Una joven de 21 años denuncia una agresión lesbófoba de tres hombres en Valladolid que se saldó con la mandíbula rota tras un puñetazo
Los agresores se dirigieron a ella como “lesbiana de mierda” y la agredieron sin apenas mediar palabra en una zona céntrica
Una joven de 21 años ha denunciado una agresión lesbófoba en Valladolid, que celebra estos días sus fiestas patronales. La víctima recibió un puñetazo que le provocó una doble fractura de mandíbula, de la que ha sido operada, tras encararse con ella tres hombres en la noche del 1 de septiembre en una zona céntrica de la ciudad. Los sujetos le preguntaron su nombre y cuando ella contestó le espetaron “¡lesbiana de mierda!” y le lanzaron el golpe. Después, huyeron mientras otros viandantes ayudaban a la chica. Los responsables tienen “entre 18 y 19 años”, según la víctima, y han sido localizados por la Policía. El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, ha informado de que hay un detenido que está siendo interrogado y de que la “la unidad de Delitos de Odio se está documentando sobre el caso”, del que de momento el juez no tiene toda la información. La Fundación Triángulo ha condenado esta “brutal agresión” como “delito de odio”.
El suceso ocurrió en la madrugada del 1 de septiembre, día clave en las Fiestas patronales de Valladolid y con muchas personas por la calle, en los alrededores de la zona de fiesta de San Miguel, cerca de la plaza de San Felipe Nelli. La vallisoletana se encontró con tres hombres desconocidos que se dirigieron a ella preguntándole su nombre. Ella se lo dio y, acto seguido, fue cuando la insultaron y agredieron. Los agresores escaparon mientras eran perseguidos por algunas personas. La víctima fue atendida por los servicios de emergencia y hospitalizada de inmediato. Como consecuencia de la intervención quirúrgica, la chica no puede hablar y la denuncia la ha interpuesto su padre.
Cadena Ser Valladolid ha contactado con la víctima, que les ha enviado escrito por WhatsApp su relato: “Son las 6.30 de la mañana, me dirijo el domingo 1 de septiembre a hacer un tramo de 10 minutos para ir a buscar a mis amigas de toda la vida a la discoteca de toda la vida, no son calles oscuras y ni siquiera poco transitadas [...] me cruzo con tres chicos de unos 18 o 19 años, les veo reírse, pero agacho la cabeza y paso de largo, a los dos metros oigo como me chistan y me preguntan mi nombre, les respondo y acto seguido uno se acerca a mí, me mira con desprecio y sin mediar palabras más que ‘lesbiana de mierda’ me da un puñetazo en la mandíbula partiéndomela por dos sitios distintos. Se largaron y yo me quedé escupiendo sangre”.
La agredida agradece que “unos chicos en el momento del puñetazo giraron la esquina, les siguieron”, mientras otro chico se quedó a ayudarla. “Se coordinaron con la Policía y les localizaron, si no, se hubiesen ido a casa contándoselo entre risas como una anécdota más”, prosigue. La chica reflexiona sobre las motivaciones de odio de los tres agresores: “Dieron por sentado que era lesbiana por mi corte de pelo y decidieron creerse con el poder de agredirme solo por apariencias, aunque para este tipo de gente, les da igual que tengas pelo corto, pelo largo, chico o chica, solo buscan el conflicto. Quién sabe qué hubiese pasado si en vez de pelo corto hubiese sido largo”.
La chica deberá beber con pajita durante 40 días debido a las placas y consecuencias de la operación. Además, en los mensajes enviados a la Cadena Ser, ha insistido en la necesidad de denunciar lo acontecido para que no se repita: “No fue culpa de mi condición sexual que dieron por sobreentendida, no fueron culpa mis vestimentas (vaqueros negros y sudadera negra) y mucho menos fue mi culpa cruzarme con ellos. Luchamos continuamente por no vivir con miedo precisamente por gente así, pero a mis 21 años de vida me parece imposible irme sola a casa otra vez. Quiero darle voz a todo esto porque la gente piensa que España es un país seguro o que estamos evolucionando cuando en verdad lo único que pasa es o que no se pilla a los que lo hacen o no nos atrevemos a denunciar por miedo a que nos pase algo más. No les tengo miedo a ellos, tengo miedo a que haya más como ellos y que estas cosas sigan pasando”.
La Fundación Triángulo, entidad defensora de las personas LGTBI en Valladolid, ha condenado lo sucedido y ha instado a que se investigue esta agresión como delito de odio “dado que el hecho de gritar ‘lesbiana de mierda’ implica de manera indudable que la agresión se produjo por un motivo de odio hacia las personas LGBTI, en este caso hacia una mujer que los agresores consideraron lesbiana”. De este modo, reclaman a la Policía “una investigación exhaustiva que no deje de lado la motivación del hecho para su calificación penal”.
La asociación ha mostrado su preocupación “por el incremento de delitos de odio por motivos de orientación sexual e identidad de género, por motivos ideológicos o de cualquier otro tipo que se están produciendo en los últimos meses y años”. Asimismo, han pedido a la ciudadanía que ayude a las víctimas de estos delitos tanto como testigos de los hechos como colaborando para identificar a los autores, algo que de momento aún no se ha conseguido en este episodio en Valladolid. “Creemos que este tipo de delitos de odio están siendo normalizados e impulsados por las posiciones de la ultraderecha que, cada vez más extendidas, rechazan la diversidad y niegan la igualdad de derechos a una parte de nuestra ciudadanía”, expone el comunicado.
Otra agresión ideológica en Valladolid
Hace apenas una semana que dos personas izquierdistas denunciaron haber sido agredidas en el bar vallisoletano El Desierto Rojo por parte de un grupo “de unos 10 jóvenes” que se lanzaron sobre ellos porque uno vestía una camiseta con el lema “Antifascista”. Los atacantes se abalanzaron sobre él dentro del local tras decirle “qué camiseta antifascista tan bonita” y, tras dejarlo herido en el suelo, fueron expulsados del bar junto al acompañante de la primera víctima, que también fue agredida grupalmente.