Sindicato YouTube

¿Es un absurdo que se pidan asociaciones de este tipo en la red? ¿Parar a Google? La reacción ha sido unánime: risotada y corte de mangas

Asistentes al festival MadFun, protagonizado por algunos de los 'youtubers' e 'influencers' más conocidosJavier Lizon

Músico, arquitecto, DJ, escritor, actor, pintor, diseñador gráfico y bailarín de contemporáneo… Quien se defina de semejante forma tiene un nombre en español, y ese nombre es diletante. Ellos, sin embargo, prefieren definirse como “creadores de contenido”, y no solo porque desconozcan la palabra exacta. Es lícito aspirar a ser creador de contenido, es decir a ser el que llene las plataformas d...

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Músico, arquitecto, DJ, escritor, actor, pintor, diseñador gráfico y bailarín de contemporáneo… Quien se defina de semejante forma tiene un nombre en español, y ese nombre es diletante. Ellos, sin embargo, prefieren definirse como “creadores de contenido”, y no solo porque desconozcan la palabra exacta. Es lícito aspirar a ser creador de contenido, es decir a ser el que llene las plataformas de contenido para que la gente siga echando el día en ellas, ¿por qué no? El problema es cuando el creador pierde el norte sobre lo que es, o podría ser, su papel en todo esto. Esta semana un grupo de estas personas ha anunciado un sindicato de creadores de contenidos que le pare los pies a Google. La reacción ha sido unánime: risotada y corte de mangas.

Por qué es un absurdo ya lo han analizado otros cuantos youtubers de corte neoliberal. En breve: nadie te pide ni los vídeos ni te pone peros al contenido; los subes porque tú quieres. En el vídeo de presentación de esta ocurrencia se mezclan conceptos como democracia, libertad de expresión, diversidad, pluralidad ideológica… y de fondo, por supuesto, el dinero. La cara visible son creadores de contenido que manejan cifras irrisorias para lo que se pide en redes sociales. Solo dos pasan de los 100.000 seguidores.

Lo han planteado mal, muy mal. Pero cuidado con estas risas; el poder social de las redes es grande y pronto tendrá sentido exigir una transparencia. Es una batalla que no librarán los que proponen este sindicato —que acoge UGT motivada seguramente por alguien con afán por parecer joven— pero sí otros agentes. Será parte de una guerra por el control del conocimiento y la información, y dentro de 20 años probaremos los frutos. Que Dios nos pille confesados.


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