Las propuestas económicas de Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, a examen de los expertos
La agenda será radicalmente distinta con uno y otro candidato a la presidencia
Los dos candidatos que ganaron la primera vuelta presidencial en Colombia, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, promueven dos formas de cambio económico radicalmente distintas. Si Hernández habla de a...
Los dos candidatos que ganaron la primera vuelta presidencial en Colombia, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, promueven dos formas de cambio económico radicalmente distintas. Si Hernández habla de austeridad y medidas anticorrupción para aumentar el presupuesto nacional, Petro propone hacerlo crecer con reformas estructurales para corregir las desigualdades y transitar hacia una economía más responsable ambientalmente. Cinco economistas consultados compartieron lo que destacan de cada programa pero también lo que les preocupa, como que Hernández no explique en muchos casos cómo llevaría a cabo su programa o que la transición energética de Petro deje un hueco fiscal en las arcas del Estado.
Juana Téllez: “Algunas propuestas dejan de lado los avances que ha hecho el país en los últimos 20 años”
Téllez es economista jefe del BBVA Research para Colombia
“En primera vuelta, los colombianos eligieron como finalistas de la contienda electoral a dos opciones que representan un cambio respecto al establecimiento que ha dirigido a Colombia en las últimas décadas. Un cambio tanto en la manera de hacer política como en la manera en que se entiende el papel del Estado en la economía. Petro y Hernández presentan opciones de manejo de la economía que difieren tanto por el diagnóstico de la situación actual como por las fórmulas para corregir las deficiencias. En lo fiscal, Petro plantea la necesidad de hacer una reforma tributaria que aumente el recaudo, sin aumentar los impuestos a las empresas, pero reduciendo sus exenciones; mientras que Hernández considera que con mejoras en la manera en que se gastan los dineros públicos se puede conseguir los recursos adicionales que necesita el país. Además, Petro buscará una transición más rápida hacia energías limpias que requiere encontrar los recursos públicos que reemplacen los ingresos minero-petroleros.
En lo pensional, los dos proponen una pensión no contributiva para un grupo de la población, pero difieren radicalmente en el diseño del sistema contributivo. Petro propone la creación de un pilar contributivo obligatorio administrado por el Estado para más del 90% de los trabajadores formales, erosionando el régimen de ahorro individual y afectando negativamente el mercado de capitales. Hernández habla de una reforma a la administradora de pensiones pública, aunque no se refiere a un cambio radical en la estructura del sistema. En lo laboral, Petro plantea un papel protagónico del Estado en la creación de empleo para todos aquellos que no lo encuentren, mientras que Hernández propende por políticas de incentivos a la creación de empleo en sectores específicos.
En términos de comercio internacional, los dos candidatos tienen una visión proteccionista, donde prima el papel de los aranceles dirigidos a bienes e insumos de los sectores que se elija proteger, así como una postura de revisión de los acuerdos comerciales, cuando lo consideren necesario, para promover ciertos sectores. Algunas de estas propuestas económicas presentan una visión de cambio que, en algunos casos, es radical y dejan de lado los avances que ha hecho el país en los últimos veinte años. Muchas de ellas necesitan el concurso del poder legislativo y precisan de una evaluación rigurosa de sus efectos para balancear los costos y beneficios para el país en el mediano plazo.”
José Ignacio López: el programa de Petro es más detallado que el de Hernández
López es director de Investigaciones Económicas Corficolombiana
“El programa económico de Gustavo Petro es más detallado que el de Rodolfo Hernández, pero tiene vacíos que hacen difícil evaluar su viabilidad. El candidato Petro propone una transición energética acelerada, que dejaría un vacío fiscal importante, y un número importante de programas de gasto, entre ellos un programa donde el Estado es empleador de última instancia, que no es claro se puedan financiar. Su programa habla de una reforma tributaria de 5,5% del PIB sin menor detalle, lo cual resulta inviable o de realizarse, como ha sugerido el candidato, bajo el supuesto de que solo afectaría 4.000 personas, confiscatorio.
Por su parte, el programa de Gobierno de Rodolfo es escueto, con un énfasis especial en reducción del gasto mediante recortes en ineficiencias y lucha contra la corrupción. La principal propuesta en materia tributaria tiene que ver con reemplazar el IVA con un impuesto al consumo. Esta propuesta si bien podría aumentar el recaudo para financiar programas adicionales, podría traer consecuencias adversas en materia de inflación y competitividad. Para evaluar esta y otras propuestas de su programa de Gobierno es necesario tener mayor detalle.”
Carolina Quevedo: Hernández no especifica varios puntos en su programa; Petro no siempre dice cómo aterrizar los suyos
Quevedo es decana en la facultad de economía de la Universidad Externado
“Recaudo eficaz, cerrar brechas en mercado laboral, escenario inflacionario mundial y el efecto económico en diferentes mercados por el conflicto en el este de Europa, son algunos de los retos que enfrenta la economía colombiana. El desempleo aún es de dos dígitos en el país, es una preocupación constante en el campo y en zonas urbanas, y sobre todo en jóvenes y mujeres. Para hacer frente, Rodolfo Hernández ha hablado de formación para el trabajo (dirigida a habilidades técnicas y competencias específicas) y también se ha pronunciado a favor de simplificar los procesos de formalización laboral (por ejemplo, facilitar el acceso a la seguridad social). Pero su programa no especifica cuáles serían los procesos más expeditos para eso, o el impacto de su propuesta en creación de empleo. También habla de considerar la paridad: al menos el 50% de mujeres en cargos de la administración pública, con igualdad de salarios.
El programa de Petro habla de trabajos dignos, de estabilidad y de seguridad social. Hace énfasis en emprendimientos, y en un acceso a crédito para personas que normalmente no tienen cómo respaldar una deuda. También menciona el fomento de empleo en el sector público para las mujeres, y ha hablado últimamente de la contratación de los desempleados por parte del Estado. En esto último, no es claro aún cómo se va a financiar, ni el mecanismo de vinculación al Estado.
Otro tema importante en Colombia es la escasa infraestructura y acceso a servicios del estado en zonas rurales, zonas que normalmente han sufrido los impactos del conflicto armado. En el tema de desarrollo rural, Hernández ha hecho mención a aumentar la producción agrícola, cumplir con la implementación del Acuerdo de Paz del 2016, y renegociar los tratados de libre comercio. Pero no ha especificado aún ninguno de esos tres elementos.
Petro, en este tema, habla de protección de medio ambiente y de la preparación frente al cambio climático. Pero hay que aterrizar aún cómo será posible esa protección. Tiene una propuesta llamativa de ordenamiento territorial en torno al agua, que guarda relación con la reglamentación de cuencas hídricas regionales. Sus propuestas de distribución de tierras y agua han sido controvertidas, pero aún falta ver los programas concretos para llevarlas a cabo. Ya hay una institucionalidad en el país para estas, como el Fondo de Tierras, que está en el Acuerdo de Paz, o los temas de actualización de catastro y mejoras del uso del suelo rural.”
Jorge Iván Bula: “La propuesta tributaria de Petro luce más estructural”
Bula es director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia.
“Al comparar lo que los candidatos han señalado en materia tributaria en sus respectivos programas de gobierno, son muy pocos los puntos de convergencia. Las coincidencias radican básicamente en tres aspectos: la importancia de mejorar el recaudo fiscal, combatir la elusión y evasión fiscal y, una revisión del catastro que permita una imposición más acorde con las características de los predios. Pero las diferencias radican no solamente en la forma como pretenden llevar a cabo estas medidas sino también, en cuan ambiciosos buscan ser sus programas.
En el caso de Rodolfo Hernández, sus propuestas se resumen a dos ámbitos de la política tributaria. Por un lado, medidas que buscan fortalecer el proceso de descentralización con base en el establecimiento de un Estatuto Tributario Territorial con el que se pretende aumentar los ingresos tributarios territoriales, la actualización del catastro, crear una nueva categorización de los municipios para una mejor distribución y asignación de los recursos fiscales, y tener impuestos compartidos entre los territorios y el gobierno nacional, así como la creación de un Sistema Único de Control y Vigilancia. De otra parte, propone desmontar el impuesto al valor agregado (IVA) Descontable y establecer una tarifa única del 10% pagado por los contribuyentes “en cualquier etapa del ciclo económico”, con le propósito de simplificar y evitar la corrupción que, a juicio del candidato, permite el esquema del IVA Descontable. Como lo señalan María Fernanda Valdez y Luis Carlos Reyes (El Espectador, 2 de junio 2022), esta propuesta “terminaría por encarecer el costo de producir ciertos bienes y servicios, en especial los que tienen procesos de producción más complejos”, justamente porque no habría lugar a recuperar el IVA pagado en la cadena de producción y venta.
La propuesta del candidato Petro se insinúa más ambiciosa, partiendo de los propósitos como es el de hacer de la estructura tributaria, una estructura más justa. Su formulación apunta al desmonte gradual de los beneficios tributarios no justificados y que introducen distorsiones a la sana competencia entre los agentes económicos, la eliminación de las rentas cedulares “donde se cobre el mismo impuesto a las rentas laborales que a los dividendos y las ganancias ocasionales”, los dividendos comenzarían a pagar impuestos cercanos al 70% y, no se extendería el IVA a los productos que componen la canasta familiar. En cuanto al tratamiento de impuestos territoriales pretende que los gobiernos de las ciudades incorporen nuevos tributos como cargos por congestión y de impacto sobre el medioambiente, así como la implementación del catastro multipropósito.
Como están formuladas las propuestas de los dos candidatos, se puede inferir que en el caso de Hernández no se adelantaría una reforma tributaria en tanto que en la de Petro conlleva la realización de una reforma tributaria, que de acuerdo con las discusiones que se han llevado a cabo en el país en esta materia, luce más estructural”.
Diego Dorado: Hernández denota un mayor conocimiento de las necesidades que poseen lo municipios
Dorado es exsubdirector del Departamento Nacional de Planeación y CEO de la empresa 4P asesores.
“Los dos candidatos coinciden en la importancia de revisar y ahondar el modelo de descentralización del país, aunque caen el error común de visualizarla desde la óptica de recursos y transferencias, sin ahondar en la necesidad de fortalecer capacidades. Petro, con una propuesta muy general, propone reformas que permitan a los territorios recibir “las transferencias por derecho propio”, certidumbre en el flujo de recursos, y en las ciudades la “Justicia tributaria urbana”, o manejo de instrumentos tributarios con base en el suelo. Rodolfo, fiel a sus ideas de mayor eficiencia en el gasto propone una visión más centrada en permitir que las administraciones municipales se empoderen del manejo de sus recursos, al punto que se fortalezca su capacidad de recaudo, se flexibilice distribución interna de las trasferencias (SGP), e incluso se revise la distribución de competencias, vía la definición de una nueva categorización municipal.
Las dos visiones, diferentes, causan curiosidad al venir de candidatos que han compartido el hecho de ser alcaldes. Uno, con experiencia en Bogotá, ciudad de más de ocho millones de habitantes altamente urbanizada, que por ser la capital del país posee un régimen especial, donde si bien el dinero puede faltar, cuenta con mayor autonomía financiera. Mientras, que el otro, exalcalde de Bucaramanga, ciudad de 600.000 habitantes, busca que los municipios cuenten con las herramientas para que ellos mismos definan su propio desarrollo; clamor más frecuente en los 1.100 mandatarios locales, que no posee regímenes especiales, y de los cuales, según la clasificación adoptada en la misión de transformación del campo, solo 48 obtienen el título de “ciudades”.
Las dos posiciones, aunque coincidentes en la necesidad de profundizar las descentralización, denota, en el caso de Hernandez, un mayor conocimiento de las necesidades que poseen lo municipios colombianos”.
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