Yolanda Díaz pide a la Inspección de Trabajo que investigue el despido de una trabajadora tras denunciar ante su jefe una sumisión química

La mujer, que estaba empleada en una franquicia de Tecnocasa, fue a contarle al gerente de la empresa lo que había ocurrido durante la convención anual de la inmobiliaria. Al día siguiente, él la despidió

La vicepresidenta y ministra de Trabajo de España, Yolanda Díaz, durante una reunión con ministros de los países del G20 este jueves 25 de julio, en Fortaleza (Brasil).Jarbas Oliveira (EFE)

“Esto es una vulneración flagrante de derechos fundamentales. Ninguna denuncia puede hacer que te despidan. He pedido a la Inspección de Trabajo que investigue lo ocurrido. Esto no puede quedar así. No estás sola”. Ese es el contenido del post en X (antes Twitter) que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha publicado la tarde de este viernes. Se refiere al despido de una mujer al día siguiente de ir a contarle su jefe que había sufrido una sumisión química durante la fiesta previa a la convención de Tecnocasa, la empresa a la que ella pertenece a través de una de sus franquicias, en Zaragoza. Su jefe, gerente de esa oficina de la capital aragonesa, es, además, empleado directo de Tecnocasa.

Ocurrió el lunes 17 de junio. Ese día, María —nombre ficticio para proteger su identidad— fue junto a su compañero de trabajo a contarle a su jefe lo que había sucedido durante ese fin de semana, el del 14 al 16 del pasado junio. Fue en una fiesta que se celebró la noche anterior a la convención anual de Tecnocasa a la que habían acudido tanto su oficina, una de las franquicias de esta gran inmobiliaria en Zaragoza, como oficinas de toda España. Había convocados alrededor de 4.000 empleados y empleadas de toda España. Y María le contó lo mismo que relató ante la Policía Nacional de Zaragoza cuando puso la denuncia: que ella, que no bebe habitualmente, de forma excepcional se bebió un ron con Coca-Cola esa noche. Y que se despertó a las 8.00 del sábado “desnuda en la cama, con dolor vaginal, marcas en las muñecas como de haber sido sujetada con fuerza y una moradura en el muslo derecho”, que había dado positivo en benzodiacepinas y cocaína que ella no consumió ni consciente ni voluntariamente.

La respuesta de su jefe, incluida en la denuncia ante la policía que ella puso después, fue: “Si estáis bien y llegasteis al hotel no quiero saber nada más de estas cosas, mucho cuidado con armar un escándalo que estas cosas no están bien vistas aquí. Quietecita”. Y al día siguiente, la despidió. En una primera carta adujo motivos económicos (que se remontaban a un tiempo en que ella aún no trabajaba en la empresa) y en una segunda, seis días después, habló de despido disciplinario por la actitud de María. Ella, además de la denuncia por la sumisión química y la agresión sexual, denunció el despido improcedente.

Este diario intentó varias veces ponerse en contacto con el gerente de esa franquicia, sin resultados hasta que, unos días después, contactó su abogada. Aseguró que “el despido no guarda ninguna relación con la agresión sexual que ella ha denunciado” y que ese administrador quiere “dejar claro la total repulsa y condena a la violencia o abuso sexual o de cualquier tipo”. También lo hizo en su momento Tecnocasa, la franquiciadora, en un comunicado en el que exponía, en mayúsculas, que la marca “está interesada de forma principal en manifestar su firme rechazo y condena contra todo tipo de violencia, abuso o acoso, ya sea sexual, por razón de sexo o por cualquier otro motivo, que pueda atentar contra la dignidad de las personas y sus derechos fundamentales”.

Pero después, se desvinculaba. La nota explicaba que Tecnocasa “es un símbolo distintivo sin personalidad jurídica que identifica una red de intermediarios inmobiliarios en franquicia”, que franquiciador y franquicias son “todos ellos jurídica y económicamente independientes los unos de los otros” y que “cada franquiciado es el único responsable de los actos relacionados con su gestión”. Y acababa con un párrafo en el que expone que Tecnocasa “espera y desea que la investigación policial y la actuación judicial que se están llevando a cabo en relación con la información difundida en el citado artículo [el publicado en este periódico el 4 de julio, donde se informaba de la sumisión química durante la convención que había sufrido esta mujer] sirvan para clarificar velozmente los hechos y para depurar las responsabilidades que correspondan”.

Este viernes, la inmobiliaria ha emitido un segundo comunicado en el que incide en “la tolerancia cero con cualquier tipo de violencia” y afirma que “más allá de la posible responsabilidad jurídica en la que haya podido incurrir” el franquiciado, se han “puesto a disposición de la víctima de la agresión sexual”, para ofrecerle su “apoyo”. “Además, hemos abierto un expediente informativo interno con el fin de determinar cuál ha sido la actuación realizada desde la franquicia implicada, y también hemos decidido suspender temporalmente la relación comercial con la franquicia. Si se determina que ha habido una actuación ilegal, no dudaríamos en rescindir nuestra relación”.

Sin embargo, Tecnocasa no hace alusión a la relación directa que mantiene con el franquiciado, que no solo es gerente de una franquicia, sino que es empleado directo de la propia inmobiliaria como consultor, tal como reconoció el propio consejero delegado de la compañía, Miguel Ángel Pérez, en una llamada a María este mismo viernes. Tampoco hace referencia el comunicado a ninguna medida tomada respecto a este vínculo laboral que va más allá de una franquicia. A María, en esa conversación, Pérez le ha dicho que dentro de la empresa tienen las cosas “bastante claras” y que han abierto “una investigación interna”, como también exponen en el comunicado.

“Y que después de esa investigación seguramente tomarán medidas, y que quieren ser respetuosos”, explica ella. “Respetuosos con ella” pero también con todo, y no quieren hacer las cosas “a las bravas”. Que están dispuestos a “tomar las medidas que sean necesarias, y que si eso supone disolver el contrato de franquicia o su relación con él [con el ya exjefe de María], que lo harán, pero que más allá de eso ellos no pueden iniciar otro tipo de actuaciones”. Ella cree que todo hubiese sido más fácil y le hubiese causado menos dolor si “desde el principio, las cosas se hubieran hecho bien, y no solo cuando se genera una tormenta mediática”. La violencia que sufren las mujeres, dice, “no solo existe cuando todo el mundo se entera, y no debería responderse a ella solo cuando todo el mundo se entera”.


El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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