REVISTA DE WEBS

¡Baja ese iPod, niño!

Apple ha decidido dar a sus usuarios la posibilidad de limitar el volumen al que reproducen audio sus dispositivos iPod Nano y todos los que permiten ver video. Lo cuenta BBC, que cita la demanda que John Kiel Patterson, un preocupado senador del estado de Luisiana, en los EE UU, ha presentado contra la compañía que dirige Jobs en San Jose, California. El senador advierte de que su iPod puede producir más de 115 decibelios. Y en la demanda se asegura que 28 segundos a ese volumen bastan para perder capacidad auditiv...

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Tímpanos sanos

Apple ha decidido dar a sus usuarios la posibilidad de limitar el volumen al que reproducen audio sus dispositivos iPod Nano y todos los que permiten ver video. Lo cuenta BBC, que cita la demanda que John Kiel Patterson, un preocupado senador del estado de Luisiana, en los EE UU, ha presentado contra la compañía que dirige Jobs en San Jose, California. El senador advierte de que su iPod puede producir más de 115 decibelios. Y en la demanda se asegura que 28 segundos a ese volumen bastan para perder capacidad auditiva. La compañía ha decidido poner la venda antes de que haya herida y los usuarios ya tienen a su disposición un parche del firmware (consta en la sección de descargas de Apple como "iPod Updater 2006-03-23") con el que podrán limitar el volumen y fijar un código para que sus hijos escuchen la música como deben: bajito. Justamente lo contrario que otro parche, aún más famoso entre los usuarios.

Patente ahora...

El mundo de las patentes es una jungla en la que todos intentan sobrevivir. El que las usa de manera dudosa, trata de aguantar el mayor tiempo posible haciendo dinero. Si es una compañía grande, el manual impone además lanzar a una jauría de abogados contra el demandante. Éste defenderá su patente, a menudo dudosa o minúscula, con igual ahínco, endeudándose hasta la médula si es preciso, y tratará de aparecer como la víctima, y no como un oportunista. Esta vez la cosa está entre eBay, el mayor centro de comercio electrónico de la red, y MercExchange. El juicio, que se remonta a 2001, trata de dilucidar si el botón de "Compre ahora" (que permite al usuario pasar de la subasta de un objeto y adquirirlo directamente a un precio prefijado), puede patentarse, pero su mayor relevancia no es el fondo del asunto. Aburrido como todos los procesos judiciales, éste puede tener mucha influencia por la dimensión y las consecuencias de las medidas cautelares si se adoptan. En otras palabras, por los efectos de que del tribunal de turno tumbe este servicio de eBay. Hace sólo un mes, la justicia decidió esperar a la decisión final sobre la patente para suspender su uso, en el caso de RIM contra Blackberry. ¿Qué ocurrirá esta vez?

Un enjambre de problemas

Del campo de batalla a los cielos de los suburbios. En épocas de guerra, los avances en la aplicación de nuevas tecnologías a la vida civil se aceleran. Así ha sido desde que el mundo es mundo, pero en los últimos años el ritmo de este trasvase que tanto empuja a las economías desarrolladas ha crecido pasos agigantados. No hace ni diez años desde que Estados Unidos comenzó a usar masivamente aviones teledirigidos (llamados drones) para labores de vigilancia primero, y de ataque después, y el tío Sam ya está pensando en cómo regular el uso civil de esos dispositivos en sus cielos. Su primer utilidad es poco original, labores de vigilancia al más puro estilo Minority Report, pero no es tan difícil imaginar un avión de una empresa de paquetería aterrizando en la puerta de casa. El problema es mitad de derechos fundamentales y mitad de seguridad: los drones no se saben las reglas de la administración aérea estadounidense. Así que el primer paso sera dotarlos de radiofaros para que los pilotos que sí tienen brazos y piernas puedan "verlos".

"Llámame al móvil. Cambio y corto"

Otra nueva tecnología cuyo uso va a plantar problemas es el del Push to Talk. En Europa no sabemos todavía lo que es porque las operadoras han decidido esperar a que la demanda crezca, pero este servicio aprovecha la plataforma del teléfono móvil para ofrecer un servicio a mitad de camino entre las llamadas normales y la radio, que funciona como un "walkie-talkie". Apretando un botón, dos personas pueden comunicarse con el móvil sin hacer una llamada (y sin pagar por ella, claro), aunque tengan que irse dando paso sucesivamente. Así que si el Push to Talk se sigue extendiendo, además de incorporar el "cambio y corto" al lenguaje cotidiano, los estadounidenses tendrán que aprender a conducir sujetando el botón de hablar. Aquí, de momento, podremos usar unas gafas de sol con tecnología bluetooth incorporada para estar conectados incluso mientras vamos en bici. Aunque no queramos.

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