La ciudad de Barcelona vuelve a perder su dominio en la Red

Un tribunal de apelación de EE UU devuelve el dominio Barcelona.com a la persona que lo registró en 1996 y anula las sentencias anteriores favorables al Ayuntamiento

La batalla legal que mantienen Joan Nogueras Cobo -quien primero registró el dominio- y el Consistorio barcelonés, que se considera legítimo propietario del nombre de la ciudad, acaba de ofrecer un nuevo capítulo.

Tras más de siete años de disputas, el Tribunal de Apelación del Distrito Cuarto de EE UU decidió el lunes dar la razón a la empresa de Nogueras - Barcelona Com Inc.-, y anular las sentencia de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) -de agosto de 2000-, y de un tribunal de Virginia -de marzo de 2002-, que reconocían como poseedor de los derechos de la marca...

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La batalla legal que mantienen Joan Nogueras Cobo -quien primero registró el dominio- y el Consistorio barcelonés, que se considera legítimo propietario del nombre de la ciudad, acaba de ofrecer un nuevo capítulo.

Tras más de siete años de disputas, el Tribunal de Apelación del Distrito Cuarto de EE UU decidió el lunes dar la razón a la empresa de Nogueras - Barcelona Com Inc.-, y anular las sentencia de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) -de agosto de 2000-, y de un tribunal de Virginia -de marzo de 2002-, que reconocían como poseedor de los derechos de la marca al Ayuntamiento de la capital catalana.

El asunto comenzó en 1996, cuando Joan Nogueras, vecino de Sant Vicenç de Montalt, registró el dominio barcelona.com y fundó poco después la empresa Barcelona Com Inc. en EEUU, donde no consta que tenga oficinas, empleados ni infraestructura ténica alguna.

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Poco después, Nogueras envió un mensaje al alcalde de Barcelona en el que se ofrecía a transferir el dominio al ayuntamiento a cambio de una compensación económica. La respuesta de los responsables municipales, que en principio se mostraron interesados en la oferta, se materializó en una demanda ante la OMPI solicitando la transferencia de Barcelona.com.

Este organismo falló a favor del ayuntamiento y ordenó a Nogueras que transfiriera el dominio a la ciudad, pues según la OMPI, Barcelona Com Inc. se aprovechaba de la "confusión de los usuarios" que intentaban acceder al portal del Ayuntamiento.

Nogueras acudió a la justicia ordinaria -un juzgado de Virginia-, que llegó a la misma conclusión que la OMPI basándose en la escasa actividad del sitio web, y en la oferta de venta realizada al Ayuntamiento de Barcelona. Ambas cosas indujeron al juez a pensar que existía cierta "mala fe" en el español.

Doctrina de territorialidad

Pero el lunes pasado una corte de apelaciones estadounidense, basándose en la Ley Lanham de aquel país, ha decidido reabrir el caso, anular las sentencias anteriores y eximir a Barcelona Com Inc. de cualquier ilegalidad al registrar el dominio barcelona.com.

En las conclusiones este tribunal se explica que "a las cortes estadounidenses no les competen las acciones que buscan aplicar derechos comerciales que sólo existen bajo el amparo de leyes extranjeras"- a lo que agrega- "el Ayuntamiento no puede tener un interés comercial en una designación geográfica puramente descriptiva, que hace referencia únicamente a la ciudad de Barcelona".

Además, la Corte de Apelación asegura que el director ejecutivo del Consejo Municipal entregó bajo juramento una declaración en la que afirmaba que "la ciudad no es propietaria y no está usando marcas en EE UU con el fin de identificar bienes o servicios"- con lo que concluye- "Barcelona debería haberse tratado como un término geográfico puramente descriptivo sin ningún derecho a protección de marca".

Entretanto, Joan Nogueras ha rehusado hacer cualquier declaración sobre la decisión del tribunal de apelaciones, las sentencias anteriores o sus intenciones al registrar un dominio de Internet con el nombre de la ciudad condal.

El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte, critica la decisión del la Corte de Apelación al afirmar que su decisión "opina, no sentencia", y se mantiene a la espera de una nueva resolución judicial: "el caso, desgraciadamente, ha vuelto a abrirse".

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