¿Borroso, con libros, en la cocina? El fondo que se muestra en Zoom es el nuevo traje de negocios
La primera impresión que causa una persona en una videollamada depende del decorado en segundo plano, según un estudio
Desde que las reuniones presenciales pasaron a ser telemáticas, al principio de la pandemia, estas se han convertido en una nueva rutina profesional: más de 200 millones de personas se reunieron al día en Zoom durante el mes de marzo de 2020. La primera impresión que genera una persona en esos encuentros digitales no es la misma que la que de una cita presencial: el fondo de una videollamada, la expresión facial y el género son factores que influyen en la percepción de cuanto de fiable y competente puede ser alguien a t...
Desde que las reuniones presenciales pasaron a ser telemáticas, al principio de la pandemia, estas se han convertido en una nueva rutina profesional: más de 200 millones de personas se reunieron al día en Zoom durante el mes de marzo de 2020. La primera impresión que genera una persona en esos encuentros digitales no es la misma que la que de una cita presencial: el fondo de una videollamada, la expresión facial y el género son factores que influyen en la percepción de cuanto de fiable y competente puede ser alguien a través de la pantalla, según explica un estudio que acaba de publicar la revista PLOS ONE.
“Las primeras impresiones se ven afectadas de forma significativa por factores visuales contextuales, por lo que el fondo del vídeo podría influir de manera diferencial en las evaluaciones de las primeras impresiones en comparación con las reuniones en persona”, revela el estudio. Por lo tanto, si la apariencia virtual en una reunión por Zoom o Teams se considera “más importante que la vestimenta”, el fondo de una videollamada se caracteriza por ser el nuevo traje de negocios. En las entrevistas de trabajo, un 97% de solicitantes de empleo se consideran más competentes por acudir vestidos de manera formal y transmitir así capacidad, madurez y éxito.
En el estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Durham (Reino Unido), las 167 personas participantes valoraron la percepción de confianza y competencia de sus compañeros, teniendo en cuenta algunas variables. Durante las videollamadas ficticias, pudieron observar sus rostros masculinos y femeninos con expresiones felices y neutras, superpuestos sobre seis fondos virtuales: unas plantas de interior, una estantería de libros, un salón, una versión borrosa de un salón, una pared en blanco y un fondo novedoso (por ejemplo, una imagen descargada de internet).
Los rostros que contaban con una estantería con libros en el fondo ganaron más puntos de confianza y competencia. Esto se debe a la relación positiva que hay entre la alfabetización y la inteligencia, y la lectura y el rendimiento económico, según los autores del estudio. José Antonio Tamayo, psicólogo sanitario de Activa Psicología, invoca el “efecto halo” para tratar de explicar este resultado: “Es la tendencia a asociar en nuestros juicios sobre otras personas, lugares, objetos o situaciones, ciertas características positivas con otras también positivas, sin que exista un fundamento empírico que demuestre tal relación. En el caso de la decoración, aunque sea virtual, influye en la formación de las primeras impresiones y podría ser que los libros se asocien a cultura e inteligencia”.
Los fondos caseros también despiertan cierta curiosidad en las redes. El usuario de Twitter Room Rater (evaluador de habitaciones, en inglés), con más de 387.000 seguidores, se dedica a puntuar del 1 al 10 los fondos virtuales de los expertos que aparecen en las videollamadas de los canales de televisión estadounidense. En sus publicaciones, critica sarcásticamente los objetos que aparecen en los vídeos. Un ejemplo de ello es el comentario sobre la videollamada de Leah Litman, profesora de Derecho de la Universidad de Michigan (EE UU) con la cadena MSNBC: “Buen montaje de profesor de derecho. Los carteles de viajes son arte. Osito de peluche. Infracción menor con la bolsa de tela. 9/10″.
Los rostros con plantas en el fondo fueron calificados dignos de confianza por la conexión de los seres humanos con el entorno natural. Pepe Cosín, decano del Colegio de Diseñadores de Interior de la Comunidad Valenciana (CDICV) respalda que un espacio con plantas es más fiable, ya que “las plantas nos conectan con la naturaleza, y nos transmiten serenidad y confianza”.
Ver la casa de los demás en un contexto laboral se considera “poco profesional”, según el estudio, y por eso los participantes puntuaron más bajo el fondo en el que aparecía un salón. Las videoconferencias grabadas desde un dormitorio también se han considerado menos profesionales que un entorno de oficina en casa. Tamayo lo compara con el efecto que produciría ir al trabajo con ropa de estar por casa. Los fondos borrosos, novedosos o en blanco tampoco tuvieron éxito por ser considerados “poco fiable”.
Las caras de mujeres, más fiables
Las expresiones faciales, como parte del lenguaje no verbal, son importantes en las videollamadas por transmitir información valiosa sobre los sentimientos e intenciones de los demás, tal y como revela el estudio. Una persona contenta tiene más probabilidades de dar una buena impresión y de ser más fiable. Sonreír indica confianza y autoestima, y, por lo tanto, revela una mayor capacidad de acción y competencia.
Los rostros de mujeres, independientemente del fondo que utilicen, se perciben en el estudio como más fiables y más competentes. Además, la confianza que desprende la mujer contrarresta los resultados negativos de un fondo casero o borroso. Sin embargo, no pasa igual con los hombres: los juicios de confianza y competencia no tienen efectos sobre el fondo y, por lo tanto, deben ser más conscientes de eso.
Como conclusión, para dar una mejor impresión al interlocutor, el estudio recomienda poner en las videoconferencias una estantería de libros o plantas de fondo. También sugiere evitar los fondos caseros (aunque sean borrosos) y los artificiales, y tener una actitud sonriente durante las videollamadas. En 2024, cuando las restricciones de la covid ya solo sean un recuerdo lejano, se prevé que el 75% de las reuniones de negocios se seguirán haciendo por videoconferencia: para salir airoso, al menos visualmente, será mejor contar detrás de la silla con una biblioteca y un cactus.
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