Cómo la nostalgia invadió la televisión
La digitalización de los fondos documentales de las cadenas multiplica el número de programas basados en contenidos de archivos
La televisión ya no es joven. Atresmedia y Mediaset celebraban su 30 aniversario hace poco y Televisión Española les dobla en edad, camino ya de los 64 años. Sus arcas están llenas de archivos y, gracias al avance en la digitalización de esos fondos, estos cada vez son una parte mayor del principal medio de comunicación español. Los programas y espacios en cadenas y páginas webs y redes sociales que hacen de la nostalgia y de la lección de historia su estandarte se han disparado en las parrillas, en especial en la pública. Este año, TVE ha estrenado Lazos de sangre, ...
La televisión ya no es joven. Atresmedia y Mediaset celebraban su 30 aniversario hace poco y Televisión Española les dobla en edad, camino ya de los 64 años. Sus arcas están llenas de archivos y, gracias al avance en la digitalización de esos fondos, estos cada vez son una parte mayor del principal medio de comunicación español. Los programas y espacios en cadenas y páginas webs y redes sociales que hacen de la nostalgia y de la lección de historia su estandarte se han disparado en las parrillas, en especial en la pública. Este año, TVE ha estrenado Lazos de sangre, Tesoros de la tele y Typical Spanish, donde explotan estos recursos con cada vez más facilidad técnica; a su lado están formatos reconocidos por la audiencia como Cachitos de hierro y cromo (en especial su popular entrega de Nochevieja), Ochéntame (que recuperaba imágenes de la década de los ochenta en relación con la serie Cuéntame, y que ahora se reconvertirá en Novéntame), Viaje al centro de la tele, Cómo nos reímos, o, Toma salami en Telecinco.
Estos archivos han permitido también descubrir imágenes como Penélope Cruz participando en un concurso de TVE cuando tenía 15 años o Jorge Sanz de niño, dando sus primeros pasos como actor. El último descubrimiento fue ver a Adolfo Suárez dar indicaciones a Franco sobre cómo debía hablar a cámara. En espacios actuales como Lazos de sangre, la cadena recupera apariciones de personajes famosos: el último fue Carmen Sevilla (de quien en Telecinco también tienen un amplio registro). “Desde que están digitalizados, el uso de los fondos se ha multiplicado espectacularmente. Ahora un redactor de Viaje al centro de la tele o un editor de un telediario tienen acceso directo al archivo, sin que seamos nosotros intermediarios, pueden cortar los planos que necesitan y nosotros se lo restauramos en alta resolución. Se lo dejamos en el ordenador y ellos pueden montar su pieza sin levantarse de la mesa”, explica Alberto de Prada, director del Fondo Documental de TVE.
“Este uso y abuso del archivo tiene la intención de alimentar a su público y darles lo que quieren. No van a captar, o poco lo van a hacer, a otro público, sino fidelizar lo que ya tienen y darle la medicina que necesita la tele publica. Es un target que reconoce muy bien esa tele, que le lleva y evoca momentos buenos, cuando era más joven y la tele representaba un universo y una banda sonora muy particular y única, no esta abundancia audiovisual de ahora. Esta es la clave de la buena nostalgia, y la tele publica lo está usando muy bien, porque ese archivo, que es de todos, cuenta buenas historias”, explica la analista de televisión Mariola Cubells.
La digitalización del archivo arrancó en RTVE en 1999 con los fondos de Radio Nacional y, tras años de preparativos, comenzó para los contenidos televisivos en 2008. En cuatro años se digitalizaron 400.000 horas de vídeo y se establecieron las bases para que fueran accesibles a los equipos de trabajo del grupo. A día de hoy han pasado ya del millón de horas tratadas. “Estamos al 90% de fondos digitalizados. Y queremos arrancar para finales de este año, que la pandemia nos ha retrasado mucho, el proyecto de digitalizar los centros territoriales. Son cerca de 160.000 horas de vídeo”, comenta el directivo.
“Todas las teles del mundo están en esa vía, es un fenómeno general”, dice De Prada. En Mediaset y Atresmedia todavía no están explotando sus archivos con tanto entusiasmo, pero sí han empezado a hacerlo. En el verano de 2019, Telecinco emitió ¡Toma salami!, en el que repasaba los momentos (los inicios de la cadena con las Mamachicho, Gran hermano, La que se avecina...) y personajes (Belén Esteban, Risto Mejide, María Teresa Campos...) más famosos de la historia de sus cadenas. Tuvo buena acogida y hubo una segunda temporada a principios de este año. Telecinco también emitió durante siete años I Love TV, que repasaba los fines de semana lo mejor de la cadena y lo mismo hizo Antena 3 con Los más TV.
“TVE lo hace muy bien porque es la única baza como seña de identidad que la diferencia del resto de las cadenas. Cachitos es una obra de culto, que sabe usar la narrativa actual con esas imágenes que tenemos en la retina”, comenta Cubells. “Es muy potente audiovisualmente y plasma realidades. El programa que emitió el jueves Tesoros de la tele de La bola de cristal es todo un análisis sociológico de esos años y lo que era la tele infantil. Hay programas más afortunados que otros, pero estos usan bien un archivo y crean un relato audiovisual bien organizado, una narración, no como Toma salami [que es una sucesión de cortes]”, añade la periodista. “Que los realizadores naveguen por el archivo es una forma de generar ideas también. Esta explosión de programas basados en el archivo es porque el archivo es el que es, y tiene esa cantidad de imágenes. La facilidad de uso y de acceso ahora es impresionante”, comenta el director del fondo.
La pandemia ha provocado que los contenidos basados en los archivos coticen al alza. Eran la mejor forma de suplir la falta de series, concursos y retransmisiones deportivas, casi todo paralizado o pospuesto por la crisis sanitaria. En Teledeporte, la programación desde el inicio de la cuarentena es de archivo casi en su totalidad, con la recuperación de partidos históricos de varios deportes, competiciones antiguas, etc. “El archivo es un flotador para cubrir parrilla, las producciones estaban paradas, había que cubrir muchas horas de parrilla, algo que ha pasado en todas las televisiones, en mayor o menor grado”, apunta De Prada.
20 millones de documentos
“En esta época de plataformas de streaming, hay una que es RTVE A la carta, libre y gratuita, hay miles de series y programas, que se suben a diario”, comenta el director. En la web de la cadena pública se pueden ver series, películas, concursos, obras de teatro y actuaciones musicales. En el caso de RTVE, el archivo de 20 millones de documentos contiene material que va más allá de la radio y la televisión: escritos, fotografías, colecciones de prensa, la revista TeleRadio (editada entre 1960 y 1983 por TVE), partituras de la orquesta del ente, el No-Do al completo, 27.000 diapositivas del programa de Félix Rodríguez de la Fuente y la colección de imágenes (37.000 placas de cristal) del danés Christian Franzen, que se convirtió en el fotógrafo oficial de Alfonso XIII y documentó la vida nocturna del Madrid de finales del siglo XIX. Esto último será una de las nuevas adiciones de RTVE en la web pública del archivo.
“Creo que estamos al principio, que vamos a seguir ahondando en esta historia. Cachitos ha sido la gran revelación. Se han dado cuenta de que crea fidelidad”, explica Cubells. El valor de estos archivos se explota también en las redes sociales. Así lo hace TVE en Twitter, Facebook, Instagram, YouTube y dentro de poco en Tik Tok, donde acaba de inaugurar su canal. “Es paradigmático el buen uso que están haciendo de las redes sociales. Sin esto, han entendido que no hay nada que hacer. Están mezclando bien ese mundo que evoca, de años atrás y, si tú lo vendes bien en las redes, ese murmullo consigue crear ese relato”, dice la analista.
Para las cadenas, esta digitalización ha sido un trampolín tanto para la producción de espacios como para la comercialización de los archivos. “Ha aumentado la compra de secuencias para producciones, aparte de programas. Es continuo que haya productoras que quieran imágenes para sus propias producciones. O que nos ofrezcan coproducir una serie o un documental porque disponemos de ese archivo”, apunta De Prada. En el archivo de la televisión pública también atienden peticiones de investigadores, universidades y de organismos gubernamentales. Por ejemplo, el Ministerio de Educación pidió acceso a los fondos para montar su programación educativa en La 2 y en Clan de apoyo a los alumnos confinados en sus casas. Sin duda, la pandemia de 2020 será uno de los acontecimientos históricos mejor documentados y archivados de la historia de la televisión.