arrastra una deuda de casi 600 millones de dólares.
La Comisión Evaluadora de las ofertas para la venta de Impsa “resolvió recomendar la preadjudicación de las acciones de la compañía en poder del Estado nacional y provincial al consorcio IAF cuyo socio principal es Arc Energy”, indicó la Secretaría de Comercio en un comunicado de prensa.
Arc Energy se quedará así con el control de la firma al hacerse con el 85% de las acciones que estaban en manos del Estado argentino y de la provincia de Mendoza, en el oeste del país. La compañía estadounidense fue la única oferente e informó que la decisión de compra busca complementar su unidad de negocios, centrada en brindar soporte operativo a la industria del petróleo y del gas. En su última visita a la fábrica, las autoridades de Arc Energy destacaron la “altísima formación” del capital humano de Impsa y el valor de sus desarrollos tecnológicos. En la actualidad, Impsa emplea a 720 trabajadores.
La empresa estadounidense solicitó de plazo hasta el día 31 para acordar la refinanciación de la deuda de Impsa con sus acreedores, que asciende a 576 millones de dólares. Una vez obtenga la conformidad de los acreedores, se procederá a la redacción del contrato de compraventa de acciones y a su posterior transferencia.
La Secretaría de Comercio informó que la decisión de desprenderse de las acciones “se encuentra alineada con el objetivo de déficit cero del Gobierno nacional y la no asignación de recursos federales a empresas privadas, abriendo así la posibilidad de que la empresa continúe la actividad de forma saneada en un marco de economía de mercado”.
Milei considera que el déficit fiscal es el origen de todos los males de la economía argentina, en especial la inflación. En nombre del déficit cero, el presidente de ultraderecha argentino ha vetado aumentos de jubilaciones y de presupuestos para universidades y organismos científicos.
Un siglo de historia
La metalúrgica Impsa fue fundada en 1907 por Enrique Epaminondas Pescarmona. Tras sus inicios vinculados a la industria vitivinícola mendocina, viró después como fabricante de turbinas hidroeléctricas, grúas, molinos eólicos y reactores para abastecer al mercado energético.
Este símbolo de la industria nacional tuvo su máximo apogeo en la década de los ochenta, cuando comenzó a exportar tecnología a más de una decena de países. Sin embargo, su situación financiera se complicó a partir de 2014 y nunca remontó. En 2021, el Gobierno de Alberto Fernández la nacionalizó y la incluyó en el Programa de asistencia a empresas estratégicas en proceso de reestructuración de pasivos. Según el Ministerio de Economía, Impsa nunca logró superar sus problemas económicos y generaba una pérdida mensual de cinco millones de dólares.
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