‘Los ancianos del clima’: Así golpea el cambio climático a la vejez de América
De Estados Unidos, a los Andes o Brasil, el proyecto ‘Climate Elders’ reúne retratos de personas mayores que viven en regiones azotadas por el calentamiento global y cómo lo enfrentan
Ubaldo Almeida, de 61 años, es un agricultor que vive a 2.370 metros de altura en el noroeste de los Andes, en la localidad de Cahuasquí, Ecuador. El suministro de agua es una preocupación constante para todos los agricultores de la zona. Aunque los primeros canales para llevar este recurso a las tierras altas se remontan a la era inca, el cambio climático ha vuelto ese suministro cada vez más inestable, y la minería ilegal en las montañas cercanas representa otra amenaza más. Para Ubaldo, que pasó de la agricultura tradicional al cultivo más rentable de hierbas para uso cosmético, la disponibilidad de agua limpia se ha vuelto aún más crucial, ya que el negocio familiar es estrictamente orgánico.Thomas ByczkowskiGregorio Ríos, de 75 años, es un arquitecto autodidacta. Ha trabajado en la construcción de varios sistemas hídricos en Perú y Bolivia. Hace algunos años, regresó a su natal San Pedro de Casta, en los Andes centrales del Perú, donde ha estado promoviendo la recuperación y construcción de antiguas infraestructuras de 'siembra de agua', ya que muchos agricultores locales venían experimentando sequías debido al cambio climático.Francisco VigoApi'soomaahka (William Singer III), en al estanque seco situado junto a su casa en la nación Kainai, cerca de Stand Off, Alberta. La desaparición del estanque es un síntoma del descenso del nivel freático, lo que ahora provoca incertidumbre sobre la viabilidad de su pozo. A sus 60 años, Api'soomaahka se está convirtiendo en un anciano en el sentido tradicional, pero ha estado trabajando para restaurar la pradera nativa en su parcela, llamada Naapi's Garden, como un medio para crear resiliencia del ecosistema, seguridad alimentaria y recuperación cultural frente al cambio climático. Amber Bracken
Robert Reddick, de 72 años, trabaja como socorrista en el Centro para Personas Mayores Arcola Lake, en Miami, Florida.
Se ha visto afectado porque hay menos actividad al aire libre. Todo se ha trasladado a espacios interiores porque en el sur de Florida se vive en una atmósfera de calor extremo. Su trabajo es hacer que las familias tomen conciencia de los peligros de la exposición al calor para que puedan prevenir enfermedades relacionadas con el calor. Ed KashiPeter Lucey, de 70 años, junto a uno de los cuatro árboles que ayudó a plantar en terrenos municipales del barrio de Mt. Washington, en Los Ángeles. Angelino de toda la vida, él y otros vecinos con ideas afines están poniendo en práctica tácticas 'guerrilleras' contra el cambio climático, como plantar árboles en terrenos abandonados por la ciudad. Sara TerryFrancisco Correia da Silva, conocido como Chico, camina entre las piedras que alguna vez fueron un río caudaloso en Rodeador, Minas Gerais, Brasil. Con una mezcla de nostalgia y tristeza, recuerda cómo solía pescar en ese río cuando era adolescente.
Ahora, con 80 años, Chico es conocido por todos en el pequeño pueblo. Chico explica que, con el paso de los años, las fincas de monocultivo han desmontado la vegetación alrededor de los manantiales del río, lo que, a su juicio, ha provocado menos lluvias y que se seque el cauce. Ana Caroline de Lima
Maria das Graças de Souza, de 74 años, del grupo indígena Mora, residente del barrio Parque das Tribos, en Manaus, Estado de Amazonas, Brasil.
"La sequía récord del año pasado secó el río Anaconda y el río Tarumã. Nos afectó muchísimo; como decíamos, afectó nuestro ocio, nuestra pesca, los peces que solíamos capturar y comer. Dañó mucho, de verdad, y todavía nos afecta, porque lo más difícil ahora es encontrar pescado por aquí. Caminas por esta zona y no encuentras pescado para comer, a menos que vayas a la Ciudad de las Luces. Esto nunca había pasado antes", comenta.Leonardo Carrato
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