Por qué LaLiga se enfrenta a un gigante de internet por la piratería: “Tiran nuestras notificaciones a la papelera”
Los gestores del campeonato español de fútbol explican las razones por las que creen que Cloudflare no responde a sus peticiones contra el fraude
Desde principios de febrero, cientos de personas se han quejado en redes de que sus páginas web no eran accesibles. Son víctimas colaterales de un enfrentamiento entre LaLiga —que se ampara en un permiso judicial— y un gigante de internet, Cloudflare, por la propiedad intelectual de la emisión del fútbol que gestiona la organización española. Las páginas afectadas son probablemente miles y sus dueños han llevado su indignación a las redes, pero también se han organizado en torno a conferencias para discutir el caso, amenazas de denuncias e incluso troleos contra Javier Tebas, presidente de LaLiga, que ahora tiene una página paródica a su nombre. El ejecutivo, en respuesta, ha llamado “frikis” a los afectados, aunque los problemas afectan también a grandes empresas: en los dos fines de semana con más cortes, las páginas GitHub y ChatGPT sufrieron caídas en el horario de los partidos del campeonato español. Solo Cloudflare sabe a cuánta gente puede llegar a afectar cada corte y LaLiga critica la actitud de la compañía.
El modo en que está organizado internet facilita la vida a los piratas. Tanto LaLiga como Cloudflare tienen argumentos razonables para justificar sus acciones y es posible que el único remedio a este problema sea judicial. En otros países europeos hay ya denuncias en marcha o en proceso de apelación contra Cloudflare. Tebas parece tener un plan propio para España. “En 12 meses habré solucionado un 80% de la piratería”, dijo este lunes en un desayuno de Europa Press, en un alarde de confianza ante una batalla que lleva años de casos judiciales. “Hemos profundizado en el mercado de la piratería a partir de octubre”, dijo también.
El principal temor de LaLiga es, obviamente, la pérdida de valor de las retransmisiones. “Estamos en una situación en donde los titulares de derechos tenemos que invertir una cantidad millonaria para proteger nuestros activos de propiedad intelectual, para proteger nuestra viabilidad y es duro decirlo, pero es así, si no hacemos nada, esta industria se va a la ruina”, explica a EL PAÍS Guillermo Rodríguez, coordinador de fraude audiovisual de LaLiga. Según Rodríguez, LaLiga es la única propiedad deportiva que tiene un equipo interno de más de 50 personas dedicado exclusivamente a lucha contra el fraude. Otras organizaciones tienen estos equipos externalizados. “No estamos para eliminar los dos vídeos que hay en YouTube y decir que hemos cumplido. Al final, la industria del entretenimiento está en juego”, dice Rodríguez.
¿Qué hace Cloudflare para complicar tanto la vida a los gestores del campeonato español? Según la LaLiga, proteger a los piratas. Cada fin de semana hay 3.000 fuentes piratas de emisión, asegura Tebas. Y LaLiga los detecta: “Tenemos tecnología que nos permite ir identificando streams ilegales (webs, IPTV, apps)”, dice Rodríguez. “Identificamos cuál es la IP que está permitiendo esa emisión, cuál es la infraestructura que está siendo utilizada por esa aplicación móvil, por esa web. También hacemos el análisis técnico para identificar dónde está alojado, quién está por ejemplo dando el servicio de CDN a ese stream y actuamos”.
Según LaLiga, un cuatro de cada diez de esas emisiones usa tecnología de Cloudflare, que es un gigante que da servicio de infraestructura y seguridad a millones de páginas en el mundo. Uno de los servicios que da Cloudflare, que protege la privacidad de sus clientes, es cifrar el tráfico e ir cambiando las direcciones IP que llevan a cada dominio de manera dinámica. Igual que millones de páginas legítimas disfrutan de ese servicio, también lo hacen los piratas. Es como si Cloudflare fuera un centro comercial y alguna tienda vendiera droga. Un detalle añadido, pero importante, es que Cloudflare no posee el espacio que aloja a esas tiendas, sino que solo permite a los clientes que lleguen hasta ellas con seguridad.
Qué hacen con mis notificaciones
Este embrollo técnico no es el que irrita a LaLiga. El problema, según LaLiga, es que cada fin de semana envía cientos o miles de notificaciones y Cloudflare no hace nada. “Nosotros identificamos que el 40% de todo lo que se detecta, de todos los streams ilegales, está detrás de Cloudflare”, explica Rodríguez. “Notificamos a Cloudflare, les decimos: ‘Aquí tiene usted el dominio, la IP, la evidencia de ese stream ilegal. Por favor, córtele el servicio’. Sabemos a quién vendemos el contenido y a quién no y créame que esta web que se llama Pirlo TV o Roja Directa no tiene ningún derecho. Y ellos cogen esa notificación y automáticamente la envían a la papelera, no hacen absolutamente nada”, asegura.
Esas notificaciones abandonadas serían la clave. “Nosotros insistimos siempre a todas las compañías, redes, plataformas de hosting a las que hablamos, les planteamos el problema de la industria del entretenimiento, del deporte en directo. Y la respuesta de Cloudflare es: notifíqueme”, dice Rodríguez. Las notificaciones van por vías diferentes: “Ni una ni dos. Y aun así, siguen sin llevar a cabo ningún tipo de acción, cero”, critica Rodríguez.
LaLiga manda cada semana cientos de esas notificaciones, “por no decir miles”, en palabras de Rodríguez. “Incluso nos han llegado a decir que la revisión de esas notificaciones se hace de forma manual. Algo que no sé si es del todo cierto, pero que le echa a uno las manos a la cabeza”, dice Rodríguez. Si hay miles de notificaciones y la verificación puede ser manual, es posible intuir dónde está el problema. EL PAÍS ha consultado con especialistas que admiten que podría no ser tan raro que esa revisión sea manual. Cloudflare debe asegurarse de que en ese dominio hay lo que LaLiga dice que hay. Si el reto es hacerlo durante los 90 minutos del partido, para evitar el perjuicio, la situación se complica.
Pero LaLiga sigue sin creer que ese sea el problema real de Cloudflare: “No es una cuestión de que no tengan recursos para procesarlo y que digan ‘en vez de cortártelo el sábado a las 9, te lo corto el domingo a las 2′. Es que directamente no lo cortan. No nos dicen que tengan mucha carga de trabajo”. Según LaLiga, no cortan porque se lucran de esas fuentes.
EL PAÍS ha preguntado a Cloudflare sobre estas notificaciones y su procesamiento, pero su única respuesta ha sido este breve comunicado: “Cloudflare se comunica regularmente con titulares de derechos y responsables de políticas sobre la lucha contra la piratería ilegal y el abuso en línea. Aunque Cloudflare no puede eliminar contenido de Internet que no aloja, contamos con procesos de abuso bien desarrollados y automatizados para ayudar conectando a los titulares de derechos con los proveedores de servicios que pueden tomar medidas efectivas, en consonancia con los requisitos legales de la Ley de Servicios Digitales de la UE. Seguiremos impulsando soluciones racionales para combatir la piratería ilegal que no vulneren los derechos de millones de europeos a navegar por Internet”.
Además de las denuncias de otras ligas europeas, Cloudflare ha litigado en casos de piratería en EE UU, donde tiene su sede. En 2021, un tribunal federal rechazó una denuncia de una empresa de trajes de novia a la que pirateaban sus fotos. La doctrina del tribunal era que esas páginas piratas podían seguir existiendo sin Cloudflare y que la compañía no “ampliaba significativamente” la infracción. Es decir, como dice Cloudflare en su comunicado, el objetivo de los propietarios de los derechos deberían ser las empresas que alojan a esas páginas.
A pesar de esa victoria, Cloudflare sabe que las denuncias por propiedad intelectual pueden ser un problema: en su informe de salida a Bolsa en 2019 reconocían que esos litigios podían comprometer sus acciones. En su reciente caída en Bolsa, podría incluso haber tenido algo que ver la batalla judicial en España de LaLiga, que Cloudflare ya disputa en los tribunales.
Las víctimas colaterales
Todo este enfrentamiento tiene miles de víctimas colaterales en páginas españolas. LaLiga obtuvo en diciembre de 2024 un nuevo permiso judicial para bloquear las direcciones IP que llevan a las emisiones pirata. Pero por el propio funcionamiento de internet y de Cloudflare, cada una de esas IP incluye tanto páginas legítimas como ilegales. Cuando LaLiga pide a las operadoras que, como Cloudflare no actúa, sean ellas quienes bloqueen, lo que hacen es tirar durante unas horas montones de otras páginas. No solo no se saben cuántas, tampoco si afectan a todos los lugares de España igual, si es más o menos tiempo o si depende del operador. LaLiga ha abierto un buzón para que los afectados lo comuniquen.
En LaLiga evidentemente saben cómo funciona internet. “No estamos actuando para fastidiar a otros, es que Cloudflare está poniéndolos a ellos como rehenes”, dice Rodríguez. Cloudflare evita que las operadoras vean el tráfico de sus usuarios y la privacidad de las páginas españolas impide a las operadoras bloquear a los piratas.
LaLiga vende sus partidos a través de Movistar y Orange y solo sus clientes tienen acceso a los partidos. “Es una estrategia comercial y que al futbol español le ha venido muy bien en los últimos años”, dijo Tebas. Otras competiciones tienen otras opciones, como por ejemplo la NBA, que pide una tarifa mensual, sin más. LaLiga también sabe que es un camino incierto: “En el hipotético caso de que bajemos el [precio del] fútbol, ¿seguro que todos los piratas dejarán de piratear y van a pagar?”, se preguntó Tebas el pasado lunes. “¿Vamos a asumir los clubes de fútbol o Telefónica y Orange bajar para que la gente pague menos? ¿Van a pasar todos a pagar y compensarlo? Tengo mis serias dudas”.