La OCU denuncia en Bruselas la compra de DoubleClick

La organización considera que Google pone en riesgo la privacidad del usuario

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), junto con la Organización Europea de Consumidores (BEUC) y las principales organizaciones de consumidores de Italia (Altroconsumo) y Alemania (VzBv), se ha dirigido a la Comisión Europea para manifestar su preocupación respecto de las consecuencias que la adquisición por Google de la agencia de publicidad por Internet DoubleClick podría acarrear para los consumidores. La principal preocupación de OCU se refiere tanto a la protección de su privacidad como a los contenidos a los que puedan acceder.

Según la OCU, tras la fusión, la nueva e...

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La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), junto con la Organización Europea de Consumidores (BEUC) y las principales organizaciones de consumidores de Italia (Altroconsumo) y Alemania (VzBv), se ha dirigido a la Comisión Europea para manifestar su preocupación respecto de las consecuencias que la adquisición por Google de la agencia de publicidad por Internet DoubleClick podría acarrear para los consumidores. La principal preocupación de OCU se refiere tanto a la protección de su privacidad como a los contenidos a los que puedan acceder.

Según la OCU, tras la fusión, la nueva empresa dispondrá de una extensa información sobre los usuarios de Internet, que abarca desde sus patrones de consumo hasta cuestiones más personales como sus opiniones políticas o religiosas.

Más información

Cuanto más abundante y precisa sea esta información, mayor poder tendrán los anunciantes de discriminar las ofertas hechas a cada usuario. Así, por ejemplo, se podrían ofertar precios más altos a los compradores compulsivos frente a aquellos que comparan varios sitios web.

Dado que, según OCU, esta compra podría dar lugar a "prácticamente un monopolio en el mercado de la publicidad por Internet", la operación tendría además consecuencias negativas en cuanto a los contenidos gratuitos disponibles para los consumidores, los precios que se paguen por los productos que se anuncien e, incluso, en cuanto a la innovación y la calidad del servicio de ventas.

La OCU ha solicitado, por ello, que los intereses de los consumidores sean tomados en cuenta suficientemente por parte del Ejecutivo comunitario a la hora de valorar la operación.

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