Amazfit GTS 2, a prueba: el Apple Watch chino para contestar llamadas desde la muñeca
El reloj monitoriza la salud y el sueño las 24 horas del día pero no permite instalar aplicaciones ni responder mensajes
Uno de cada cuatro adultos ya tiene un reloj inteligente, según el informe The future of devices publicado a principios de 2020 por GSMA Intelligence (la división de investigación de...
Uno de cada cuatro adultos ya tiene un reloj inteligente, según el informe The future of devices publicado a principios de 2020 por GSMA Intelligence (la división de investigación de la GSMA, la asociación de operadores de telecomunicaciones). Cada vez son más las opciones en el mercado. Amazfit, un fabricante de wearables propiedad del gigante chino Huami Technology, ofrece siete series de productos de relojes y pulseras inteligentes. En la gama fashion, destaca el Amazfit GTS 2, un reloj repleto de sensores que cuesta 169 euros y tiene un diseño que recuerda al famoso Apple Watch.
EL PAÍS ha probado durante unos días este wearable. Tiene una pantalla AMOLED rectangular de 1,65 pulgadas y una caja de aleación de aluminio. Además cuenta con un revestimiento antihuellas y un cristal pensado para evitar arañazos. En las pruebas realizadas por este periódico, las huellas de los dedos apenas quedan marcadas y la pantalla se visualiza de forma nítida y con el brillo y el contraste adecuados en prácticamente cualquier supuesto. El usuario puede escoger entre diferentes esferas: desde las más clásicas, que recuerdan a relojes analógicos, hasta las más modernas y futuristas pasando por las personalizables —es posible seleccionar una fotografía—.
El Amazfit GTS 2 tiene un botón lateral que está pensado para abrir un menú y acceder a diferentes funciones. Por ejemplo, la alarma, la monitorización del ejercicio físico o del ritmo cardiaco y el clima. El reloj, que tiene una correa de goma y estará disponible en negro a finales de noviembre o principios de diciembre es bastante cómodo y ligero. De hecho, uno se olvida de que lo lleva puesto en cuanto se acostumbra. Su batería es de 246 mAh y, dependiendo del uso, puede llegar alcanzar una semana de autonomía. Para cargarlo, hay que dejarlo en una base durante poco más de una hora.
Vincular el reloj con el móvil es el primer paso para comenzar a utilizarlo. Basta con escanear un código QR que aparece en la pantalla del Amazfit GTS 2. Gran parte del control y la configuración del wearable se realiza a través de la aplicación Zepp. En las pruebas realizadas por este periódico, se ha vinculado el reloj a un iPhone. Aunque en general la conexión ha funcionado correctamente, en ocasiones el smartwatch se ha desconectado del móvil sin motivo aparente.
Al hacer scroll hacia abajo en la pantalla del reloj aparecen algunos controles rápidos. Por ejemplo, la linterna, el brillo, el modo ahorro de batería, el bloqueo de la pantalla principal o el sonido. Para consultar las notificaciones, por ejemplo de WhatsApp, basta con deslizar el dedo hacia arriba en la pantalla del reloj. El dispositivo vibra además para avisar al usuario de que ha recibido una notificación o de que le están llamando.
Una limitación del wearable es que no permite instalar aplicaciones y para recibir cualquier notificación tiene que estar conectado al teléfono móvil. Además, a diferencia de lo que ocurre con otros relojes inteligentes, en este caso no es posible contestar a los mensajes desde el dispositivo. Sí que es posible recibir llamadas y hablar desde el reloj, ya que cuenta con un micrófono y un altavoz que ofrecen buena calidad de sonido. La compañía asegura además que “en un futuro cercano” el dispositivo incorporará el asistente Alexa en español.
Deporte y salud
“Levántese y camine. Ejercite durante un minuto para alcanzar el objetivo de estar de pie durante esta hora”. Este es uno de los recordatorios que lanza el reloj cuando se está demasiado tiempo inactivo. El Amazfit GTS 2 puede monitorizar el ejercicio que realizamos. En total cuenta con 12 modos deportivos: correr al aire libre, caminata, ciclismo, cinta de correr, spinning, natación en aguas abiertas, natación en piscina, elíptica, montañismo, carrera de senderos, esquí o entrenamiento libre. Durante los entrenamientos, registra datos como la distancia, la velocidad, los cambios de ritmo cardíaco y las calorías quemadas.
Los relojes inteligentes y rastreadores, en combinación con consultas remotas, tienen el potencial de reducir las visitas en persona a centros médicos u hospitales. Este reloj evalúa la calidad del sueño y mide la frecuencia cardiaca en todo momento para emitir una alarma en caso de que sea anormal. Con el Amazfit GTS 2 es posible consultar las etapas de sueño ligero y profundo, además de la fase REM, la respiración o las veces que uno se despierta. En principio, la mayoría de los datos comprobables por el usuario parecen bastante precisos.
El Amazfit GTS 2, al igual que otros relojes en el mercado como el Apple Watch Series 6, está pensado además para medir la saturación del oxígeno en sangre. El Centro de Medicina Basada en la Evidencia (CEBM) de la Universidad de Oxford advierte de que este tipo de tecnologías pueden no ofrecer cifras completamente fiables. João Paulo Cunha, profesor asociado del departamento de ingeniería informática de la Universidad de Oporto, explica en el portal tecnológico The Wired que las mediciones de oxígeno en sangre de este tipo de relojes pueden usarse a nivel de consumidor pero no a nivel clínico. “Estos sensores no son precisos, esa es la principal limitación, incluso los monitores de frecuencia cardíaca tampoco son muy precisos”, indica.
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