Portugal descubre su espíritu emprendedor

Después de la fuerte crisis que comenzó en 2008, el país comienza a levantarse con el apoyo del emprendimiento nacional

El ingeniero informático Nuno Sebastiao se lanzó a crear una empresa el mismo año en que Portugal era rescatada. Desde Alemania le latía el corazón para regresar a su país y reunir a dos de sus compañeros de la universidad de Coimbra para embarcarlos en una nueva aventura empresarial.

Era 2011, época de crisis, de miedo, pero en esas circunstancias surge el ingenio. Ni los recortes, ni el paro, ni la incertidumbre pararon su ímpetu emprendedor. Hoy en día Sebastiao ...

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El ingeniero informático Nuno Sebastiao se lanzó a crear una empresa el mismo año en que Portugal era rescatada. Desde Alemania le latía el corazón para regresar a su país y reunir a dos de sus compañeros de la universidad de Coimbra para embarcarlos en una nueva aventura empresarial.

Era 2011, época de crisis, de miedo, pero en esas circunstancias surge el ingenio. Ni los recortes, ni el paro, ni la incertidumbre pararon su ímpetu emprendedor. Hoy en día Sebastiao es el flamante director general de Feedzai, una empresa de software de seguridad informática que presta servicios a instituciones bancarias para prevenir el fraude.

Al igual que Nuno Sebastiao, cientos de personas han tomado el camino emprendedor en un país que fue una potencia marítima con navegantes y descubridores, pero que hoy comienza a navegar en el mundo digital.

La transformación ha sido lenta pero constante, con un modelo educacional renovado tras la Revolución de los Claveles en 1974, incentivando el estudio técnico y de las ciencias. Un modelo que ha rescatado lo positivo de la crisis después de que miles de jóvenes emigraran, recogieran conocimiento, experiencia e idiomas y regresaran después con una idea empresarial para establecer su base en Portugal.

Pese a que el país sigue con una tasa de desempleo alta -12% entre la población general y el 30% entre los jóvenes-, no hay duda que el optimismo emprendedor ha llegado.

Para Antonio Murta, emprendedor y director del fondo de inversión tecnológico Pathena, la “educación ha sido uno de los ejes más importantes para el fomento emprendedor de Portugal”. Y añade. “Hoy en día tenemos la generación mejor educada en décadas”.

Pese al optimismo, Murta reconoce que aún falta mayor ambición y crecimiento en las startups portuguesas. “Nosotros hasta hace 10 años no pensábamos en el mundo, pero eso ha cambiado” y pone de ejemplo a empresas que desde Lisboa o Porto trabajan para un mercado internacional.

De Portugal al mundo

Con una ventana al Atlántico, Lisboa y Porto se han transformado en dos centros de emprendimiento europeo. Ciudades que compiten con Berlín y Londres, por el menor coste de vida, el buen clima, y la buena conectividad de transporte que en pocas horas se está en Londres, Madrid e incluso África y hasta Nueva York.

No por nada Paddy Cosgrave, fundador del Web Summit, el principal festival tecnológico de Europa, trasladó el evento que nació hace cinco años en Dublín hasta Lisboa. “Lisboa es una ciudad emprendedora, está surgiendo como un foco emprendedor en Europa y en 2015 fue la primera ciudad europea en recibir el premió de European Entrepreneurial Region award”, explica Cosgrave, mostrando su entusiasmo y fe en Portugal. A su vez, con orgullo los portugueses abrazan la celebración de Web Summit para el próximo mes de noviembre.

El joven emprendedor, Pedro Fonseca, de 29 años, fundador de CrowdProcess, una startup de análisis financiero a través de James, un ordenador que trabaja con inteligencia artificial para prevenir fraudes o analizar los datos de clientes bancarios, ganó la competición de startups Pitch en el encuentro Money 20/20 en Copenhague. Con un fluido inglés, Fonseca reconoce que el buen manejo de esta lengua le ha ayudado a abrir puertas al mundo. “Yo crecí en Inglaterra ya que mis padres eran catedráticos allí, pero el inglés lo manejamos desde pequeños en Portugal, viendo televisión y películas en idioma original”, dice. Así fue como este flamante lisboeta dio un fluido discurso al recibir su premio en Copenhague frente a un auditorio con directivos de los principales bancos europeos.

Asimismo, el emprendedor Manuel Valadas Preto, fundador de la Fintech de inclusión financiera M-Eskudo, explica que “los portugueses somos muy flexibles y nos adaptamos rápidamente”. No obstante, asegura que las “instituciones de apoyo al emprendimiento de Portugal no me convencen aún”, pese a que existen iniciativas como Lisbon Challengue o fondos de inversión como Portugal Ventures, con un capital de 450 millones de euros.

Por su parte, Nuno Sebastiao asegura que sin la internalización su empresa no hubiera podido sobrevivir. Y esta vino, en parte porque la compañía de tecnología alemana SAP, fue la primera multinacional que creyó en Feedzai, invirtiendo 2 millones de dólares, con la condición de que se mudaran a EE UU y fueran detrás de empresas de Fintech.

“Cuando llegué a EE UU era difícil. Mucha gente me decía: he visto Portugal en las noticias, está muy mal económicamente”, recuerda el emprendedor. Sin embargo, en 2014 algo comenzó a cambiar. “Una empresa bancaria como Capital One creyó en nosotros y contrató nuestros servicios. Luego empezamos a ver que necesitábamos más dinero para construir una compañía. Ese año comenzamos con 15 personas y terminamos con más de 30”.

Hoy en día Feedzai ha validado su producto levantando 17 millones de euros de un fondo de capital de riesgo. Una suma que los ha hecho creer con más de 110 empleados en plantilla repartidos entre Lisboa -sede de la compañía-, Londres y San Francisco. “Aprendí que en Europa somos muy buenos en ingeniería, pero en márketing y ventas son mucho mejores en América. Por eso nuestro equipo de marketing está en San Francisco”, explica Sebastiao con un cuaderno y un lápiz en la mano. “Y es que no puedo hacerlo de otra manera”, asegura mientras habla y escribe.

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