Columna

Llanto

Aunque no nos conociéramos y en alguna ocasión nos embistiéramos, sentí una punzada honda y triste con la muerte de Javier Marías

El escritor Javier Marías.Samuel Sanchez

Es inevitable que recuerde aquel grito lírico de Léo Ferré en una canción afirmando —“Mozart murió solo, acompañado a la fosa común por un perro y sus fantasmas”— cuando constato en los medios de incomunicación que hay colas de ocho kilómetros para despedir a la difunta reina de Inglaterra. Y me pregunto estupefacto por las razones de ...

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Es inevitable que recuerde aquel grito lírico de Léo Ferré en una canción afirmando —“Mozart murió solo, acompañado a la fosa común por un perro y sus fantasmas”— cuando constato en los medios de incomunicación que hay colas de ocho kilómetros para despedir a la difunta reina de Inglaterra. Y me pregunto estupefacto por las razones de sus llorosos súbditos para ese amor torrencial hacia ella. Se me escapan. Deben de estar relacionadas con la magia, o el absurdo, o el culto a los dioses de los feligreses.

Ese llanto, esa adoración, esa sensación desolada de pérdida, me parece natural y lógico cuando mueren tus seres cercanos y queridos, familiares, amigos y amores. También con desconocidos que nos han regalado arte y belleza imperdurables. O investigaciones y hallazgos para hacer mejor la vida de sus semejantes. Imagino la eterna gratitud de tantos y tantos ante la desaparición de personas como Shakespeare, Billy Wilder, Velázquez, Bach, John Coltrane, Einstein, Isaac Newton, Alexander Fleming, Marie Curie, genios que otorgaron luz al cuerpo y al alma de la gente. También en otros que dedicaron su existencia y su conocimiento a aliviar la intemperie de los más desfavorecidos del planeta.

Y aunque no nos conociéramos y en alguna ocasión nos embistiéramos, sentí una punzada honda y triste con la muerte de Javier Marías. Se me han oscurecido aún más los domingos sin sus impagables columnas. Además de infalibles e implacables detectoras de la gilipollez, eran el pensamiento lúcido y admirablemente expresado de alguien tan inteligente como libre. Y no abundan.

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