‘Succession’: tres bodas y un funeral

Hay quien quiere ser la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro cuando lo mejor que se puede ser en los tres es el guionista, como bien demuestra el nuevo funeral de la serie

El actor Matthew Macfadyen en 'Succession'.

Hay quien quiere ser la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro cuando lo mejor que se puede ser en los tres es el guionista. Para qué va a querer uno ser el protagonista cuando puede, simplemente, escribir lo que pasa.

Ha llegado el funeral de Logan Roy. Y me imagino a los guionistas del episodio crujiéndose los dedos con satisfacción antes de ponerse a tecle...

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Hay quien quiere ser la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro cuando lo mejor que se puede ser en los tres es el guionista. Para qué va a querer uno ser el protagonista cuando puede, simplemente, escribir lo que pasa.

Ha llegado el funeral de Logan Roy. Y me imagino a los guionistas del episodio crujiéndose los dedos con satisfacción antes de ponerse a teclear los panegíricos de este penúltimo episodio de la serie.

En la ficción televisiva, funerales y panegíricos brillantes los hay a patadas. Uno de mis preferidos tiene lugar en la primera temporada de A dos metros bajo tierra (HBO). Fallece una actriz porno y sus compañeros de trabajo son los encargados de honrarla. “Estábamos rodando Larry el sucio III”, dice un actor emocionado en pleno sepelio. “Y ella era entusiasta. Nadie me ha hecho una mamada mejor en la vida. Y ni siquiera estábamos grabando”.

Lo malo de los funerales es que uno no está ahí para escuchar las alabanzas que se le dedican. A no ser que, como en el mejor episodio de Better things, uno pueda disfrutarlo en vida. A Sam, su protagonista, sus hijas y amigos le organizan un funeral para compensarla por el ninguneo familiar que siente hacia su trabajo como actriz. En él, su hija mayor se explica: “Nunca veía las series de mi madre, no me importaba su trabajo, porque era mamá, no quería compartirla con nadie”. A Logan Roy nadie lo compartió porque nadie lo tuvo, ni siquiera sus hijos. Shiv (excelsa Sarah Snook), termina su panegírico faltando a la verdad: “Lo hiciste bien, papá. Estamos todos aquí y nos va bien”. Si no tienes quien te quiera, procura tener al menos quien bien te mienta. Después de muerto es lo mismo.

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