El poder de lo pequeño
No hay misión de espionaje lo suficientemente grande para esta diminuta cámara en color que distribuye la tienda online de electrónica Smarthome. Del tamaño de un sello, el aparato es capaz de transmitir, íntegramente y a tiempo real, un abigarrado vídeo a una televisión o cámara de vídeo situadas a 91,5 metros de distancia.
Se puede conectar a la corriente o mediante una batería portátil, por lo que puede colocarse en cualquier sitio: dentro de una maceta o en el aparato de aire acondicionado. Y después, desde donde se encuentre su dueño, espiar los tratos que da la niñera a su...
No hay misión de espionaje lo suficientemente grande para esta diminuta cámara en color que distribuye la tienda online de electrónica Smarthome. Del tamaño de un sello, el aparato es capaz de transmitir, íntegramente y a tiempo real, un abigarrado vídeo a una televisión o cámara de vídeo situadas a 91,5 metros de distancia.
Se puede conectar a la corriente o mediante una batería portátil, por lo que puede colocarse en cualquier sitio: dentro de una maceta o en el aparato de aire acondicionado. Y después, desde donde se encuentre su dueño, espiar los tratos que da la niñera a sus retoños. Colóquela encima del buzón y sabrá quién le roba el correo. O estratégicamente en la encimera, junta a la caja de caramelos, y obtendrá el motivo de ésas facturas del dentista de sus hijos. ¡El límite lo ponen su imaginación y su ética!
Nada más y nada menos que, en un espectro de 2,4 gigas, el aparato se ocupa de que las imágenes lleguen con una nitidez sin igual, aunque de por medio se erijan muros de cemento. La conexión es fácil: encienda la cámara y enchufe el receptor al aparato de televisión o vídeo, ¡y listo! La cámara de transmisión viene equipada con dicho receptor (de 2,4 gigahertzios), dos adaptadores de corriente, una batería portátil y dos cables coaxiales.