Los argentinos, fanáticos de los conciertos pese a la crisis
La banda británica Coldplay realizará nueve conciertos en Buenos Aires, una cifra récord en su gira mundial ‘Music of The Spheres’
Entre finales de octubre y principios de noviembre, la banda británica Coldplay brindará nueve conciertos en el estadio de fútbol más grande de Argentina, el Monumental de River Plate. Las 550.000 localidades vendidas para su gira mundial Music of the Spheres suponen un nuevo récord en el país sudamericano, pese ...
Entre finales de octubre y principios de noviembre, la banda británica Coldplay brindará nueve conciertos en el estadio de fútbol más grande de Argentina, el Monumental de River Plate. Las 550.000 localidades vendidas para su gira mundial Music of the Spheres suponen un nuevo récord en el país sudamericano, pese al difícil contexto económico que atraviesa el país, y llaman la atención sobre el fanatismo del público argentino por los artistas extranjeros.
“Es un fenómeno que tiene ya 30 años, dos generaciones. El público siente que las bandas internacionales vienen a Argentina por única vez o por última vez y eso genera mucha expectativa y ansiedad, a diferencia de lo que pasa en Estados Unidos o Europa, donde pueden verlas cada dos años”, señala el periodista especializado en rock Marcelo Fernández Bitar.
Buenos Aires será la ciudad con mayor número de conciertos por la gira de Coldplay. En su país natal subirán al escenario ocho veces, las mismas que en Brasil, un país con 212 millones de habitantes, frente a los 47 de Argentina. Los nueve recitales consecutivos igualan a los que dio el legendario bajista y vocalista de Pink Floyd en marzo de 2012 en el mismo estadio.
En ese momento, una década atrás, la economía argentina venía de años de importante crecimiento y de recuperación del poder adquisitivo tras la crisis del corralito de 2001, aunque ya había comenzado a estancarse. En 2022, Argentina lucha por hacer frente a una inflación de casi el 60% y por recuperarse después de tres años de una recesión económica que se vio agravada por la pandemia de covid-19.
“Es una paradoja lo de la crisis económica. En Argentina hay una clase alta con gran poder adquisitivo y una clase media alta que puede comprar en cuotas, pero como el concepto de ahorro no tiene sentido por la inflación, mucha gente que tiene satisfechas sus necesidades básicas lo vuelca en el consumo”, opina Fernández Bitar.
A la dificultad de ahorrar en un país donde la moneda nacional pierde valor a diario se le suma el deseo de asistir a recitales y a eventos masivos después de casi dos años en los que estuvieron prohibidos. “Hay muchas ganas después de la pandemia de salir y hay un sector que ante la pequeña posibilidad de acceder a shows, la aprovecha”, señaló el productor cultural Daniel Grinbank al portal Infobae. Para Fernández Bitar, esa actitud beneficia a toda la escena musical, incluso a artistas locales. El rapero Duki ya ha agotado las entradas para dos recitales en el estadio de Vélez y es posible que realice un tercero.
Los nueve conciertos de Coldplay han reavivado el recuerdo de otras visitas internacionales que generaron una enorme expectativa y contribuyen a agrandar el relato de la pasión argentina por los recitales de rock. En lo más alto están los cinco recitales que dieron los Rolling Stones en su primera visita al país, en 1995. Cuando se confirmó, estalló la locura. Los fans empezaron a acampar frente a la puerta del Monumental varias noches antes de que se pusieran a la venta las entradas y obligaron a adelantarla. Fueron recibidos por el presidente, Carlos Menem, y su público los fue a esperar al aeropuerto, frente al hotel y en cualquier lugar donde se enterasen que estaban. Asombrados por la enfervorecida recepción, los británicos regresaron en 1998, en 2006 y en 2016.
Un vídeo con más de tres millones de visitas en Youtube recoge algunos de los momentos de mayor éxtasis colectivo de los argentinos en recitales y declaraciones de líderes de bandas extranjeras, como Dave Mustaine, quien se mostró impresionado al ver cómo los argentinos cantaban hasta las partes acústicas de Symphony of Destruction. Slash y Johnny Ramone están entre quienes han dicho que no hay mejor lugar en el mundo para tocar que en Argentina.
El público argentino enloquece cuando sus bandas favoritas cruzan miles de kilómetros para llegar a este país del extremo sur de América, pero en la memoria perduran también algunos recitales de grupos locales, como la gira con la que Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti se despidieron de Soda Stereo en 1997. El “Gracias totales” improvisado por Cerati al final de ‘De música ligera’ quedó en la historia.
En 2017, Carlos el Indio Solari, fundador del grupo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, ofreció un recital en la ciudad bonaerense de Olavarría. Un año atrás el músico había confirmado que padecía parkinson y el público ricotero se movilizó desde todo el país para ir a verlo ante el temor de que fuese la última vez que se subía a un escenario. Cerca de 400.000 fanáticos colapsaron una ciudad de poco más de 130.000 habitantes. El aforo se desbordó más de lo habitual en sus conciertos y fallecieron dos asistentes, pero la mayoría de quienes estaban allí eufóricos, saltando “en el pogo más grande del mundo”, sólo se enteraron al día siguiente. Pasado el shock por la tragedia, sus seguidores volvieron a reclamar una y otra vez un nuevo último recital.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región