700 coches y mucho 'brum brum'

¿Cómo se mejora una obra maestra? Gran turismo es la saga más vendida de la historia de la play, 40 millones de copias en todo el mundo, 1,5 de ellas en España. Desde que se estrenó en 1997 el realismo de este juego cautivó. Su rendimiento rompía moldes en cuanto a la customización, la precisión de la conducción y la veracidad del comportamiento de cada vehículo. Ocho años después, tras sucesivas mejoras, ¿qué ofrece Gran turismo 4? Más.

Más coches, hasta llegar a la delirante cifra de 700, de 80 marcas diferentes (Gran turismo 3 contaba con 150 cacharros). Más entornos, 100, y más real...

¿Cómo se mejora una obra maestra? Gran turismo es la saga más vendida de la historia de la play, 40 millones de copias en todo el mundo, 1,5 de ellas en España. Desde que se estrenó en 1997 el realismo de este juego cautivó. Su rendimiento rompía moldes en cuanto a la customización, la precisión de la conducción y la veracidad del comportamiento de cada vehículo. Ocho años después, tras sucesivas mejoras, ¿qué ofrece Gran turismo 4? Más.

Más coches, hasta llegar a la delirante cifra de 700, de 80 marcas diferentes (Gran turismo 3 contaba con 150 cacharros). Más entornos, 100, y más realistas, a través de todo el globo, en circuitos como Nurburgring Nordschleife o el Fuji Speedway, ciudades como Nueva York o París o espacios naturales como el Gran Cañón. También hay nuevos modos, como uno en que diriges a tu equipo de conductores. Y dado que todo es aún más bonito, porque se ha mejorado el motor gráfico, incluso hay un modo fotográfico con el que guardar para la posteridad o imprimir las imágenes de tus bólidos.

Según su creador, el visionario Kazunori Yamauchi, Gran turismo 4 es mucho más que una secuela porque en esta entrega, la segunda para la PlayStation 2, la gráfica del coche se ha desarrollado desde cero por primera vez desde Gran turismo 1. En todas las otras entregas se mejoró la esencia del juego; en ésta, se creó algo nuevo. Pero a pesar de las ambiciones de Gran turismo 4, y a pesar de que explota al máximo las capacidades de la máquina de Sony, lo que sigue contando es entregar al jugador aquello que hizo famoso al primer título hace ya ocho años: una experiencia lo más cercana posible a la conducción real.