PROTAGONISTAS

Gyryvindar Singh, taxista

“Yo hablo inglés sin problemas”, afirma en un impecable castellano

Gyryvindar Singh está contento. Antes de que haya concluido el día, solo la feria MWC ya le ha dado siete carreras. Unos veinte euros cada una de ellas. A caballo entre el aeropuerto de El Prat y el centro de Barcelona, la nueva ubicación de la feria beneficia a un sector, el del taxi, que ha demostrado con sus últimas protestas que no pasa por su mejor momento: caída de facturación por un consumo bajo mínimos y más licencias que nunca en la calle. Por ello este joven taxista de Nueva Delhi vive como un respiro el salón.

...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Gyryvindar Singh está contento. Antes de que haya concluido el día, solo la feria MWC ya le ha dado siete carreras. Unos veinte euros cada una de ellas. A caballo entre el aeropuerto de El Prat y el centro de Barcelona, la nueva ubicación de la feria beneficia a un sector, el del taxi, que ha demostrado con sus últimas protestas que no pasa por su mejor momento: caída de facturación por un consumo bajo mínimos y más licencias que nunca en la calle. Por ello este joven taxista de Nueva Delhi vive como un respiro el salón.

El nuevo escenario permite evitar el hormiguero en el que se convertía la plaza de España cuando el MWC se celebraba en el recinto de Montjuïc. Y, además, “este año estamos teniendo más trabajo, porque esta zona no es tan céntrica como la de la plaza de España”, señala.

Singh sonríe burlón cuando se le pregunta por las colas de hasta 200 metros que se montan a las puertas del recinto en plena hora de salida, cerca de las cinco de la tarde. “Ahora está mucho mejor organizado.” Pese a las tres filas de coches que van recogiendo visitantes, el taxista afirma que apenas se tiene que esperar entre diez o quince minutos. Los clientes esperan pacientes en su cola, que supera los 50 metros. Por la mañana las esperas eran superiores, alcanzaban la media hora. En esos casos, él ha abogado por regresar a Barcelona con el coche en vacío y buscar otras carreras. La casualidad y la gran afluencia de público al MWC, 50.000 personas en su primera jornada, le han llevado de vuelta.

“La gran diferencia es que en este salón hay mucho visitante extranjero”, explica Singh, que lleva ya años cubriendo la demanda de taxis que genera el MWC. A la mayor parte de ellos siempre piden llevarlos al hotel. ¿Problemas para entenderse con extranjeros? “Yo hablo inglés sin problemas”, afirma rotundo en un impecable castellano. Llegó hace nueve años a Barcelona y trabaja desde 2007 en el taxi, si bien no adquirió su propia licencia hasta 2010. Ahora su coche nuevo está reluciente.

Sobre la firma

Archivado En