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Eliminar los impuestos de las propinas, la única propuesta que une a Kamala Harris y Donald Trump

Los economistas se muestran escépticos con la iniciativa que ambos candidatos han prometido en campaña

La candidata presidencial demócrata Kamala Harris y el candidato demócrata a la vicepresidencia Tim Walz, ordenan su comida en el restaurante Cocina Adamex en Phoenix, Arizona. El 9 de agosto de 2024.
La candidata presidencial demócrata Kamala Harris y el candidato demócrata a la vicepresidencia Tim Walz, ordenan su comida en el restaurante Cocina Adamex en Phoenix, Arizona. El 9 de agosto de 2024.Andrew Harnik (Getty Images)
Luis Pablo Beauregard

Aunque parece difícil, existen coincidencias entre Kamala Harris y Donald Trump. La candidata demócrata a la presidencia anunció el sábado que de llegar a la Casa Blanca eliminará los impuestos a las propinas. La iniciativa fue muy aplaudida en Las Vegas, que tiene una robusta industria de la hostelería con unos 300.000 trabajadores. Pero hay un problema. Trump lanzó esa misma propuesta, en la misma ciudad, dos meses antes, después de que una mesera se quejara de que el Gobierno se queda con gran parte de su sueldo. “Esta es una idea de TRUMP. Ella (Harris) no tiene ideas, solo me las roba”, escribió furioso el candidato republicano en Truth Social.

El movimiento MAGA ha enfocado desde el domingo su artillería contra Harris, considerándola una plagiaria por retomar una de las propuestas menos radicales de Trump. “La diferencia es que ella no la pondrá en marcha, solo quiere usarla con fines políticos”, aseguró el republicano, quien compite cuerpo a cuerpo con Harris para hacerse con Nevada en noviembre. De acuerdo a 538, el proyecto demoscópico de la cadena ABC, la abanderada demócrata aventaja en los sondeos al expresidente por un marginal 0,6%.

El sindicato Culinary 226, que representa a unos 60.000 trabajadores de la hostelería en Nevada, ha celebrado que las propias queden exentas de impuestos y elevar el salario mínimo, otra de las iniciativas anunciadas por Harris. La organización respaldó a la candidata demócrata antes de su visita a Las Vegas. En cambio, guardó silencio sobre la propuesta original de Trump. Un portavoz de la campaña de Harris ha asegurado este martes a la cadena NPR que las propuestas son distintas, pero que los detalles se darán a conocer próximamente.

El congresista demócrata Steven Horsford ha llamado el bluff del político conservador. “Si Trump quiere realmente ayudar a quienes viven de las propinas, estaría proponiendo eliminar el sub salario mínimo”, dijo el legislador antes de que Harris hiciera eco del tema de las propinas. Horsford se refería al sueldo mínimo federal para trabajadores de servicios, que permanece desde 1990 en los 2,13 dólares por hora. Mientras, el mínimo federal en otros empleos es de 7,25 dólares por hora. Siete Estados, entre ellos Nevada, han aprobado leyes que prohíben pagar el primer monto.

El beneficio fiscal ha resultado atractivo para Nevada, donde muchos empleados en hoteles y casinos ganan, en promedio, cuatro dólares menos por hora que en otras entidades. La propuesta, sin embargo, beneficiaria a todos los trabajadores del sector en el país. Son alrededor de 2,3 millones de personas, de acuerdo a las últimas estadísticas disponibles del Departamento del Trabajo, de mayo del año pasado. El ingreso anual para estos es de 36.500 dólares, en promedio.

Las dos senadoras de Nevada, Catherine Cortez Masto y Jacky Rosen, quien busca reelegirse al cargo en noviembre, también están en favor de la medida. Ambas se han sumado a una iniciativa que el senador Ted Cruz, un republicano radical de Texas, presentó en julio. Esto muestra que, al menos antes de las elecciones, los dos grandes partidos han mostrado sintonía y disposición para sacar adelante la propuesta.

Economistas escépticos

Aunque tiene tracción electoral, los economistas no se han mostrado muy entusiastas con la promesa. Los especialistas consideran que el plan no dejaría los beneficios que suenan tan bien en los mítines políticos. En primer lugar, porque no cambiaría la realidad para la mayoría de los trabajadores de pocos ingresos. Son menos de 3 de cada 100 empleados en el país los que dependen de las propinas para complementar sus sueldos, de acuerdo a la universidad de Yale. La base de esta fuerza de trabajo son adolescentes y menores de 25 años.

“¿Cómo se va a determinar quién está recibiendo una propina y cuando esta propina rebasa los límites del sueldo?”, aseguró Steve Rosenthal, del centro de estudios fiscales Urban-Brookings. El analista aseguró a la radio pública que la medida podría beneficiar desproporcionadamente a meseros que tienen un salario mínimo bajo, pero reciben muchas propinas. En cambio, en estados como California, donde los sueldos son más altos y las propinas más bajas, apenas se notaría en el bolsillo.

De ser aprobada por el Congreso, la iniciativa podría provocar a las autoridades tributarias un boquete de entre 150.000 y 250.000 millones de dólares a lo largo de la próxima década, de acuerdo al Comité para un Presupuesto Federal Responsable, una organización sin fines de lucro. Si esta política se acompaña con una subida al salario mínimo, el déficit estadounidense podría dispararse otros 200.000 millones de dólares entre 2026 y 2035, de acuerdo al grupo.

También hay temores de que esto distorsione el mercado laboral. “En la práctica, la exención de impuestos podría llevar a los empleadores a recalificar ingresos ordinarios como propinas, lo que podría derivar en pagas más bajas de salarios y más altas propinas. La magnitud de ese efecto es incierto y dependería significativamente de la regulación que acompañe a la norma”, añadieron. La campaña de Harris, sin entrar en específicos, aseguró que su propuesta estaría acompañada de requisitos para impedir que las empresas se aprovechen de esto.

Kid Rock, el rapero blanco que participó en la Convención Nacional Republicana que ungió a Trump, se ha encargado de esparcir las bondades de la iniciativa. El mes pasado, el músico subió a X una fotografía en la que dejaba una propina de 400 dólares en un consumo de 1.143 dólares en un restaurante de carnes de Kentucky. “Un voto por Trump es un voto para acabar con los impuestos a las propinas”, escribió en la cuenta.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.
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