Soñadoras

Los ‘castings’ de “esa podría ser tú” son los más conmovedores que existen, pero en el caladero de los soñadores rara vez el escogido es el especial, el que vale

La presentadora Cristina Pedroche, en una imagen de 2017 durante una entrevista con EL PAÍS.Samuel Sánchez

En 1994 murió un tal Hugh Gravitt —ustedes nunca le habrán oído mencionar—, y dos años antes pudo ver en la CBS la continuación del libro que él le negó al mundo: Scarlett. Gravitt conducía ebrio la noche en la que Margaret Mitchell cruzaba la calle en compañía de su marido. Margaret había hablado ese día con su editor sobre darle continuidad al personaje de Escarlata O´Hara. “Mañana lo pensaré”. Pero ese mañana no llegó, al menos para ella. La continuación de su historia la escribió Alexandra Ripley, autora de novela r...

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En 1994 murió un tal Hugh Gravitt —ustedes nunca le habrán oído mencionar—, y dos años antes pudo ver en la CBS la continuación del libro que él le negó al mundo: Scarlett. Gravitt conducía ebrio la noche en la que Margaret Mitchell cruzaba la calle en compañía de su marido. Margaret había hablado ese día con su editor sobre darle continuidad al personaje de Escarlata O´Hara. “Mañana lo pensaré”. Pero ese mañana no llegó, al menos para ella. La continuación de su historia la escribió Alexandra Ripley, autora de novela romántica vinculada al ambiente sureño. Era 1991. Un año después se convocaba un macrocasting mundial para interpretar a la Escarlata O’Hara post Melania Hamilton. Antena 3 fue la cadena encargada de oficiar el paripé al que acudieron más de 300 ilusas con un presunto nivel alto de inglés, y un físico apto para encajar en el rol de belleza sureña. Nada hubiera sido más bonito que ver a Rocío Gómez, natural de Coria del Río, protagonizar la segunda parte más innecesaria de la historia del cine.

Los castings de “esa podría ser tú” son los más conmovedores que existen. Poner a todos los exalumnos de Corazza a grabar sus propios castings, subirlos a una página web sin pensar que solo van a pasar la criba aquellos con un número importante de seguidores. En Scarlett al menos prometían el papel protagonista. Algo parecido hicieron en Sé lo que hicisteis buscando sustituta para Pilar Rubio. De allí salió Cristina Pedroche, a años luz de las ilusas que participaron en la charlotada. Junto con Verónica Echegui (esa sí que fue un descubrimiento) la única que salió airosa de un casting masivo.

Castings en colegios, castings en polideportivos, castings en discotecas. El caladero de los soñadores donde rara vez el escogido es el especial, el que vale. Los eventos son engaños, pero los artistas son la verdad. Ojalá ninguno olvide que a Vivian Leigh nadie la quería en el papel de Escarlata O’Hara.

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