Sanidad prepara un plan de vigilancia similar al de la covid para las infecciones respiratorias del invierno
La obligatoriedad de las mascarillas en los centros sanitarios es una de las medidas que contempla el ministerio si se produce una escalada de contagios
El Ministerio de Sanidad está ultimando, junto a las comunidades, un plan de vigilancia de las infecciones respiratorias invernales que evite escenas como la del año pasado: en pleno estallido de casos, decretó la obligatoriedad de las mascarillas en los centros sanitarios frente al desconcierto de los consejeros autonómicos. Será, en palabras de la ministra Mónica García, una medida “pionera” que solo se había puesto en marcha anteriormente en la pandemia de covid.
El documento, que se dará a conocer la semana que viene, propondrá indicadores que permitan caracterizar la situación epidemiológica en función de estadísticas como la transmisión, la gravedad, la tasa de incidencia, de hospitalización, de ingreso en UCI o de letalidad. “En base a esto se establecerán umbrales y distintos escenarios para proponer recomendaciones en cada uno de ellos y que no nos pille el toro como pasó el año pasado y cada año con la gripe”, ha anunciado García este viernes, tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que se ha celebrado en la sede del ministerio.
Aunque todavía no están definidas cuáles serán las acciones que se tomarán en cada escenario, la ministra ha dejado entrever que las mascarillas en los centros sanitarios será una de ellas cuando la transmisión de virus respiratorios comience a escalar: “Las medidas que tenemos son las que tenemos: vacunación, higiene, mascarillas, medidas de contención; y no hay mucho más. Por eso en cada escenario tenemos que plantear medidas, no solo una vez que hayamos pasado los umbrales, sino anticiparnos cuando los indicadores empiezan a subir”.
Las comunidades, por el momento, no se han pronunciado sobre el plan, a la espera de que se apruebe el día 17 de octubre en la Comisión de Salud Pública, formada por directores generales de autonomías y ministerio. García, que ha explicado que esperaba “un debate” en el seno del CISNS sobre estas medidas, ha reconocido que solo ha tomado la palabra el consejero de Salud de Castilla y León para indicar que habrá “mucha heterogeneidad” en los indicadores.
La epidemia de gripe y otros virus respiratorios, que habitualmente satura la sanidad pública cada invierno, se convirtió el año pasado en un arma arrojadiza entre las regiones gobernadas por PP y el Ministerio de Sanidad. Aunque las competencias asistenciales son autonómicas, los responsables de las comunidades miraron a Madrid para pedir coordinación cuando los casos se habían disparado y estaban poniendo en jaque las plantas hospitalarias, las urgencias y los centros de salud, en torno a las pasadas Navidades. “Unas imágenes de saturación y colapso que no podemos tolerar”, ha dicho este viernes García.
En mitad de la crisis, y apelando a un formato jurídico inédito, Sanidad impuso el uso de las mascarillas en los centros sanitarios. Algunas comunidades las habían incorporado, otras no, pero casi todas coincidieron en criticar la forma de actuar del ministerio. Para cuando entró en vigor la medida, los casos ya habían empezado a descender.
La idea ahora es que no vuelva a suceder algo parecido y que esté todo pautado para que las medidas que se tomen sean automáticas siguiendo los indicadores epidemiológicos. “Creemos que se puede actuar antes. Este documento con indicadores y escenarios va a ser muy claro, en medicina debe haber protocolos. En este sentido, estamos trabajando conjuntamente, anticipadamente, para que no tenga que ser Sanidad la que le diga a las comunidades lo que tienen que hacer”, ha asegurado la ministra.
El primer paso, ya en marcha, es la campaña de vacunación. “Porque es la mejor prevención”, ha dicho García, que ha insistido que son las comunidades las que lo tienen que hacer “en tiempo y forma”. “El año pasado algunas tuvieron que remontar en enero, cuando había subido mucho el pico”, ha reprochado.