Caicedo arremete contra Petro: “El presidente está secuestrado por la derecha”
Las elecciones atípicas del Magdalena provocan una nueva división entre los dos políticos de izquierda
El Consejo de Ministros de la noche del martes hizo estallar la tensión que se venía acumulando en las últimas semanas entre el presidente Gustavo Petro y el exalcalde de Santa Marta Carlos Caicedo. A través de la transmisión en vivo, el también exgobernador del Magdalena se enteró de que el mandatario había avalado personalmente la decisión del Pacto Histórico de darle la espalda en las elecciones departamentales del pasado domingo. “Yo no puedo estar con organizaciones que se dicen de izquierda y buscan dividir a la izquierda”, dijo Petro, en referencia a la Fuerza Ciudadana de Caicedo, que igual se impuso en los comicios. El exgobernador, un aliado de años, se enfureció: decidió viajar a Bogotá y declamar una catarata de cuestionamientos en la Plaza de Bolívar, a metros de la Casa de Nariño.
“El presidente ha sido poco a poco secuestrado por una cúpula de políticos del Pacto [Histórico] que lo rodean, dentro de los cuales hay personas venidas de la derecha, camaleones políticos como Armando Benedetti, como Roy Barreras, que no representan ninguna izquierda auténtica”, declaró, en referencia al ministro del Interior y al primer presidente del Congreso de este cuatrienio. Según él, estos políticos maniobraron para que la justicia anulara la elección del gobernador caicedista en mayo y se convocaran elecciones atípicas, en las que el petrismo apoyó a Rafael Noya, un rival del cacique de izquierdas que perdió por casi 20 puntos frente a la aspirante de Fuerza Ciudadana. “Tristemente, estaba jugando a aniquilar nuestro proyecto político, que ha sido leal con él”, se lamentó Caicedo.
El exgobernador enfatizó que Noya no solo era un rival, sino que tenía el aval del derechista Cambio Radical y de uribistas locales. “[Esas fuerzas] no solo representan el atraso en las regiones como el Magdalena, sino que además son los que han perseguido al presidente Petro, son los que aplauden que le quiten la visa [de Estados Unidos], son los que aplauden que persigan a su familia”, subrayó. Para Caicedo, es incomprensible que el presidente los haya preferido antes que a Fuerza Ciudadana: “Espero que en sus años postreros, en los que escriba sus memorias, diga: ‘Realmente me equivoqué al ponerle distancia a los de la izquierda auténtica y abrirle mis brazos a los políticos tradicionales que siempre se acomodan”.
Hasta ahora, el cacique de izquierdas pensaba que el respaldo del Pacto Histórico a Noya había sido una maniobra de Benedetti. Pero Petro señaló en el Consejo de Ministros, transmitido en directo, que había apoyado al aspirante opositor. “El pueblo del Magdalena no nos acompañó”, reconoció el mandatario. Caicedo dice que sus intentos de buscar una reunión para pedir explicaciones fracasaron. “El presidente no es una persona fácil de acceder, lamentablemente”, concedió.
El barón político caribe hizo otros cuestionamientos al Ejecutivo de su antiguo aliado, relativos a la falta de inversión del Gobierno nacional en su departamento. “Que nos muestre una obra que haya sido importante. Le incumplió al pueblo del Magdalena”, enfatizó. Asimismo, aseguró que el Gobierno ha mantenido el centralismo e insinuó que Petro está desconectado de los territorios. “Le venden la idea de que lo aman y lo quieren por las obras que está haciendo. Y no. Ha sido más por su posición valiente y valerosa de defensa de los derechos de la gente, de defensa de la soberanía, pero la gente espera que esas obras lleguen”, comentó.
El motivo de la discordia
La gran incógnita es qué llevó al distanciamiento entre los dos líderes de izquierda. Aunque el exgobernador tiene su propio capital político desde hace años y fue con listas separadas en las últimas elecciones legislativas, la cordialidad más o menos se mantenía hasta ahora. Cuando el Consejo de Estado anuló la elección del gobernador Martínez, en mayo, Petro reaccionó como si se tratara de la caída de uno de los suyos. “Nos tumbaron a otro gobernador”, dijo. Algo cambió en estos últimos seis meses.
Además de los supuestos intentos de Caicedo de “dividir”, el presidente señaló en el Consejo de Ministros los vínculos del líder de izquierdas con “la política tradicional”, en referencia al clientelismo y las maquinarias. Caicedo, por su parte, mencionó en sus declaraciones de este miércoles que Petro se oponía a que su movimiento tenga sus propias listas al Congreso para las elecciones de marzo. “Para el presidente, todo lo que no sea alrededor de él, no es de izquierdas. Y está muy equivocado, eso es una visión medio estalinista y autoritaria. No hay una sola derecha, como tampoco hay una sola izquierda”, dijo.
El problema de egos, sin embargo, puede estar de parte y parte. Norma Vera Salazar, investigadora samaria del conflicto armado, comentó el jueves en una conversación con este periódico que ambos dirigentes tienen personalidades fuertes. “Caicedo se niega a tener jefes. Es una izquierda más periférica, local, sectaria”, evaluó en una llamada. “Y no está ausente de culpas: es autoritario, se ha ganado enemigos en la izquierda, y ha sido obtuso en su relación con el Gobierno nacional”.
La consulta en marzo
Pese a los cuestionamientos, Caicedo no llegó a anunciar una ruptura. “No podemos romper con el programa, con las causas (...). Si el presidente sigue luchando por las reformas, lo respaldaremos”, dijo. “No voy a cazar peleas en lo personal con el presidente, que tal vez es lo que quieren algunos de su entorno”, añadió. No obstante, trazó una línea roja respecto a la participación de algunos políticos en una consulta de precandidatos presidenciales en marzo, a la que piensa presentarse. “Nosotros iríamos en un Frente Unido con otros candidatos y candidatas de izquierda, no con personas como el señor Roy Barreras, que va a estar apoyado por la politiquería tradicional”, advirtió. No utilizó el término Frente Amplio, acuñado desde el oficialismo en momentos en que se afinan detalles para concretar una coalición que incluya a sectores más centristas y liberales.