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Francia juzga a una profesora por acoso moral tras el suicidio de una alumna

Pascale B. está acusada de haber alimentado el hostigamiento por parte de otros niños a una menor de 11 años, que se quitó la vida en 2019

Menores durante una clase en una imagen de archivo.Maskot (Getty Images/Maskot)

El juicio que comienza este lunes en el tribunal de Pontoise (al norte de París) contra la profesora de francés Pascale B., de 62 años, es excepcional por dos motivos. Es la primera vez que se juzga a un maestro por acoso moral a un alumno y, además, por su responsabilidad en el bullying que otros niños ejercían sobre él. La víctima se llamaba Evaëlle Dupuis y se suicidó en junio de 2019 en su casa de Herblay, cerca de la capital francesa. Tenía 11 años.

Los padres de Evaëlle y la madre de otros dos alumnos denunciaron por acoso moral a la maestra, que llevaba 25 años ejerciendo ...

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El juicio que comienza este lunes en el tribunal de Pontoise (al norte de París) contra la profesora de francés Pascale B., de 62 años, es excepcional por dos motivos. Es la primera vez que se juzga a un maestro por acoso moral a un alumno y, además, por su responsabilidad en el bullying que otros niños ejercían sobre él. La víctima se llamaba Evaëlle Dupuis y se suicidó en junio de 2019 en su casa de Herblay, cerca de la capital francesa. Tenía 11 años.

Los padres de Evaëlle y la madre de otros dos alumnos denunciaron por acoso moral a la maestra, que llevaba 25 años ejerciendo y que niega las acusaciones. La sentencia se dictará este martes. La mujer se enfrenta a dos años de prisión y una multa de 30.000 euros. Lleva cinco años bajo control judicial y no puede dar clase a menores. Hay otros dos alumnos implicados en el acoso a Evaëlle, que comparecerán ante un tribunal de menores antes de que acabe el año.

El caso conmovió al país y reveló las grietas del sistema de protección contra el acoso escolar, pues los padres de la niña habían denunciado la situación a la dirección del colegio Isabelle-Autissier, donde estudiaba su hija. Según refleja la juez de instrucción en el sumario, la profesora “la humillaba de manera regular delante de sus compañeros, aislándola al fondo de la clase”.

Se le acusa de haber alimentado así el hostigamiento que ya padecía por parte de otros niños. En concreto, se le reprocha haber organizado una reunión con los menores implicados en el acoso en la que la víctima no salió bien parada. Según el relato que hicieron algunos de los niños presentes, Evaëlle rompió en lágrimas: “La profesora gritaba mucho y le ordenó que parase de llorar”.

La educadora argumentó que su objetivo era revertir la situación y terminar con las actitudes de acoso, tratando de implicar a los agresores en el diálogo para que empatizaran con la niña. Para el juez instructor, no solo no supo protegerla, sino que “la estigmatizó como víctima”. “Es difícil imaginar, sobre todo en el caso de un profesor con experiencia, que no se diera cuenta del impacto emocional que esa situación podía tener en la menor”, explicó. A lo que añadió: “Estos actos repetidos degradaron sus condiciones de vida”.

Según sus padres, la pequeña sufría insultos, burlas y agresiones físicas por parte de algunos niños y comía sola. Denunciaron a tres de los alumnos. “Vivía un infierno”, lamentó Marie Dupuis, la madre de la víctima, en una entrevista con la cadena BFM. “Como profesora, con su comportamiento, legitimó el acoso que sufría mi hija”.

Entonces, los padres presentaron una queja formal por acoso a la dirección de la escuela y decidieron cambiarla de centro, pero las humillaciones no cesaron. El viernes 21 de junio de 2019, Evaëlle volvió de clase y se quitó la vida. Fue su padre el que la encontró en la habitación.

Tras su muerte, algunos menores denunciaron que a la profesora “le gustaba menospreciar” a los alumnos y les hacía comentarios como “no tienes cerebro”. “Esta profesora humillaba sistemática a los niños y hay una decena de testigos que lo confirman”, ha denunciado la abogada de los padres, en el inicio del juicio. “Lo que esperamos es que no vuelva a haber un caso Evaëlle; el acoso puede matar”.

El acoso es la gran lacra de la educación en Francia. El año pasado, el Gobierno aprobó un plan nacional para luchar contra el bullying tras el suicidio de dos niños. El caso de Evaëlle ya había revelado fallos en la protección a las víctimas en las aulas. Los padres denunciaron negligencias, como que Pascale B. no hubiera participado en los cursos de formación contra el acoso que impartía la escuela. También, que después de la muerte de su hija, la profesora siguió dando clase.

El director del centro admitió entonces que “el tiempo administrativo no se adaptó a la situación”. Las autoridades educativas que analizaron el caso reconocieron también que “se cometieron errores a la hora de apreciar el sufrimiento real [de la niña]”. Según sus padres, Evaëlle soñaba con ser profesora.

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