Liliana Restrepo, una empresaria ejemplar

La gerente de Frisby, catalogada como una de las mujeres más poderosas del país por ‘Forbes’, ha cambiado la manera de hacer empresa

Liliana Restrepo, gerente de Frisby y una de las mujeres más poderosas del país para la revista 'Forbes'. Cortesía Frisby.Frisby
Lina Fernanda Sánchez Alvarado

En 2020, Frisby, una de las cadenas de restaurantes más conocidas del país, se encontraba en la incertidumbre por cuenta de la pandemia y la muerte de Alfredo Hoyos, su fundador. La compañía quedó en manos de Liliana Retrepo, su esposa y cofundadora del negocio. En esos duros momentos para la economía colombiana y mundial, ella no solo mantuvo a flote la compañía, sino que la posicionó, en 2021, en el primer lugar en ventas entre las cadenas de restaurantes del país.

Restrepo dirige un conglomerado con 200 puntos de venta en 57 municipios, 64 franquicias, más de 5.000 colaboradores y una facturación que, en 2022, alcanzó los 779.000 millones de pesos [más de 190 millones de dólares]. Para ella, el secreto del éxito está en una cultura corporativa basada en la confianza, el respeto y la curiosidad, y en ser motor de desarrollo y empleo digno en territorios apartados del país como Apartadó, Ipiales o Pitalito, lugares en los que pocos quieren invertir.

Restrepo, una de las mujeres más poderosas del país según la revista Forbes, cree que todo empresario debe tener una formación integral y un equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu para alcanzar el éxito. Por eso, combina su actividad comercial con su vocación de profesora de biodanza (danza de la vida) y coaching ontológico.

Estas facetas le han permitido acercarse a sus colaboradores mediante un enfoque humanista: al menos una vez al mes reciben una clase de biodanza, que les permite fortalecer la identidad y sanar heridas emocionales. “Aquí todos somos cercanos, me gusta que podamos vernos unos a otros”, dice con orgullo esta economista.

“Si a Frisby le va bien, a todos les va bien”, repite cada vez que puede. No solo lo dice porque cada febrero sus empleados reciben una bonificación, sino porque gracias a las utilidades de la empresa, Restrepo ha podido aportar a cerrar brechas sociales por medio de la Fundación Frisby, cuyo principal enfoque ha sido la educación. Hace 35 años, creó el Instituto Tecnológico de Dosquebradas, que con un énfasis en emprendimiento ha graduado a 740 estudiantes.

La fundación también creó el programa Universidad en tu colegio, que ha permitido a estudiantes de grados décimo y once, de Pereira, capacitarse y graduarse con diplomas de bachiller y técnico. En 2018, abrió las puertas la Universidad Frisby, una plataforma digital respaldada por la Universidad EAFIT que educa en habilidades personales y técnicas a los trabajadores. Esta capacitación les permite presentarse a mejores cargos dentro de la empresa. Los cursos disponibles son técnica en administración, operación de restaurantes y mantenimiento de maquinaria industrial, entre otros.

Restrepo dice que este enfoque ha sido un verdadero motor de transformación y ascenso social. Cuenta, por ejemplo, que Sebastián Echeverry se graduó del Instituto Tecnológico de Dosquebradas con un emprendimiento de donas, luego estudió en Medellín, y hoy trabaja como director de innovación de desarrollo de producto en Frisby. “De eso se trata, de generar empleo, pero que también se pueda facilitar que las personas sueñen y trabajen por sus ideales”, asegura.

Durante el estallido social que vivió el país en 2021, esta lideresa pereirana se sentó a dialogar con jóvenes de la Primera Línea para buscar soluciones. Cuenta, por ejemplo, que con la ANDI se creó una formación en buen gobierno para los jóvenes que estaban interesados en aspirar a cargos en las próximas elecciones, como respuesta a las demandas que tenía la juventud.

La gerente de Frisby, quien además es parte de las juntas regional y nacional de la ANDI, dice que hoy los empresarios se esfuerzan por desarrollar tres frentes: el financiero, el económico y el social y medioambiental, pero dice que deberían involucrarse aún más en política para así demostrar que no solo trabajan para sí mismos, sino para la comunidad. “Hacemos mucho, pero hemos tenido un silencio negativo que no permite que se vea todo lo que se hace: generar empleo, infraestructura y desarrollo al país”, afirma.

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