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Mr. Taxes busca el camino del ‘pospetrismo’ en la izquierda

Luis Carlos Reyes, director de la DIAN y ministro de Comercio de Gustavo Petro, critica ahora el clientelismo en el gabinete y denuncia a su exjefe por injuria y calumnia

Varios de sus exministros han criticado al presidente Gustavo Petro tras salir de su gabinete, pero solo uno de ellos busca actualmente ser candidato presidencial en 2026. Luis Carlos Reyes, mejor conocido en el mundo político como Mr. Taxes desde que fue jefe de la Dirección Nacional de Impuestos (DIAN), y luego ministro de Comercio, lleva varias semanas de pelea con el mandatario. En marzo apuntó sus dardos al gabinete, pues denunció públicamente al ministro de Interior Armando Benedetti y al entonces embajador Roy Barreras por exigirle nombrar a sus amigos en puestos públicos. Traía pantallazos de sus conversaciones con ellos como prueba. Recientemente, el economista elevó el tono al anunciar que ha demandado al jefe de Estado por injuria y calumnia, pues Petro le ha señalado varias veces de no haber querido cumplir su directriz para detener la exportación de carbón a Israel. Para Mr. Taxes, la acusación fue la gota que acabó con su paciencia. Ahora no se considera antipetrista, aclara, pero “pospetrismo es el término que yo usaría”.

“Presidente, es infame la forma en que politiza usted el genocidio en Gaza solo por estar en desacuerdo con mi candidatura presidencial, y pone mi vida y la de mi familia en riesgo con sus palabras”, dijo al jefe de Estado. En conversación con El PAÍS asegura que, si bien ha recibido amenazas desde que dirigió la DIAN, un riesgo que considera parte del cargo, los señalamientos del presidente, como los de Benedetti y Barreras, “han generado amenazas más preocupantes”. Ya ha informado a las autoridades, afirma quien era un académico experto en impuestos hasta 2022, cuando Petro lo llevó a la administración pública.

En el corazón del choque más reciente está el carbón. Petro alega que, cuando ordenó en agosto de 2024 prohibir por decreto las exportaciones del mineral a Israel como forma de boicot al Gobierno de Benjamin Netanyahu por su ofensiva en Gaza, Reyes volvió inocua la directriz al incluir en el decreto respectivo una frase que exceptuaba a las empresas carboneras con concesiones ya firmadas. La norma, que firmaron varios ministros y revisó la Presidencia, solo se convirtió en tema de debate hace dos meses. Ello cuando un reporte de Francesca Albanese, la relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, mencionó el carbón que sigue llegando a Israel desde las costas colombianas. Petro necesitaba un culpable. Lo encontró en Reyes. Este, por su parte, alega que Petro bien sabía de las excepciones, porque él mismo lo alertó.

“Una barbaridad ética verdadera”, le dice Petro a Mr Taxes sobre el decreto, llamándolo “gatopardo”, un traidor camuflado, un defensor de cambiar todo para no cambiar nada. El académico experto en impuestos responde que a quien le falta ética es al mandatario. “El mayor riesgo que enfrenta el movimiento social colombiano es el gatopardismo - la doctrina de los políticos tradicionales según la cual “si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie”“, escribió Reyes en su cuenta de X, una referencia a los políticos tradicionales que Petro acogió en su campaña de izquierda de 2022 para ganar elecciones, como Benedetti y Barreras. Reyes dejó el mensaje aún más claro: “Hay que decir “no” al cambio falso y “sí” a la transformación verdadera”. Un insulto a quien ha llamado al suyo el “gobierno del cambio”.

Mr Taxes dice por teléfono que él se considera parte del proyecto progresista de izquierda, y que defiende banderas de Petro como las reformas laboral y la agraria. Pero, dice, también quiere que la izquierda vuelva a elevar con orgullo la bandera anticlientelismo y anticorrupción. “En privado, muchos de la izquierda decimos, queremos, que cambie esta forma de hacer política. Mucha gente teme ser crítica, por el papel importante del presidente en el movimiento. No voy a quedarme callado”, dice. “Considero muy importante que los movimientos sociales hayan llegado al poder, pero me parece también importante denunciar la injuria y la calumnia cuando la veo”, añade. Insiste que no tiene ninguna intención en defender a Netanyahu: desde febrero del 2024 ha hablado de genocidio en Gaza y por eso tuvo una pelea pública con el embajador de Israel en Colombia. Que le digan traidor en este tema le ofende profundamente.

Su candidatura sigue cruda: no tiene partido, sigue evaluando opiniones de ciudadanos sobre sus posibilidades, cree que su mejor opción será lanzarse por firmas, y no cuenta con experiencia electoral. Lo que sí tiene es la visibilidad pública que ganó como el alto funcionario que mejor se desenvolvía TikTok. Aunque las redes y los votos son dos lenguajes distintos, quiere apostarle al potencial de una bandera anticorrupción entre las bases de izquierda. “La izquierda corre el riesgo de perder esa bandera. Es momento de recuperarla”, dice. “Quiero trabajar con el campesino y con el empresario, quiero proponer una visión para gerenciar desmarcada de las maneras típicas de gerenciar el Estado, gestionar sin ir de la mano de la corrupción”.

La bandera combatir el clientelismo hasta en las propias filas, el “no todo vale”, ha movilizado a votantes en el pasado, desde la campaña presidencial de Antanas Mockus del 2010 hasta la consulta anticorrupción de la exalcaldesa Claudia López en 2018. Hoy en día la reclaman candidatos más de centro, como el exalcalde y exgobernador Sergio Fajardo. En la izquierda ha quedado algo abandonada por el alto costo que puede tener frente a Petro criticar a los aliados del presidente que vienen de la política tradicional: los entonces ministros de Cultura, Ambiente e Igualdad salieron en febrero pasado tras criticar públicamente la llegada de Benedetti a la Casa de Nariño.

De cara a las elecciones del 2026, cuando los precandidatos de la izquierda buscan el visto bueno del presidente, el costo es aún más alto. No es tiempo para quemar ese puente. Excepto para Mr Taxes. “Creo que detrás de los ataques del presidente Petro a mi están las personas que lo rodean en esta segunda mitad de su gobierno, como Armando Benedetti, como Roy Barreras, como el pastor Alfredo Saade”, dice. “No me importa, no me he patraseado en mis principios, no me voy a patrasear en la lucha anticorrupción”, insiste. Quizás se quede solo enarbolando la bandera frente a quienes parecen mandar en el progresismo de Petro. Pero no le importa. No tiene nada que perder.

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