La mano dura de Trump pulveriza el número de cruces ilegales diarios

La ofensiva de Donald Trump contra los migrantes parece estar dándole resultados. Los funcionarios de la Administración llevan un par de días en una gira triunfal en las cadenas conservadoras de televisión para presumir una aguda caída en los cruces irregulares en la frontera con México. Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Interior, se ha enfocado en un dato: la detención de solo 200 personas ocurrida el sábado 22 de febrero en toda la frontera con México. “Es la cifra más baja diaria en 15 años”, aseguró Noem en las redes sociales. En contraste, afirma la ministra, durante la era de Joe Biden llegaron a ser detenidos hasta 15.000 migrantes en un solo día.

“Esa caída es por el cambio en nuestras políticas y porque le hemos dicho al mundo que se quede lejos si es que van a venir ilegalmente a este país”, aseguró Noem la noche del lunes en el programa de Sean Hannity en Fox News. La secretaria se ha encargado personalmente de la campaña que la dependencia lanzó la semana pasada para desincentivar a quienes buscan migrar a Estados Unidos.

“Si entras a nuestro país y violas las reglas, te vamos a cazar: los criminales no son bienvenidos”, asegura Noem en un video oficial. Mientras habla, las imágenes muestran a Donald Trump firmando órdenes ejecutivas y a varios agentes federales deteniendo a personas, en su mayoría negros y latinos. “Si entras ilegalmente, serás atrapado, expulsado y no podrás volver”, añade.

Un portavoz de Seguridad Interior afirma que este mensaje “ha sido recibido” por el resto del mundo. De ahí el desplome en los cruces ilegales a lo largo de la frontera que fue escenario de una profunda crisis migratoria durante el Gobierno pasado. Los republicanos consideran que parte de la caída se debe a la cancelación de la aplicación CBP One, mediante la cual los funcionarios federales podían seguir en ocho puntos de la línea las solicitudes de asilo iniciadas por inmigrantes fuera del país. El Gobierno de Trump canceló el día de su investidura todos los procesos abiertos en la aplicación, acabando con el sueño de miles de migrar legalmente a Estados Unidos.

A pesar del tono triunfalista de la Administración, aún no existen datos oficiales que demuestren el efecto del trumpismo en el fenómeno migratorio. Los cruces irregulares sumaban 13 meses a la baja en los días finales de la era Biden, quien abandonó la Casa Blanca el 20 de enero. Ese mes fueron aprehendidas 61.400 personas, de acuerdo al más reciente dato ofrecido por la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP, por sus siglas en inglés).

Los analistas creen que la bajada responde a la anticipación de las medidas que Trump iba a instaurar en su investidura. El total mensual del arranque de 2025 representa una drástica caída de 40% respecto a noviembre y diciembre, cuando se contabilizaron 94.000 y 96.000 detenciones. Aquellos meses fueron los únicos por debajo de los 100.000 encuentros (arrestos) desde febrero de 2021, y los más bajos de la gestión del mandatario demócrata.

El Gobierno de Trump ha dado algunas claves de lo que se puede esperar de su primer mes de mano dura con la migración. Las autoridades federales han afirmado, en una serie de filtraciones a medios conservadores, que el promedio de aprehensiones diarias en febrero ronda las 359. Esto colocaría el total mensual en algo más de 10.000, una cifra no vista en décadas.

Para hallar el mes con menos cruces en la frontera de la historia reciente (sin contar la pandemia) hay que remontarse a la primera presidencia de Trump. En abril de 2017, su tercer mes completo en Washington, dejó un registro de 15.700 encuentros.

Hay otros indicadores del freno del flujo migratorio. Otro puede encontrarse en el Tapón del Darién, el peligroso paso selvático que divide Colombia de Panamá, un punto del trayecto para miles de personas que emprenden el viaje al norte desde Sudamérica. Por ahí transitaron solamente 2.200 personas en enero, unas 72 al día, una de las cifras más bajas en cuatro años, según informó el Gobierno panameño. En agosto de 2023, en cambio, por allí pasaron 85.000 ciudadanos provenientes de Venezuela, Haití, Ecuador y Colombia, entre otras naciones.

Mientras las cifras de cruces generan alegría dentro de la Administración, la de las deportaciones, otra de las prioridades del Ejecutivo republicano, siguen provocando frustración. Unas 37.660 personas fueron repatriadas en el primer mes de la segunda vuelta de Trump, de acuerdo a Seguridad Nacional. Los encargados de la operación se han encargado de comunicar que el número subirá en los próximos meses. La cifra está lejos de la media mensual de 57.000 deportaciones en el último año de Biden. La molestia con los resultados provocó una serie de ajustes dentro del equipo de Kristi Noem, quien removió al encargado de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la policía migratoria, para acelerar la máquina de expulsiones.