La ministra de Sanidad carga contra el PP por “boicotear” el plan frente a virus invernales: “Como el perro del hortelano, ni cuida ni deja cuidar”
Monica García acusa a las aseguradoras de Muface de “abandonar a los pacientes” por criterios económicos y dice que la sanidad pública los recibirá “con los brazos abiertos”
La ministra de Sanidad, Mónica García (Sumar), ha cargado este miércoles contra las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular (PP), a las que ha acusado de haber “preferido anteponer sus intereses partidistas a la salud de la población”. La responsable ministerial se ha mostrado muy enojada por la decisión de estas autonomías, lideradas por la de Madrid, que “boicotearon que tuviéramos un protocolo común” de vigilancia y prevención de contagios frente a la epidemia invernal de infecciones respiratorias agudas causadas por la gripe, el coronavirus y el virus respiratorio sincitial (VRS).
“Después de muchos meses de trabajo, han sido los consejeros y consejeras del Partido Popular los que han boicoteado el trabajo de sus propios técnicos y han impedido que en España podamos tener por primera vez un protocolo común. El Partido Popular hace como el perro del hortelano que ni cuida ni deja cuidar, y hoy en día estamos viendo que hay comunidades que están teniendo problemas en sus urgencias, en sus centros de salud, con sus ciudadanos, y que se negaron a poner en marcha ese protocolo común”, ha censurado la ministra.
El malestar de Mónica García se produce en un momento en el que la incidencia de la gripe y otras infecciones respiratorias crece en España y causa problemas de saturación en algunas comunidades como Madrid. Aunque, como ha mostrado la ministra, los datos de este invierno son “inferiores” a los registrados en los dos años anteriores. En la temporada 2022-23, los gráficos de incidencia de los síndromes gripales detectados en atención primaria dibujaron una poco usual M, con un pico máximo alcanzado en marzo —muy tarde para lo que es habitual— con unos 100 casos por 100.000 habitantes. El año pasado, el pico se alcanzó a principios de enero, con algo más de 160 casos por 100.000 habitantes.
“Este año estamos viendo que hay un retraso en el incremento de la curva y una progresión más lenta”, ha explicado la ministra, que ha vaticinado que el pico “podría alcanzarse en dos o tres semanas”, aunque este dato es siempre una media que puede adelantarse o retrasarse si se acerca el foco a cada comunidad autónoma. Según los datos más recientes del Instituto de Salud Carlos III, la incidencia actual no llega a los 70 casos por 100.000 habitantes.
Uno de los datos que aún faltan por conocer, ha explicado la ministra, es el de las coberturas vacunales alcanzadas este invierno frente a la gripe, históricamente bajas en España excepto entre la población más vulnerable, que son los mayores de 80 años y las personas afectadas por otras patologías graves. “Nuestra impresión es que ha habido más concienciación porque los últimos años hubo cierta relajación. Esperamos que haya un aumento de la vacunación”, ha explicado sin querer concretar demasiado a la espera de los datos.
La ministra sí se ha felicitado por el “descenso de hospitalizaciones” de lactantes logrado gracias al nirsevimab, un anticuerpo monoclonal comercializado con la marca Beyfortus que se administra a los recién nacidos a partir de octubre y que protege frente al virus respiratorio sincitial (VRS) de forma parecida a una vacuna durante los primeros meses de vida, cuando este patógeno causa más hospitalizaciones por bronquiolitis.
Preguntada por los periodistas, Mónica García ha entrado también en el debate que rodea a la crisis de la mutualidad de funcionarios Muface. En este punto, la ministra ha resumido su posición en “tres ideas muy claras”. La primera es que la renovación del convenio de la mutualidad “no es competencia del Ministerio de Sanidad, sino del Ministerio de Función Pública”. La segunda, que “son las aseguradoras las que abandonan a los funcionarios” por cuestiones económicas. Y, por último, que la sanidad pública está dispuesta a recibir a estos pacientes “con los brazos abiertos”, ya que “en ningún caso, ni en las patologías más graves, la sanidad pública valora a los enfermos según criterios de rentabilidad”.
En su comparecencia, que ha durado casi una hora, Mónica García también ha valorado algunas cuestiones sobre iniciativas legislativas que impulsa su departamento. Una de ellas es que los jefes de servicio y cargos directivos de los hospitales públicos estén obligados a trabajar para la sanidad pública en exclusividad y no puedan compatibilizar sus cargos con trabajos en la sanidad privada, según consta en el documento del Estatuto Marco facilitado a sindicatos y comunidades autónomas dentro de la negociación para mejorar las condiciones laborales del personal estatutario del Sistema Nacional de Sanidad (SNS). Esta exigencia, ha dicho, “no está previsto que se extienda al resto de los profesionales”.
“Estamos garantizando que nuestros profesionales trabajen a gusto, que tengan todas las condiciones laborales necesarias para poder trabajar bien en la sanidad pública. No hacemos esa restricción a los profesionales, pero sí a aquellos cargos que creemos que puedan tener un conflicto de interés y que, además, su posición exige que tengan una presencia y una dedicación exclusiva a su tarea, que es bastante importante, como es dirigir, gestionar o llevar un servicio sanitario”, ha concluido la ministra.