Milei entre la Torá, Israel y los ruidos con la comunidad judía argentina

En junio de 2021 Javier Gerardo Milei, por entonces un economista de 50 años y novato en política, estaba mortificado por acusaciones genéricas de “nazi” y comparaciones livianas con Adolfo Hitler que había recibido en las redes sociales. Convocó a Julio Goldestein, un dirigente político afín y referente para él de la colectividad judía, para conversar en un salón de hotel en la previa de una función de su obra teatral El consultorio de Milei. Goldestein le dio cierta contención por esas acusaciones y le propuso presentarle a su amigo Shimon Axel Wahnish, rabino jefe de la comunidad judeomarroquí argentina (Acilba).

Goldestein acompañó a Milei en ese primer encuentro con Wahnish, pero no entró. “Hablaron un largo rato y luego devino en un encuentro cabalístico en el que se señaló que Javier encabezaría un movimiento liberador en la Argentina. Milei salió de esa reunión emocionado”, cuenta Goldestein. A partir de entonces empezó a estudiar la Torá con Wannish.

Veintiséis meses después de aquel encuentro, en agosto de 2023, Milei fue el candidato más votado de las elecciones primarias y este domingo disputará la segunda vuelta con Sergio Massa, ministro de Economía del peronismo gobernante. Con propuestas de cambios radicales como la dolarización de la economía, Milei, de origen católico, ha avanzado en el suyo propio: la conversión al judaísmo. “Si vos sos judío, no estás obligado a cumplir con los preceptos del judaísmo. Si vos te convertís, estás obligado a hacerlo. Si soy presidente, ¿qué hago durante shabat? ¿Te vas a desconectar del país desde la primera estrella del viernes a la primera del sábado?”, dijo en una entrevista con EL PAÍS en julio de este año.

Para entonces Milei aparecía en un lejano tercer puesto en las encuestas, pero aún así planteaba un dilema práctico: las restricciones del shabhat para ejercer la presidencia. Esa tarde de julio llevaba el cansancio de las 11 horas del New York-Buenos Aires que había completado esa mañana. No había hecho público el viaje ni las razones del viaje: visitar la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, líder del movimiento ultraortodoxo Lubavitch. Un usuario de Twitter subió a redes un breve video donde se ve a Milei con una kipá y la Torá bajo el brazo.

En esa entrevista Milei adelantó que sus socios sobresalientes en materia de política exterior serían Estados Unidos e Israel. Como Trump, Milei quiere mudar la Embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén. Un día después del ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre, en el que entre los más de 1.200 muertos hubo nueve argentinos, se hizo el segundo debate presidencial en la ciudad de Buenos Aires. Milei enfatizó el pleno derecho de Israel “a defender su territorio de terroristas”. Dijo que ningún candidato llegó ni llegará tan lejos en ese apoyo.

Argentina es el país con mayor cantidad de judíos en América Latina y el quinto fuera de Israel; unas 250.000 personas. Milei eligió para su cierre de campaña de las primarias el Movistar Arena, construido en terrenos de Atlanta, un club judío en uno de los barrios con mayor presencia de la colectividad, Villa Crespo. En las décadas de 1950 y 1960 circulaba una pregunta en programas de radio y televisión: ¿Cuál es la capital de Israel? Villa Crespo. Raanan Rein, el historiador israelí que ha desarrollado una obra sobre la Argentina del siglo XX, cuenta en su libro Los bohemios de Villa Crespo que para la primera generación de inmigrantes judíos la pertenencia a Atlanta constituía una forma de convertirse en argentinos.

Milei convocó a unas 13.000 personas en el Movistar Arena. Después de que se apagaran las luces, apareció en las pantallas la ilustración de un hombre con un instrumento con la forma de un cuerno y abajo suyo la palabra shofar en letras blancas. Esa irrupción perseguía fines pedagógicos: presentar ese instrumento ante un público nada familiarizado con la cultura judía. Si en Rosh Hashaná se sopla el shofar para darle bienvenida al nuevo año judío, en el acto de Atlanta fue el pie para que llegaran imágenes de edificios que se derrumbaban, explosiones marítimas, océanos partidos al medio, humo, fuego, inmensas olas. Esa sucesión de imágenes podían leerse como su voluntad de reconstruir a la Argentina después de la hecatombe en la que cree que se encuentra.

En uno de los rincones del campo apareció Milei vestido de traje.

-Toda la casta es de mi apetito -gritó ya en el escenario, en una versión alterada de la canción Panic Show del grupo La Renga.

Entre el público unos pocos llevaban una gorra con la frase “Las fuerzas del cielo” que suele usar Karina Milei, hermana del candidato y jefa de campaña. Es una frase abreviada del capítulo 3 del libro de Los Macabeos. “En una batalla, la victoria no depende del número de soldados, sino de las Fuerzas del Cielo”.

Ni el shofar, ni la elección de Atlanta ni la frase de los Macabeos estaban destinados a un voto judío que las sociologías electorales no lo reconocen como variable en Argentina. Es el resultado del acercamiento de Milei a los textos sagrados.

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A diferencia de Donald Trump que llegó a la presidencia como candidato del Partido Republicano o Jair Bolsonaro, que militó durante muchos años en diversos partidos hasta llegar a la presidencia de Brasil, Milei no tenía un partido ni un mínimo caparazón legal para su primera incursión electoral en 2021. El Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), una organización pequeña y sin representantes parlamentarios, fue uno de los que le prestó ese caparazón a través de sus dirigentes Oscar Zago y Goldestein, de larga trayectoria en la centrista Unión Cívica Radical (UCR).

-Tenés un sello limpio y puro -le dijo Goldestein en referencia al MID, antes de la primera elección según recordó Goldestein y confirmaron asesores de Milei

Como parte del acuerdo, Zago quedó tercero en la lista de legisladores de la ciudad de Buenos Aires en 2021. En la elección de 2023, Zago y Goldestein fueron en segundo y cuarto lugar en las listas de candidatos a diputado nacionales, pero sólo Zago asumirá en diciembre.

-En 2021 empezamos a tener charlas sobre cuestiones puntuales de la Torá y nos peleamos por quién sabía más -recuerda Goldestein, también economista de profesión-. Yo le decía que el primer proyecto económico está ahí y lo hizo Joseph cuando ve en Egipto siete años de vacas flacas y siete años de vacas gordas para entender los ciclos económicos.

En ese momento Milei aún no estudiaba sistemáticamente la Torá. Su interés había empezado años atrás, cuando le daba clases particulares de Economía a un integrante de la familia Sutton, propietaria de dos de los hoteles más importantes de la Argentina -el Alvear de Buenos Aires y el patagónico Llao Llao- y de perfil bajo. En el recuerdo de Milei su alumno, que quería ser rabino, le hizo las mejores preguntas que jamás le hicieron sobre Economía.

Milei empezó el estudio de la Torá en junio de 2021 ese día en que Goldestein le presentó al rabino Wahnish. Licenciado en Psicología Educacional, llevaba casi una década en Acilba, perteneciente a una corriente ortodoxa moderna. La modalidad de estudio con Milei ha sido presencial y a veces por mensajes de teléfono en los que le envía pasajes de la Torá. “Es una persona que quiero muchísimo y a la que consulto regularmente y a veces las conversaciones demandan dos o tres horas: él me estimula a que haga una lectura económica de la Torá”, contó Milei. Wahnish no aceptó hablar para este artículo y hasta el momento no ha hecho declaraciones públicas sobre su relación con el líder libertario.

Durante la campaña presidencial Milei empezó a volcar las lecturas de la Torá a su discurso público. “Mi máxima referencia es Moisés”, dijo en abril. “Moisés terminó teniendo el premio más grande, que es conocer al uno [en referencia a Dios]”. Agregó que Moises era un gran líder, pero no sabía divulgar. “Dios le mandó a Aaron para que divulgara. Kari es Moises yo soy el que divulga”, dijo y quebró en llanto. Kari es su hermana Karina, a quien llama el Jefe.

Carlos Maslatón, abogado, experto en finanzas e influencer de gran presencia en medios, se sumó a La Libertad Avanza en 2021 y fue una referencia para Milei en ese incipiente acercamiento al mundo judío. En agosto de ese año, Maslatón almorzó con Milei y Wahnish en Acilba. Maslatón veía en Milei una interpretación exclusivamente religiosa del judaísmo, una interpretación cristiana que difería de la suya más próxima, en sus palabras, a un proyecto nacional. Por eso le llevó de regalo Historia de los Judíos, del historiador Paul Johnson, con la idea de darle una visión del judaísmo más alejada de esa visión estrictamente religiosa que advertía también en Wannish. El 31 de agosto de 2021 posteó aquel encuentro y se convenció de que el estudio de la Torá con Wannish sólo reforzaría esa visión que Milei tenía del judaísmo.

Dos meses más tarde, y luego de que Milei sacara el 17% en la ciudad de Buenos Aires, el libertario llamó por teléfono a Maslatón con una revelación.

-Milei me dijo que hablaba con el Todopoderoso -contó Maslatón en una entrevista con EL PAÍS cuando aún apoyaba a la Libertad Avanza-. Y me dijo que le dio la orden a él de pelear para que Argentina sea un país liberal. ¿Cuál fue mi respuesta? Qué interesante. ¿Qué le voy a decir? Ahí entró en una etapa mesiánica.

A pesar de esa intimidad con la Torá, Milei no pudo establecer vínculos con las principales instituciones de la colectividad, como la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (DAIA) y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). En el caso de la DAIA cree que está condicionada por sus vínculos con el también opositor Juntos por el Cambio. La DAIA organizó un acto de repudio al ataque de Hamas al que Milei no asistió por esa incomodidad y porque no quería aparecer en una foto con su rival Massa, contó uno de sus estrategas de campaña.

Este año el Congreso de la Nación aprobó una ley que fijaba al 18 de julio como un día de duelo nacional por las víctimas del atentado contra la sede de AMIA de 1994 que causó la muerte de 85 personas. Milei votó primero en contra y luego pidió cambiar el voto. En el último acto conmemorativo, el 18 de julio pasado, recibió el repudio de un grupo de asistentes por su voto inicial. “Fue una operación en mi contra”, dijo. Su relación con la mutual judía AMIA no pasa de los formalismos, contaron autoridades consultadas para este artículo.

Alejandro Dujovne, doctor en Ciencias Sociales y autor de Una historia de libro judío en la Argentina, explica el tipo de relación de Milei con el judaísmo: “Se aproxima a lo judío y dice querer convertirse al judaísmo, pero su acercamiento y comprensión de la experiencia judía parece centrarse exclusivamente en la Torá. Milei es ajeno a su dimensión social y a la centralidad que tiene la vida comunitaria. Probablemente no sepa qué es y qué función cumple una organización como la AMIA, ni tenga noticias de la extensión y vitalidad del entramado institucional compuesto por colegios, clubes deportivos, sinagogas. Ni, mucho menos, de toda la diversidad de puntos de vista religiosos, culturales y políticos que dan forma a la vida judía argentina”.

El 21 de septiembre unos 4.000 artistas e intelectuales judíos -en su mayoría identificados con la izquierda y el progresismo- hizo pública una solicitada con “preocupación por las expresiones de odio” de Milei y el “uso político del judaísmo, sus textos y sus símbolos: uso que hace Milei del judaísmo para fundamentar discursos de odio”.

Una semana más tarde, Martín Krause, el principal asesor en educación de Milei, participó en una charla con referentes de los otros candidatos presidenciales en la Universidad Torcuato di Tella (UTDT). En su exposición recurrió a una pregunta retórica para graficar la decadencia argentina y una administración del Estado a cargo de “chantas” (una expresión argentina que quiere decir poco o nada serio) y personas que no cumplen con sus oficinas, un tópico muy transitado por Milei que busca reducir drásticamente el Estado.

-Imagínense si en la Gestapo hubieran sido argentinos, ¿no hubiera sido mejor?

Él mismo respondió.

-Porque en vez de matar seis millones de judíos hubieran sido menos. Porque hubiera habido coimas, ineficiencias, se hubieran quedado dormidos, pero eran alemanes. Ese fue el problema que hubo.

Krause consiguió el repudio de la DAIA, instituciones de la comunidad y de los otros candidatos por banalizar el Holocausto. Luego pidió disculpas y Milei lo sostuvo como referente de Educación.

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El presentador estadounidense Tucker Carlson voló a Buenos Aires para entrevistar a Milei después de su victoria en las primarias. “Enemigo del Washington Post y probablemente el próximo presidente de la Argentina”, resumió para sus 10 millones de seguidores de Twitter. En la entrevista con el exconductor de Fox news, Milei reabrió un frente de conflicto: el que tiene con el Papa, el argentino jesuita Jorge Bergoglio, en un país donde los católicos representan el 62%, seguidos por casi el 19% que no profesa religión y 15% de evangélicos, según una encuesta exhaustiva de 2019. “El Papa juega políticamente. Ha demostrado además una fuerte afinidad con dictadores como [Fidel y Raúl] Castro o [Nicolás] Maduro. Tiene afinidad por los comunistas asesinos. De hecho, no los condena y es bastante condescendiente con ellos”.

Milei ve al Papa peligrosamente cerca del peronismo y cree que algunas ideas que defiende, como la de justicia social, son aberrantes. El Papa le contestó en una entrevista con la agencia estatal de noticias de Argentina. “El Mesías es uno solo que nos salvó a todos. Los demás son todos payasos de mesianismo”, dijo sin nombrarlo explícitamente.

Después de dar la entrevista a Carlson, que tuvo más de 400 millones de visualizaciones y se convirtió en la más escuchada de la historia de esa red, Milei viajó a Naples (Florida) y la ciudad de Nueva York. Dijo que a Naples fue a pasar las pascuas judías con amigos -una semana antes del festejo- y luego estuvo un día en Nueva York. Visitó las oficinas de Lubavitch y su tumba. Desde julio sus viajes internacionales empezaron o terminaron en esa tumba.

A su regreso siguió hablando sobre el proceso de conversión al judaísmo, aunque todavía no activó ninguno de los pasos formales que se requieren. “Desde que estudia la Torá y se propone convertirse al judaísmo Javier está mucho más tranquilo, más espiritual”, contó Lila Lemoine, la diputada nacional por La Libertad Avanza.

Un conductor de televisión, Samuel Gelblung, le preguntó si ese proceso de conversión incluiría una operación quirúrgica, en alusión a la circuncisión.

-Por infecciones de niño ya fui circuncidado -contestó Milei.

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A principio de año Maslatón pidió ir a elecciones primarias contra Milei, pero su pedido fue desoído. Terminó expulsado de La Libertad Avanza y acusado por su líder de infiltrado y difamador. Aún así Maslatón anunció su voto por Milei en las primarias de agosto y en las elecciones generales de octubre.

El día que los partidos debían presentar sus candidatos -el 24 de junio- Maslatón detectó en la lista de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires al candidato Pablo Ansaloni, que había hecho un comentario antisemita en enero de 2021. Cuando pretendió reafirmar su condición de bonaerense puso como contraejemplo a los judíos. “Los judíos, por ahí, no tienen patria, no saben dónde están o a quiénes representan”.

Maslatón subió a sus redes el video de Youtube con una pregunta: “Milei, ¿qué llevás de candidato?”.

-A las 21.43 del día 24 de junio me escribe -contó Maslatón en la entrevista mostrando la pantalla de su celular- Raúl Peréz, que es la mano derecha de Massa, con quien yo tengo excelente relación. Me pone: “Carlitos, Ansaloni es soldado nuestro, agente nuestro dentro de La Libertad Avanza, por favor”. “Uy, puta madre, ya lo saco”, contesté. Me dijo que el video era viejo y que lo había llevado a la DAIA a pedir perdón.

El detalle no parece menor. Confirma que el candidato presidencial del peronismo ubicó a dirigentes afines en las listas de candidatos de Milei, algo que ambos niegan. Maslatón hizo público su voto a Massa para el balotaje y denunció que Milei entró en una deriva fascista y autoritaria.

El desencadenante de la ruptura personal y política entre Milei y Maslatón fue la organización de un viaje a Israel. Toda la familia de Masaltón vive en Israel y él ha visitado el país unas 60 veces. En mayo de 2022, mientras preparaba su candidatura presidencial, Milei empezó a intercambiar ideas con Maslatón sobre cómo debería ser ese viaje. Como Milei subrayaba su carácter estrictamente religioso, Maslatón le insistió en reuniones personales que fuera al Museo del Holocausto de Jerusalén. Pero tanto el candidato como su hermana lo fueron apartando de ese viaje y de la Libertad Avanza.

El último mensaje de whatsapp de Maslatón a Milei fue del 17 de junio de 2023. Lo lee en voz alta “Y esto va por privado. No se te ocurra no ir al Museo del Holocausto en Jerusalén. Es muy ofensivo no hacerlo y te van a pegar”. Milei no contestó y nunca más volvieron a escribirse.

Ese viaje de Milei, su primer viaje a Israel, aún no se concretó y podría ser el primero que haga como presidente en caso de ganar el domingo. El resultado electoral también incidirá en su proyecto de conversión al judaísmo. Una derrota lo acelerará y una victoria, indefectiblemente, lo postergará.