Una treintena de excancilleres de América Latina aboga por recuperar “la voz” de la región en el mundo
Los antiguos jefes de la diplomacia de 13 países alertan del “desmoronamiento” del orden internacional por las guerras y las pretensiones expansionistas de Trump
Más de 30 exministros de Exteriores de varios países de América Latina, desde México hasta Argentina, pasando por Costa Rica, Colombia, Bolivia o Chile, han publicado este jueves un manifiesto en el que abogan que la región “recupere su voz y su protagonismo en defensa de los principios en los que siempre ha creído”. Los antiguos jefes de la diplomacia de 13 Estados latinoamericanos alertan de varios hechos que contribuyen al “desmoronamiento” del orden internacional, como las guerras de Ucrania y Gaza, la falta de compromiso para cumplir con los objetivos climáticos o las amenazas de Donald Trump sobre Panamá.
El documento inicia con una advertencia: aquellos consensos a los que se llegaron entre naciones tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, a mediados del siglo pasado, son objeto de amenaza. También lo es el rol de América Latina, una región que en las conferencias de San Francisco y Chapultepec, ambas celebradas en 1945, ayudó a marcar el camino de la Carta de las Naciones Unidas, especialmente el apartado que prohíbe el uso de la fuerza contra la integridad territorial de un país. Ahora, según la declaración, todo el sistema está bajo riesgo por “bloques de poder construidos alrededor de la ley del más fuerte”.
Entre los firmantes del manifiesto se encuentran las excancilleres colombianas María Emma Mejía, Noemí Sanín y Marta Lucía Ramírez, esta última también antigua vicepresidenta. De México figuran nombres como Jorge Castañeda, Bernardo Sepúlveda y Claudia Ruiz Massieu. De Argentina, Santiago Cafiero y Susana Malcorra. De Chile, Alejandro Foxley, Heraldo Muñoz y Antonia Urrejola. Además de antiguos jefes diplomáticos de Brasil, Bolivia, Uruguay, Nicaragua o Guatemala, el comunicado está respaldado por José Miguel Vivanco, exdirector de la división de las Américas de Human Rights Watch; y por el abogado argentino Juan E. Méndez, relator especial de la ONU contra la tortura hasta 2016.
Los firmantes señalan múltiples ejemplos que dan cuenta del declive de ese orden internacional. La invasión rusa de Ucrania, lanzada en febrero de 2022, ha sido “devastadora”. Los excancilleres, de distintas corrientes políticas, critican que Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, emprendiese una “guerra colonial”. A su vez, instan a la nueva Administración de Donald Trump a mantener la ayuda financiera y militar a Ucrania y continué con sus esfuerzos de diálogo entre Moscú y Kiev para llegar a una negociación.
Al presidente electo de Estados Unidos, que será investido este lunes en Washington, le recalcan su rechazo a sus afirmaciones en las que reclamó el control del canal de Panamá. “Expresamos nuestra solidaridad con el presidente [panameño], José Raúl Mulino”. También denuncian la violación de los derechos humanos de los civiles en los conflictos armados, que se han convertido en objetivos militares. En Ucrania, con los ataques deliberados por parte del ejército ruso, o en Gaza, con “la destrucción, hambruna y muerte” que ha infringido el Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu, tras los ataques a “civiles indefensos” de Hamás el 7 de octubre de 2023. “Todos deben ser enérgicamente condenados, sin excepción. Rechazamos los dobles raseros, de lado y lado”.
Ataques al comercio y al cambio climático
Los exministros de Exteriores advierten de los ataques contra el libre comercio y los compromisos climáticos. Sobre el primer punto, condenan “usar los aranceles como herramienta de presión política”, como ha amenazado Trump en las últimas semanas a Canadá, México y China, si estos países no cumplen con sus pretensiones comerciales. “El flujo de bienes es determinante para el crecimiento de nuestras economías”.
Por último, los excancilleres deploran que pocos países cumplen con las metas de reducción de gases de efecto invernadero, principalmente las economías más desarrolladas. “Nadie tiene más que perder que América Latina, el continente de la biodiversidad”, un argumento que se repitió hasta el cansancio en la pasada COP16, que se celebró en Colombia.
Aquella voz que ha perdido América Latina en el escenario internacional se puede recuperar con espacios de concertación, exhortan. “Hacemos un llamado a los países de la región a que construyan con la misma audacia y decisión de hace ochenta años una visión de un multilateralismo renovado en el que todos tengan cabida”.