Perico Beltrán, el cine contra el engaño
No es tanta la gente que tiene en el radar la figura del guionista de ‘El extraño viaje’
En 2008 Carlos F. Heredero escribió un libro sobre el guionista y actor Pedro Beltrán. Titulado Pedro Beltrán, la humanidad del esperpento, y publicado por la Filmoteca Regional de Murcia, esta obra pasó algo desapercibida. No es tanta gente la que tiene en el radar la figura de Perico Beltrán, aunque tan solo por ser el autor del guion de El extraño viaje (disponible en Flixolé y editada en DVD hace ya años por este periódi...
En 2008 Carlos F. Heredero escribió un libro sobre el guionista y actor Pedro Beltrán. Titulado Pedro Beltrán, la humanidad del esperpento, y publicado por la Filmoteca Regional de Murcia, esta obra pasó algo desapercibida. No es tanta gente la que tiene en el radar la figura de Perico Beltrán, aunque tan solo por ser el autor del guion de El extraño viaje (disponible en Flixolé y editada en DVD hace ya años por este periódico) ya merecería una placa en Cartagena. Pasa, cuando se entrevista a grandes escritores de larga carrera, que no hay soberbia en sus palabras. Curtidos en el desengaño y las penalidades de la vida, dicen todo aquello que no tenemos puñetera gana de escuchar.
La historia del Perico Beltrán escritor es la de un verso suelto que no fue recitado más que en escasas ocasiones (no se filmaron más que seis de sus guiones). Los buenos guionistas son, primero, buenos escritores, y los mejores guiones son —además de una guía para rodar una película— buenas obras con calidad literaria. El texto de El extraño viaje fue publicado —perdiendo el formato de guion— por La página Ediciones. Es un guion bellísimo.
Si ustedes leen este libro (lo pueden encontrar a muy buen precio, y merece la pena) podrán leer valiosísimas reflexiones no solo sobre el cine, sino también sobre la vida. “Yo entiendo que el dinero es una de las causas de muerte más importantes en la historia de la humanidad. De muerte física y de muerte moral”, confiesa.
Toda la entrevista con él (para mí, junto con su biografía, lo más interesante del libro) desprende un tibio desencanto, escenario sobre el que pululan los fantasmas de las películas que no fueron, que no se hicieron nunca. En las que se hicieron (especialmente destaco Bruja, más que bruja y El monosabio) hay un imperdonable defecto para el mundo del oropel cinematográfico: no te hacen sentir más listo; te hacen pensar. En lugar de enorgullecerte con tus presuntas virtudes, con la agudeza y el compromiso, te muestran lo poco que somos en este mundo que nos sobrepasa. Quizás es por eso que el cine necesario —el de verdad, no el didáctico— casi siempre se queda en la sombra. Revísenlo ahora. Es un autor a tener en cuenta, sobre todo en época de elecciones, porque ellos, los que creen que lo pueden todo, necesitan que nos sintamos listos para así poder tratarnos como a tontos.
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