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Los médicos van a la huelga contra el estatuto marco de Sanidad con un seguimiento dispar

Los servicios mínimos garantizan la atención a las urgencias

Los médicos de toda España estaban convocados a una huelga este viernes para protestar contra el borrador del estatuto marco que plantea el Ministerio de Sanidad para todos los sanitarios. El seguimiento ha sido muy desigual. Varía entre comunidades y entre centros de una misma ciudad: en algunos ni se ha notado y en otros han quedado muy afectadas las prestaciones habituales. Las urgentes están garantizadas por los servicios mínimos.

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) cifra el seguimiento de la huelga en más de un 90% en algunas comunidades y asegura que ha sido más respaldada que el primer paro que hicieron en protesta contra el estatuto marco, el pasado junio. Las cifras que aportan las comunidades, sin embargo, bajan mucho esta cifra. Oscila entre el 9% que ha reportado la Generalitat de Cataluña por la mañana y un 48% en Andalucía.

Los datos oficiales también presentan con grandes variaciones. En Madrid, donde la consejera de Salud, Fátima Matute, la ha cifrado el seguimiento en un 12%, hay hospitales que han llegado al 50%.

El contraste se puede constatar en dos centros esta comunidad. Ainhoa Martín, de la administración del Centro de especialidades Hermanos Sangro, en el barrio de Numancia (al sureste de la capital) dice que han faltado nueve médicos y que el día en el centro está siendo “caótico”, sobre todo, explica, “para los administrativos” como ella. “Tenemos que bregar por los pacientes y con los cambios. Pero se cubren los mínimos como en todas la huelgas y ya está”, asegura.

Por contra, el Centro de Salud las Cortes ha funcionado normalmente, según las empleadas de la recepción, con todos los médicos trabajando. Los pacientes no han reportado retrasos.

Muy cerca, frente al Congreso de los Diputados, se han concentrado esta mañana unos 2.000 facultativos, según los datos de la Policía. Mientras cantaban “Es un insulto este estatuto”, la médica jubilada María Francisca Lasso explica por qué: “El estatuto no considera a los médicos. No es que seamos especiales, pero sí hacemos un trabajo distinto al resto de las personas que trabajan, ya sea en un hospital o en un centro de salud”.

La huelga estaba convocada por CESM, mayoritario en la profesión, el Sindicato Médico de Andalucía (SMA), y secundada por el resto de los sindicatos de facultativos. Exigen un estatuto propio que reconozca las peculiaridades de los doctores, con más responsabilidad y formación que otros empleados, acortar jornadas y reconocer las guardias como horas extra, entre otras reclamaciones.

La marcha se ha dirigido al Ministerio de Sanidad, donde han cantado: “Ministra, compañera, baja la escalera”, en alusión a Mónica García, que es anestesista.

Sanidad rechaza un estatuto propio para los médicos. El departamento explica en un comunicado que el borrador “mejora los derechos de todo el personal sanitario, reduce la precariedad y pone fin a las guardias de 24 horas, algo que llevaban reclamando los profesionales desde hace décadas”.

Esto no es suficiente para los sindicatos. Ángela Hernández Fuentes, secretaria general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid, explica que el principal problema del estatuto es que los médicos y facultativos están “discriminados desde 2003 respecto al resto de trabajadores y profesionales, por las jornadas complementarias [guardias], que son obligatorias hasta los 50 o 55 años, pagada a menos de la hora ordinaria”. Además, no cuentan para la jubilación.

Rafael Ojeda, presidente del SMA, resume así el malestar del colectivo: “Lo que no se puede hacer es que garantizar la cobertura médica de la población con unas agendas sobrecargadas, donde no nos da tiempo para atender al paciente, prolongando nuestra jornada sin retribución a cambio, haciendo guardias obligatorias que se han convertido en una prolongación de la jornada ordinaria, porque entramos en la guardia ya con una lista de pacientes a los que tenemos que atender. Lo que quiere el ministerio es prestarle atención a la población médica a bajo coste, a costa de que los médicos carguemos con el trabajo gratis sobre nuestras espaldas”.

Ojeda ha incidido en cómo estas malas condiciones laborales obligan a muchos compañeros a abandonar la sanidad pública y pasarse a la privada. “Dicen que hay falta de médicos, pero eso solo pasa en la pública, en la privada no rechazan operaciones para aliviar las listas de espera por falta de médicos”, ha subrayado.

Pacientes sorprendidos

Muchos pacientes se han visto sorprendidos este viernes por la huelga, cuyas consecuencias no se pueden prever porque los profesionales no tienen que avisar en sus servicios si secundarán el paro.

María Reyes Fernández salía del centro de Salud de San Luis, en Sevilla empujando el carrito de su bebé. Llegó a primera hora porque tenía cita con su pediatra, pero el profesional no lo ha podido atender porque ha hecho huelga. “No lo sabía, pero me parece bien porque está en su derecho”, explica.

La pequeña de Juan Carlos Hermosín y su mujer Mamen tampoco ha podido realizar la revisión del año. “Ya nos habían dado cita pasado el año, ahora nos la dan puesto para el 25 de noviembre”.

Luis, un usuario del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, relata que buena parte de los pacientes han protestado en el mostrador. “Es un auténtico desastre”, clamaba tras llegar desde Ourense a la consulta de traumatología sin recibir ningún aviso de que la cita programada se suspendía por la huelga de su especialista.

En Cataluña, sin embargo, la atención a los pacientes se ha mantenido con relativa normalidad, según datos del Departamento de Salud de la Generalitat. En el Centro de Atención Primaria (CAP) Manso, en el barrio de Sant Antoni de Barcelona, varios carteles de convocatoria de la huelga avisan a los usuarios de las reivindicaciones laborales de los profesionales. “¿Hay huelga hoy? Por eso no he visto todavía a mi médico”, comparte Juan José, que aguardaba en la sala de espera. Ana Martínez, otra paciente, admitía que también ha notado alguna afectación. “Me atendió una enfermera, pero fue bien y a la hora que tenía programada”, ha relatado tras salir de su consulta.

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