La OEA condena la detención del suboficial argentino Nahuel Gallo en Venezuela: “Es un crimen de lesa humanidad”
La CIDH exige al chavismo que el gendarme pueda comunicarse con su familia. El Gobierno argentino califica de “pantomima” los vídeos como prueba de vida difundidos desde Venezuela
La detención del suboficial argentino Nahuel Gallo en Venezuela ha abierto un nuevo frente contra el chavismo, acusado de graves violaciones de derechos humanos. La Organización de Estados Americanos (OEA) exigió el viernes la liberación inmediata de Gallo, integrante de las fuerzas de seguridad argentinas, y calificó como “crimen de lesa humanidad” su detención en Venezuela bajo la acusación de espionaje y terrorismo. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos sostuvo que la integridad personal del detenido está en riesgo y exigió al Gobierno de Nicolás Maduro que brinde información y permita que el detenido se comunique con su familia.
Gallo, de 33 años, ingresó a territorio venezolano desde Colombia el pasado 8 de diciembre. Su esposa, María Alexandra Gómez, ha declarado que viajó para reunirse con ella y con su hijo, pero nunca llegó a su destino. Fue detenido ese mismo día por las fuerzas de seguridad chavistas y permanece incomunicado desde entonces. La versión oficial venezolana es que el gendarme quiso cruzar la frontera de forma irregular “ocultando su verdadero plan criminal bajo el ropaje de una visita sentimental”. Según la acusación de la fiscalía venezolana, Gallo es investigado “por su vinculación a un grupo de personas” que, “con apoyo de grupos de la ultraderecha internacional”, planeaba “ejecutar una serie de acciones desestabilizadoras y terroristas”.
La OEA subrayó que se trata de una “detención arbitraria” que incumple normas internacionales como la Convención de Viena sobre relaciones consulares y exigió al chavismo que garantice su seguridad física y le permita acceder a asistencia legal. “Estos hechos son una prueba más de la violación sistemática de los derechos humanos fundamentales por parte del régimen venezolano”, dijo a través de un comunicado el organismo encabezado por Luis Almagro.
La CIDH sumó presión internacional para que Venezuela informe cuál es el paradero actual de Gallo, el juzgado que tiene el expediente con los cargos que se le imputan y su estado de salud. La Comisión decidió otorgar medidas cautelares a su favor por considerar que “se encuentra en una situación de gravedad y urgencia” y que su integridad personal enfrenta “un riesgo de daño irreparable en Venezuela”.
La postura de ambos organismos supone un espaldarazo al Gobierno de Javier Milei, que ha presentado una denuncia ante la Corte Penal Internacional por la “detención arbitraria y desaparición forzada” de Gallo y considera “una pantomima” los vídeos y fotografías de Gallo como prueba de vida difundidos por el chavismo.
“Nosotros, como Gobierno argentino y siendo parte de la Gendarmería, más allá de que viajó como un ciudadano común a visitar a su familia, no aceptamos ningún tipo de manipulación como la que presenta esta imagen, en la que Gallo aparece en un lugar desconocido caminando, sin sonido, sin fecha, sin ninguna información”, dijo este viernes la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en diálogo con Radio Mitre.
Desde que asumió la Presidencia de Argentina, un año atrás, Milei ha encontrado en Maduro a su enemigo ideal: le permite mostrarse alineado con las voces mundiales que reclaman respeto a la democracia, mientras libra una guerra para destruir desde dentro el Estado argentino. El enfrentamiento entre los dos mandatarios se agudizó tras las elecciones presidenciales de julio en Venezuela, cuando el ultraderechista argentino fue de los primeros en hablar de fraude electoral y dar como ganador al candidato opositor Edmundo González Urrutia. En ese momento, Milei definió a Maduro como “dictador” y le exigió que “reconociera la derrota luego de años de socialismo, miseria, decadencia y muerte”. A modo de respuesta, el chavismo ordenó la expulsión del personal diplomático argentino del país y Brasil asumió la representación y la custodia de los seis opositores venezolanos refugiados en la Embajada argentina en Caracas desde marzo.
El enfrentamiento diplomático entre Venezuela y Argentina se agudizará este sábado, cuando Milei reciba en la Casa Rosada a González Urrutia, al que reconoce como presidente electo. La comunidad venezolana está convocada a la céntrica plaza de Mayo de Buenos Aires para expresar su apoyo al líder opositor en el inicio de su gira latinoamericana en vísperas de la asunción presidencial en Venezuela del próximo día 10. Desde Argentina, González Urrutia partirá hacia Uruguay, donde lo espera el presidente saliente, Luis Lacalle Pou.
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