Se me rompió el mando de la tele y lo cambié por uno universal, ¿es una buena opción?
Atractivos por su precio, funcionan además con otros muchos dispositivos. He echado en falta teclas específicas para los servicios de ‘streaming’
Después de cinco años funcionando a pleno rendimiento, hace unas semanas algunas de las teclas del mando a distancia de mi televisor —un modelo OLED de LG de 2019— empezaron a dar fallos, y la rueda de desplazamiento directamente dejó de funcionar. Así que me puse a buscar opciones para sustituirlo por otro. A priori, lo más sencillo era comprar el modelo original, a la venta en la web de la propia firma y en otros comercios online, pero empecé a ver opciones compatibles y mandos universales, y la verdad es que me picó la curiosidad: tenían funciones muy similares, pero eran más económicos.
Programable en el ordenador
Mi sorpresa fue grande al comprobar que los mandos universales ya no son lo que eran. Recuerdo configurarlos pulsando los códigos manualmente y la cantidad de veces que eso hacía que dieran errores. Ahora, y aunque todavía muchos funcionan así, los más modernos se conectan al ordenador por cable y se configuran en segundos a través de un programa en el que están memorizadas todas las marcas y modelos; solo hay que elegir el correcto. Los tienen One For All, TM Electron y otras muchas firmas. En mi caso, elegí un Superior Freedom Micro-USB que, además del televisor, me permite controlar otros tres dispositivos a la vez: reproductores de DVD y Blu-ray, sistemas de audio, proyectores, decodificadores de satélite o TDT. Incluso es compatible con ventiladores.
¿Qué ventajas veo con respecto a los mandos originales de cada fabricante? Además del precio, la principal es que desde un único mando puedo controlar varios dispositivos: en la parte superior hay cuatro botones y basta con pulsar uno u otro para ir cambiando. ¿Y desventajas? Los botones son diferentes y cuesta algo acostumbrarse y, además, no suelen tener accesos directos a plataformas de streaming, por ejemplo, y tampoco ruedas para desplazarse por los contenidos (solo ‘flechas’). La función de scroll es lo que más echo de menos.
Qué tener en cuenta
Por eso, uno de los aspectos principales a tener en cuenta a la hora de elegir un mando es qué botones incluye para intentar seleccionar la opción más parecida al original y, sobre todo, que sean útiles para el aparato que se desee controlar. De nada sirve tener un acceso directo a Netflix si queremos usarlo con una barra de sonido, por poner un ejemplo.
Los expertos también recomiendan fijarse en los materiales en los que está fabricado, pensando en su resistencia: al ser un dispositivo que se usa tanto, vamos a pulsar muchas veces sus botones y cuanto mayor sea su durabilidad, mejor. En este sentido, además, que la distancia entre teclas sea cómoda para no pulsarlas por error y que no sea pesado, mejoran mucho su uso.
Por último, antes de decantarse por un modelo conviene asegurarse de su compatibilidad. Normalmente, en las fichas técnicas se especifican el tipo de dispositivos y marcas con los que funciona, y se incluyen algunos datos adicionales que dan pistas de sobre si servirán para un modelo u otro. En algunos incluso dicen que su base de datos de códigos tiene tantos miles de códigos, que los actualizan a diario o que puedes solicitarles que añadan el tuyo si no está.