Hoy entra en vigor el IVA del comercio electrónico

Internet, mundo virtual y anárquico por excelencia, empieza a configurar sus paredes legales. Uno de los primeros hitos para dotar a las actividades comerciales online de un marco jurídico consistente se pone hoy en marcha con la entrada en vigor de la directiva comunitaria que obliga al pago del IVA en el suministro de servicios de pago a través de Internet.

La norma, aprobada en 2002, tiene como objetivo asegurar que tanto los operadores de la UE como los extracomunitarios estén sometidos a la obligación del IVA, y acabar así con la ventaja comparativa de que disfrutan los servidores ...

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Internet, mundo virtual y anárquico por excelencia, empieza a configurar sus paredes legales. Uno de los primeros hitos para dotar a las actividades comerciales online de un marco jurídico consistente se pone hoy en marcha con la entrada en vigor de la directiva comunitaria que obliga al pago del IVA en el suministro de servicios de pago a través de Internet.

La norma, aprobada en 2002, tiene como objetivo asegurar que tanto los operadores de la UE como los extracomunitarios estén sometidos a la obligación del IVA, y acabar así con la ventaja comparativa de que disfrutan los servidores foráneos, especialmente los estadounidenses, cuyos productos no están sujetos a este tipo de impuesto.

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La directiva prevé un sistema de 'ventanilla única' en cada estado miembro, accesible a través de Internet y regulada según si el suministrador radica en un país comunitario o externo. En el primer caso, se cargará el IVA del Estado miembro donde esté instalado, con independencia de dónde viva el cliente; mientras que en el segundo se cargará el IVA del Estado miembro donde resida el consumidor.

En cambio, cuando una empresa europea venda un servicio a un cliente que resida fuera de la Unión, no estará obligada a afrontar el pago de la tasa.

La directiva sólo afecta al comercio de los denominados 'servicios eléctrónicos', no a la venta por Internet de productos físicos ni tampoco a las operaciones entre empresas (B2B), que representan cerca del 95 por ciento del comercio electrónico total. En este caso, la obligación de cargar con el IVA seguirá siendo de la empresa consumidora.

La norma tiene una vigencia de tres años. Transcurrido este periodo, la Comisión estudiará posibles modificaciones que corrijan efectos perversos, algunos de los cuáles ya pueden anticiparse.

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