‘Physical’: comida, mentiras y cintas de aeróbic
Se han acabado los Juegos y para superar la abstinencia tenemos ‘Physical’, novedad veraniega de Apple TV+, en la que no hay mucho espíritu olímpico, pero sí mallas, sudor y una voz en ‘off’ que suena igual que Anna Tarrés
La España que madruga para ver esgrima, pentatlón o piragüismo se ha despertado hoy desorientada tras diecisiete días de deporte sin pausa. Para sobreponerse al hecho de que nadie en Tierra amarga levanta 109 kilos en dos tiempos, Lydia Lozano no adereza sus chumineros con cintas y la curva que abre informativos ya no es la del medallero, sino la del covid, es mejor buscar algún placebo. ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La España que madruga para ver esgrima, pentatlón o piragüismo se ha despertado hoy desorientada tras diecisiete días de deporte sin pausa. Para sobreponerse al hecho de que nadie en Tierra amarga levanta 109 kilos en dos tiempos, Lydia Lozano no adereza sus chumineros con cintas y la curva que abre informativos ya no es la del medallero, sino la del covid, es mejor buscar algún placebo. Physical, que el viernes finalizó su primera temporada en Apple TV+, es una opción. No hay mucho espíritu olímpico, pero sí mallas, sudor y una voz en off que suena como Anna Tarrés.
Esa voz brutal es lo primero que nos sacude en la serie protagonizada por Rose Byrne —¿alguien puede verla en pantalla sin desear que aparezca Kristen Wiig cantando Hold on?— y sirve para dejar claro el tono negrísimo en el que se mueve la historia de Sheila Rubin, un ama de casa californiana de los ochenta con un marido activista, un trastorno alimenticio y una relación complicada con sus padres que se refugia en el aeróbic. Su creadora, Annie Weisman, afirma haberse inspirado en sí misma; Jane Fonda alza una ceja.
Si es complicado no pensar en la protagonista de Grace y Frankie, también lo es no recordar a la Krystal Stubbs de la efímera Llegar a ser Dios en Florida, otra emprendedora en mallas con quien Sheila comparte hiperlaxitud moral. Y más aún no sentir nostalgia de esa GLOW a la que le quedaba tanto por contar.
Con la segunda temporada confirmada tal vez Weisman podría plantearse un revolucionario mashup televisivo que integrase a Sheila, Krystal y las damas de la lucha libre de Liberty Belle y Zoya Destroya. Y al frente del grupo, Jane Fonda. ¿Por qué no fantasear? Sin esgrima, pentatlón ni piragüismo nos queda mucha noche para soñar.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.