Samsung Galaxy S22 Ultra, a prueba: un clon de los Note con un lápiz para tomar notas
El buque insignia de la marca surcoreana cuenta con un diseño más rectangular y una pantalla gigantesca mejorada
El nuevo Samsung Galaxy S22 Ultra se parece más que nunca a los Galaxy Note. Además de un diseño similar, incorpora un orificio para guardar el S-Pen. El lápiz óptico que tradicionalmente acompañaba a los Note convierte a este terminal en una especie de bloc de notas digital. La marca de Corea del Sur también ha mejorado la calidad de la pantalla y el rendimiento de las cámaras en ambientes con poca luz. Todas est...
El nuevo Samsung Galaxy S22 Ultra se parece más que nunca a los Galaxy Note. Además de un diseño similar, incorpora un orificio para guardar el S-Pen. El lápiz óptico que tradicionalmente acompañaba a los Note convierte a este terminal en una especie de bloc de notas digital. La marca de Corea del Sur también ha mejorado la calidad de la pantalla y el rendimiento de las cámaras en ambientes con poca luz. Todas estas prestaciones hacen de este buque insignia un terminal caro; su precio parte de los 1.259 euros.
EL PAÍS ha probado durante unos días el Samsung Galaxy S22 Ultra. Se trata, ante todo, de un móvil grande y pesado. Mide 16,3 centímetros de alto, 7,7 de ancho y 8,9 milímetros de grosor y pesa 228 gramos. Su diseño rectangular recuerda bastante al del Galaxy Note 20 Ultra, pero, en este caso, desaparece el módulo de cámaras rectangular que agrupaba todos los sensores y estos pasan a estar integrados de forma aislada en su trasera. Como sobresalen ligeramente, el móvil se tambalea al apoyarlo sobre una superficie lisa sin funda. Pese a sus dimensiones, el terminal resulta cómodo en mano. Su parte trasera tiene un acabado mate en el que apenas quedan marcadas las huellas dactilares al utilizarlo.
La pantalla, de 6,8 pulgadas, destaca por su ligera curvatura en los laterales y por su calidad. Además de que se ve muy bien tanto en interiores como en exteriores soleados, cuenta con una tasa de refresco adaptable que alcanza los 120 Hz. Este parámetro hace referencia a la cantidad de veces que la pantalla se actualiza por segundos. Por lo tanto, cuanto más alto sea, más fluidos son los movimientos, aunque también se consume más batería. El usuario puede optar por una frecuencia adaptable que alcance los 120 Hz o por una de 60 Hz para prolongar la duración de la batería. Al activar la primera opción, la experiencia de visualización resulta fluida y suave.
Si hay algo que diferencia al S22 Ultra de sus antecesores es que incorpora por primera vez un S Pen. Aunque el S21 Ultra ya era compatible con el lápiz óptico que tradicionalmente acompañaba a los Galaxy Note, se necesitaba una funda específica para el terminal. Ahora, el S Pen se guarda dentro del propio móvil, en la parte inferior izquierda.
Aunque este lápiz óptico puede servir para fomentar la productividad, probablemente no sea un accesorio al que todos los usuarios le saquen provecho. El S Pen puede utilizarse para tomar notas a mano y convertirlas en texto, dibujar o traducir palabras y frases con solo pulsarlas. El Galaxy S22 Ultra utiliza inteligencia artificial para predecir los movimientos de la mano y brindar al usuario una experiencia similar a la de escribir en papel. La marca surcoreana asegura haber reducido la latencia del S Pen 9 a 2,8 milisegundos.
Este accesorio también sirve para controlar el móvil con gestos sin tocar la pantalla como si de una varita mágica se tratase. Basta con pulsar en un botón que tiene en su lateral y hacer ciertos movimientos. Por ejemplo, al llevar la mano hacia la izquierda, se va para atrás y al moverla hacia arriba, se vuelve a la pantalla de inicio. Este sistema requiere de cierto entrenamiento para aprender los movimientos.
Cámaras dotadas de inteligencia artificial
El S22 Ultra es el terminal más ambicioso de Samsung en el apartado fotográfico. La marca pretende plantar cara así a los buques insignia de gigantes como Apple y Google. Además de una cámara frontal de 40 megapíxeles, el Galaxy S22 Ultra tiene una cámara principal de 108 megapíxeles, un ultra gran angular de 12 megapíxeles y dos teleobjetivos de 10 megapíxeles —uno con un zoom óptico de tres aumentos y el otro, de 10 aumentos—.
Samsung subraya su apuesta por la inteligencia artificial para realizar fotos y vídeos con un gran nivel de detalle tanto de día como de noche. En líneas generales, se consiguen capturas nítidas y con un buen rango dinámico. Las cámaras han mejorado bastante en ambientes con poca luz. El móvil permite hacer un zoom digital de hasta 100 aumentos, pero, al igual que ocurría con el S20 Ultra y con el S21 Ultra, si no se utiliza con un trípode o apoyando el móvil en una superficie, resulta complicado conseguir fotos nítidas y aprovechables.
El terminal es compatible con las redes 5G e incorpora un procesador Exynos 2200. El usuario puede optar por 8 o 12 GB de memoria RAM y por 128 GB, 256 GB, 512 GB o 1 TB de almacenamiento interno. Este periódico ha probado la versión de 12 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento. El rendimiento ha sido el esperado de un móvil de gama alta, tanto al utilizar juegos como al hacer videollamadas o reproducir contenido multimedia. No se ha producido ningún tipo de retardo al ejecutar las aplicaciones.
La batería, de 5.000 mAh, alcanza la jornada completa con un uso normal del dispositivo. Aunque para la mayoría de usuarios es más que suficiente, si el uso que se le da es muy intensivo, puede no llegar al final del día. El terminal cuenta con carga rápida de 45W —algo inferior que la de varios móviles de la competencia—. Como ya ocurrió con los S21, los nuevos móviles de Samsung no incluyen el cargador en la caja. La marca surcoreana siguió el año pasado los pasos de Apple alegando motivos medioambientales.
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