El papa Francisco telefonea al presidente electo Milei después de la victoria electoral y los insultos

Javier Milei ha empezado a enterrar discordias en su camino a la jefatura del Estado en Argentina. El ultraderechista ha recibido este martes un llamado del papa Francisco, el líder de la Iglesia católica. Milei, que durante su ascenso a la fama televisiva calificó al pontífice de “representante del maligno en la tierra” y ya en campaña presidencial lo acusó de “estar del lado de dictaduras sangrientas”, le invitó a visitar el país el próximo año.

Según ha reconstruido el diario La Nación, la conversación fue “amena” y duró unos ocho minutos. Milei y Francisco hablaron sobre la pobreza, que en Argentina golpea a cuatro de cada diez personas, y sobre los planes del presidente electo para el área social. Más tarde, los equipos de prensa de La Libertad Avanza, el partido de Milei, difundieron un comunicado en que Francisco es tratado como “Su Santidad”. “Se comunicó con nuestro futuro mandatario para felicitarlo y expresasrle sus deseos de unión y progreso para nuestra patria. El Sumo Pontífice se comprometió a enviarle un rosario bendecido como obsequio de asunción”, escribieron.

Jorge Mario Bergoglio, de 86 años, fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992 y ejerció como cardenal de la capital argentina entre 2001 y 2013, cuando fue ungido Papa. Francisco jamás visitó Argentina en los 10 años de su pontificado, pero cada palabra suya ha incidido en la política argentina.

Francisco fue uno de los protagonistas estelares de la ronda de debates presidenciales de esta campaña electoral, cuando el peronista y ministro, Sergio Massa, recordó a Milei sus insultos hacia el Pontífice.“La Argentina tiene millones de fieles católicos y ofendiste al jefe de la Iglesia”, le dijo Massa, que fue derrotado por Milei este domingo en la segunda vuelta. “Quiero que aproveches estos 45 segundos para que le pidas perdón al Papa, que es el argentino más importante de la historia”. El economista de extrema derecha replicó: “Mis afirmaciones fueron hechas en un contexto cuando todavía no estaba en política. No tengo problema en repetir que estoy arrepentido de eso”.

Milei mintió en ese debate del pasado 1 de octubre, antes de la primera vuelta. Dos semanas antes, en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson, había acusado al Papa de “tener afinidad por los comunistas asesinos” de Cuba y Venezuela. “Está del lado de las dictaduras sangrientas”, le acusó. No fue su último agravio al líder de la Iglesia católica.

El miércoles 18 de octubre, un Milei que cerraba su campaña para la primera vuelta tras haber sido el candidato más votado en las primarias, habló ante un estadio abarrotado. El primer orador de esa noche fue uno de sus referentes ideológicos, el economista Alberto Benegas Lynch, que entre aplausos pidió “suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano mientras en la cabeza prime el espíritu totalitario”. El estadio le respondió con gritos de “libertad” y aplausos, pero Milei respondió después que las declaraciones de Benegas Lynch, de 83 años, era una “idea personal”.

Milei ha empezado a calzarse el traje de presidente de la nación. Este martes por la mañana, visitó al presidente saliente, el peronista Alberto Fernández, en la residencia oficial en el norte de Buenos Aires. Sobre el mediodía, mientras grababa una entrevista televisiva, llegó el llamado del Papa. Ambos encuentros han sido calificados como “respetuosos” e “institucionales”.

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