La Guardia Civil halla una cabeza que sospecha que pertenece a la mujer asesinada por su pareja en Soto del Real
La policía encontró los restos en la noche del lunes en una zona de matorrales de la localidad madrileña. La pareja estaba en trámites de separación
Los vecinos de Soto del Real (8.700 habitantes, Madrid) llevaban días viendo cómo se desbordaba la basura de sus contenedores. “Dicen que no quieren recogerlos hasta que no hayan comprobado que el hombre no tiró en alguno de ellos la cabeza de su mujer”, explicaba una vecina. Agentes de la Guardia Civil, que llevaban una semana barriendo la zona con perros, hallaban esa parte del cuerpo —presumiblemente perteneciente a Soledad M. A., de 65 años— la madrugada de este martes, metida en una bolsa y escondida en una zona de matorrales de la localidad madrileña, en una cañada por las que solía vers...
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Los vecinos de Soto del Real (8.700 habitantes, Madrid) llevaban días viendo cómo se desbordaba la basura de sus contenedores. “Dicen que no quieren recogerlos hasta que no hayan comprobado que el hombre no tiró en alguno de ellos la cabeza de su mujer”, explicaba una vecina. Agentes de la Guardia Civil, que llevaban una semana barriendo la zona con perros, hallaban esa parte del cuerpo —presumiblemente perteneciente a Soledad M. A., de 65 años— la madrugada de este martes, metida en una bolsa y escondida en una zona de matorrales de la localidad madrileña, en una cañada por las que solía verse paseando a Jorge Ramón D., de 53 años, su pareja.
Al filo de la media noche de este lunes, un vecino alertaba de un fuerte mal olor y avisaba a la Policía Local del municipio, que localizó la bolsa con lo que “parecía una cabeza humana” dentro e informaban a la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Siete días antes, tras la llamada de una de sus dos hijas desde Londres y la visita de una hermana que no pudo entrar en la vivienda, los investigadores del instituto armado habían forzado la entrada en su chalet y habían encontrado el cuerpo de la mujer con un disparo de arma de fuego y sin cabeza en el garaje; y el del hombre tumbado en la cama de una habitación con un disparo de su escopeta. Llevaban muertos un par de días, según estimaron los investigadores. Desde entonces, la búsqueda de la cabeza, presuntamente cortada con un hacha y una sierra encontradas en el mismo sótano de la vivienda, se había convertido en el principal objetivo de los agentes implicados en la investigación.
Los restos hallados este martes han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal de Madrid para su estudio e identificación. Allí esta previsto que se realice una autopsia que confirme que se trata de la cabeza de Soledad M. A. Según las primeras pesquisas, Jorge Ramón D. le pegó un tiro, la decapitó, se deshizo de su cabeza y después se quitó la vida. Ninguno de los dos estaba registrado en el Sistema VioGén ni constan denuncias previas en el sistema, algo frecuente en los asesinatos por violencia machista, la inmensa mayoría de las mujeres nunca denuncian por miedo: por su vida, por la de sus hijos e hijas o a no ser creídas. Desde que existen datos, en 2003, en 789 de estos crímenes no había denuncia previa, no consta en 201, y sí habían interpuesto 270 mujeres.
Fuentes próximas a la familia han señalado que la pareja se encontraba en trámites de separación. “Soledad se quedó viuda muy joven, hace décadas, y se vino desde Colmenar Viejo a Soto con sus dos niñas pequeñas; al poco tiempo conoció a Jorge, que era policía local en el pueblo, comenzaron a vivir juntos y tuvieron un hijo, que hoy tendrá más de 20 años”, relatan las mismas fuentes. “Hace un par de años o así, Jorge tuvo un accidente de moto y quedó mal, le dieron la incapacidad total, dejó el trabajo y todo, y ahí parece que comenzó el infierno familiar”, cuentan.
“Las niñas ya trabajaban y vivían fuera de España y el niño ya era universitario, así que ella decidió vender la casa y separarse, y ese parece ser el detonante de la tragedia”, añaden. Tanto el Ministerio de Interior, como el de Igualdad, o el Observatorio de violencia de género del Consejo General del Poder Judicial, han explicado en diversas ocasiones que momentos como el de la separación, los divorcios o los juicios por las custodias de los hijos son momentos en los que aumenta el peligro de que un agresor machista cometa un asesinato, puesto que es entonces cuando siente que pierde el control sobre su víctima.
Fue la hija de Soledad, que trabajaba en la Universidad Autónoma de Madrid, quien dio la voz de alarma. Hacía pocos días que había estado en Londres con ella de visita y la ausencia de noticias de ella y de respuesta a sus reiteradas llamadas la alertaron. Llamó a su tía, que acudió al domicilio y, al no poder entrar, avisó a la Guardia Civil, que se topó con el que, de confirmarse, sería el primer crimen machista en la Comunidad de Madrid en lo que va de año. Desde el 1 de enero son 16 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas y desde que arrancó la estadística oficial, en 2003, son 1.260.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.