El zar de la frontera de Trump muestra su frustración porque el ritmo de arrestos y deportaciones no es el esperado
Tom Homan critica que una serie de filtraciones recientes haya entorpecido los operativos de las autoridades en busca de indocumentados
Tom Homan no está contento. El zar de la frontera de Donald Trump ha admitido este martes su insatisfacción con el número de detenciones de indocumentados en las semanas que lleva en el poder la Administración republicana. “Hay más criminales ilegales que necesitan ser detenidos, cientos de miles, bloqueos en las ciudades santuario, filtraciones... necesitamos incrementar el número de aprehensiones”, dijo Homan a los periodistas esta mañana en la Casa Blanca. La gran deportación prometida por Trump en la campaña se está enfrentando a muchos obstáculos.
Homan lleva un par de días esgrimiendo excusas ante la prensa de derechas. La noche del lunes, en el programa de Sean Hannity, Homan aseguró que están cerca de dar con la persona que filtró los detalles de un operativo que las autoridades federales realizaron la semana pasada en Colorado. El funcionario, el brazo operativo de Washington en la detención y deportación de miles de personas, aseguró entonces que un chivatazo frustró el objetivo de la pesquisa, que se propuso la captura de un centenar de supuestos integrantes de la pandilla venezolana Tren de Aragua. En la acción fueron detenidas unas 30 personas, pero solo una bajo sospecha de pertenecer a la organización criminal sudamericana.
Según Homan, un empleado del Gobierno reveló los detalles del operativo. “Está bajo investigación, pero pensamos que ha sido alguien de adentro y creemos que ya ha sido identificado”, aseguró el funcionario. Las indagaciones tempranas del origen de la filtración apuntan a que esta pudo haber salido del FBI, una agencia federal que suele colaborar en las acciones realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Esta versión comienza a ser compartida por el resto del Gabinete. “El FBI es muy corrupto”, aseguró el domingo la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem. La encargada de la política interna sospecha que agentes federales de la institución compartieron también un memorando interno donde ICE indica que prepara para finales del mes un gran operativo en Los Ángeles, una de las urbes con más inmigrantes indocumentados y una de las principales ciudades santuario. El contenido documento secreto fue publicado recientemente por Los Angeles Times.
Noem y Homan han ventilado sus quejas al mismo tiempo que Kash Patel, el polémico candidato de Trump para dirigir la agencia federal, está llevando a cabo una purga interna. Richard Durbin, el senador demócrata por Illinois, ha acusado a Patel de ordenar despidos y ceses dentro de la organización antes de que asuma sus funciones. Se prevé que el jueves la comisión judicial del Senado vote sobre el nombramiento de Patel al FBI.
Escepticismo con las cifras oficiales
Homan aseguró esta mañana que los números de detenciones de inmigrantes indocumentados no son lo suficientemente buenos para él. El zar de la frontera asegura que están procesando diariamente tres veces más personas que el Gobierno de Joe Biden en el último año del mandato demócrata. Esto colocaría la cifra alrededor de 900 sin papeles cada día, aproximadamente.
Pero hay un problema. ICE ha dejado de publicar los números de detenciones, una práctica a la que recurrió en los primeros días de la Administración para respaldar la retórica de mano dura. “¿Podrían haberlo hecho porque las cifras comenzaron a contradecir su narrativa?“, se preguntó Austin Kocher, un académico de la universidad de Syracuse especializado en migración. La tendencia en las detenciones comenzó a ir a la baja tras siete días de publicitar arrestos en las redes sociales.
La caída se refleja también en el número de expulsados que está recibiendo México, quien se ha visto forzado a aceptar a personas deportadas por Washington sin importar si son o no ciudadanos mexicanos. Desde el 20 de enero, el primer día de Trump en la Casa Blanca, y hasta el pasado 7 de febrero, las autoridades mexicanas habían recibido 577 personas diarias en promedio. En el año fiscal 2024, con Biden, eran 836 migrantes los que llegaban a territorio mexicano.
La cadena CNN también ha informado de la preocupación dentro de la Administración por los números de ICE. Las estimaciones indican que el Gobierno había detenido hasta inicios de febrero a unas 8.200 personas sin papeles. Una investigación de ProPublica reveló que menos de la mitad de estos tiene antecedentes penales. Esto a pesar de que el republicano prometió que la policía de inmigración se enfocaría primero en los criminales y en los indocumentados con cuentas pendientes con la justicia.
“Van muy rezagados”, aseguró el viernes un funcionario a la CNN en referencia a los resultados logrados por la policía de inmigración. La molestia provocó tensas llamadas entre Homan y Noem con Stephen Miller, el poderoso jefe de asesores de Trump encargado de política pública y gran cerebro detrás de la campaña por las deportaciones.
Después de las comunicaciones, se dio a conocer que la institución encargada por Noem, Seguridad Interior, solicitó ayuda al Departamento del Tesoro para que le cediera temporalmente agentes federales especializados en delitos fiscales. Estos se sumarían a la ofensiva contra los indocumentados, analizando las organizaciones de tráfico de personas y detectando los negocios y comercios que emplean a extranjeros sin papeles.
Estos agentes, alrededor de 2.300, trabajan para el IRS, la agencia federal de impuestos. De acuerdo con The Wall Street Journal, que reveló la petición de Noem, estos habían auxiliado a detectar fraudes y evasión por más de 9.000 millones de dólares el año pasado. Ahora tendrán que enfocarse en cazar inmigrantes. La mayoría de estos inocentes y sin delitos.