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La justicia archiva la causa de la adolescente vendida por 5.000 euros y whisky

La menor niega que fuese obligada a contraer matrimonio y pide regresar con su familia a Navarra

La adolescente de 14 años a quien sus padres vendieron para que se casara con un joven de 21 años vecino de Mollerussa (Lleida) —por 5.000 euros, cinco botellas de whisky y algunos alimentos básicos— ha regresado con su familia de Navarra.

El juzgado de Tudela (Navarra) que instruía el asunto tomó declaración, el pasado viernes, a la joven que llevaba desde el 3 de octubre viviendo en un centro de la Dirección General de Prevención y Protección a la Infancia y Adolescencia de la Generalitat situado en Almacelles (Lleida).

En el juzgado, la niña negó tanto que la obligaran a contraer matrimonio como a mendigar. También negó que las imágenes que encontró la policía en Facebook donde claramente se veía una boda siguiendo ritos de la cultura gitano rumana a la que pertenecen todos los acusados y la supuesta víctima fuera otra cosa que una simple celebración familiar. Una vez escuchada a la menor, tal y como ha adelantado el diario Segre, el juzgado ha suspendido las medidas de protección de la menor y ha archivado la causa.

Los hechos se remontan al pasado enero en la pequeña localidad de Corella en Navarra. Los padres de la menor, un hombre y una mujer de 35 años, se reunieron con otra familia residente en Mollerussa (Lleida) y cerraron el trato ilícito por el que recibieron un pago de 5.000 euros, cinco botellas de whisky y algunos alimentos básicos. Tras el acuerdo, la menor fue trasladada a Cataluña. Allí permaneció bajo el control de la familia, supuestamente, traficante con el propósito de consumar el matrimonio forzado con el hijo de los compradores que tiene 21 años. La adolescente no estaba escolarizada y mendigaba para aportar ingresos a la familia compradora.

Los vendedores recibían ayudas de los Servicios Sociales de Navarra y fueron, los mismos técnicos de estos servicios, los que acabaron denunciando la desaparición de la adolescente. La Guardia Civil fue quien inició la investigación y emitió, el pasado 3 de octubre, un aviso a los Mossos d’Esquadra alertando que la niña podría encontrarse en Cataluña.

Ese mismo 3 de octubre, un vecino de Borges Blanques (Lleida) entraba a comprar en un supermercado. En la puerta del establecimiento se topó con una niña mendigando. Le entregó varios alimentos y se quedó cerca de la puerta esperando ver cuál era su reacción. La adolescente entró, de nuevo, en el establecimiento e intentó cambiar los alimentos por dinero. El vecino de Borges Blanques se sintió engañado y llamó a los Mossos d’Esquadra.

Una patrulla se personó en el lugar y, al comprobar que la menor iba indocumentada y que no sabía hablar ni español ni catalán, la trasladaron a la comisaría de Mollerussa. La niña entregó a los agentes un número de teléfono al que no hizo falta llamar porque, dos minutos después de que entrara la menor en comisaría, se personó en las dependencias policiales un matrimonio romaní que vive en un piso de Mollerussa desde hace años.

En la comisaría, el matrimonio aseguró a los agentes que eran los tíos de la menor e intentaron llevarse rápidamente a la chica. La policía catalana no confió en la versión de los hechos y requirió al matrimonio algún tipo de documentación que validara su versión. La pareja aportó una fotocopia de la partida de nacimiento de la niña. Una vez introducida esta documentación en la base de datos, pronto se abrió la alerta de la Guardia Civil, enviada ese mismo día, que solicitaba la protección de la niña.

Los Mossos detuvieron al matrimonio y comprobaron que en un perfil de Facebook aparecía la menor junto con uno de los hijos, de 21 años, de esta pareja de compradores. En las fotografías se comprobaba que estaban celebrando la boda del joven de 21 años con la menor de 14. Tanto el joven como el matrimonio comprador quedaron arrestados acusados de tráfico de seres humanos, mendicidad infantil y matrimonio forzado. La menor fue trasladada a un centro de protección de la Generalitat en Almacelles (Lleida).

Los padres de la víctima fueron puestos a disposición del Juzgado de Guardia de Tudela. Mientras que los otros dos hombres y la mujer implicados en la compra y traslado de la menor fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Lleida. Todos quedaron en libertad mientras continuaba la instrucción del caso.

El pasado viernes, la menor declaró en el juzgado de Tudela. La adolescente aseguró que no se consideraba víctima, no se sentía secuestrada ni había sido obligada a mendigar. No existe ningún documento que acredite el matrimonio y ella lo niega. Tras la declaración, la menor pidió volver con su familia a Navarra. El juzgado ha archivado provisionalmente la causa y la menor se encuentra desde entonces con sus padres.

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