A más de 4,8 millones de mujeres en España su pareja o expareja las ha humillado, pegado, violado o amenazado

Los datos españoles de la Encuesta Europea de Violencia de Género revelan la alta prevalencia de los distintos tipos de agresiones sobre mujeres y niñas

Marcha del 8-M de 2019 en Madrid.LLUIS GENE (AFP/Getty Images)

4.806.054 mujeres. Ese es el número exacto de españolas de entre 16 y 74 años a las que su pareja o expareja alguna vez ha humillado, amenazado, pegado o violado. El 28,7% de las que han tenido una relación. Es la cifra que refleja la primera Encuesta Europea de Violencia de Género (EEVG) en España, con datos de 2022, y que, al igual que los distintos análisis de los últimos años, ...

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4.806.054 mujeres. Ese es el número exacto de españolas de entre 16 y 74 años a las que su pareja o expareja alguna vez ha humillado, amenazado, pegado o violado. El 28,7% de las que han tenido una relación. Es la cifra que refleja la primera Encuesta Europea de Violencia de Género (EEVG) en España, con datos de 2022, y que, al igual que los distintos análisis de los últimos años, apunta hacia las más jóvenes como aquellas que más la sufren. La prevalencia estimada varía entre el 38,4% (909.941) de las mujeres entre 18 y 29 años y el 19% (468.062) de las que tienen entre 65 y 74 años.

Esos números, explica el informe, tienen matices relacionados con la socialización de unas y otras en distintas épocas. Por un lado, dibujan un contexto positivo —el mayor conocimiento de la violencia, cómo opera y la capacidad de identificarla y visibilizarla de las más jóvenes—, pero por otro, uno negativo: “Es importante señalar que las mujeres mayores han enfrentado, de manera prolongada y cronificada, situaciones de violencia a lo largo de su vida en un contexto social, cultural y político en el que la violencia de género estaba invisibilizada, normalizada e incluso aceptada en las relaciones de pareja. Algunas, por ejemplo, se convierten en las propias cuidadoras de los agresores”.

De entre los distintos tipos de violencia dentro de la pareja o expareja, la que se estima que tiene mayor prevalencia es la psicológica, con un 27,8% (más de 4,6 millones de mujeres a las que sus parejas alguna vez humillaron, les prohibieron ver a su familia o amigos o las controlaron), frente a la física (12,7%) o la sexual (6,7%). Aunque “los estudios también constatan que siempre que existe violencia física, se ejerce también la psicológica” y las consecuencias de los golpes, empujones y patadas se extienden más allá de las lesiones (50,3%), y alcanza los problemas psicológicos (78,4%).

Los modelos teóricos sobre la violencia contra las mujeres constatan que la dinámica no es que se produzca de repente, sino que es el “resultado de un proceso de maltrato psicológico y psíquico más prolongado que va aumentando en intensidad y frecuencia”, ahonda el informe.

Empujones, tirones de pelo, la obligación de tener sexo

En esa intensidad y frecuencia que va creciendo y en las que se van solapando las distintas violencias, la encuesta aporta cuestiones muy concretas como que al 9,0% (1.508.334) de las mujeres “alguna vez las han empujado o tirado del pelo a propósito de una forma que les hiciera daño o les diera miedo”; al 4,6% (768.509) las que “han golpeado con el puño o un objeto o le han dado patadas”; el 4,3% (725.839) “se han visto obligadas a mantener relaciones sexuales por miedo a lo que pudiera pasar si se negaban”; o que al 2,1% (343.965) las han obligado a tener sexo “cuando no podían negarse porque estaban bajo los efectos del alcohol o las drogas”.

En esa última violencia, la sexual, el informe pone de relieve la “baja autopercepción” de que se está produciendo (6,7%). Y enfatiza que ello “puede deberse a que, tal y como apunta la literatura científica producida en los últimos años, las víctimas siguen sin identificar o temen desvelar las violencias sexuales que las parejas o exparejas han ejercido contra ellas”, lo cual también podría ser signo de la menor prevalencia respecto a otras. Sin que haya una única causa, “hay aspectos estructurales, así como individuales” que pueden servir de indicativo y que han sido “consensuados en la literatura científica y en numerosos estudios”.

Por ejemplo, “la cultura de la violación y los mitos sobre la violencia sexual han representado en el imaginario colectivo casi en exclusividad como violencia sexual las agresiones sexuales más extremas, como la violación a través del uso fuerza; desenfocando otras formas de violencias sexuales que se ejercen también en las relaciones de pareja, como la coerción o el chantaje que se ejerce contra la pareja para tener relaciones sexuales sin que ella lo consienta o la obligación de mantener relaciones sexuales sin el uso del preservativo, entre otras”. Según la metodología de cálculo de Eurostat para los ítems que recoge ese análisis, “se estima que el porcentaje de las mujeres que han sido violadas alguna vez en su vida por parejas o exparejas es del 5,8% (968.201)”.

Fuera de la pareja, donde se estima que alguno de los tipos de violencia ha afectado al 20,2% de las mujeres (más de 3,6 millones), en el caso de la sexual “se observa un ligero aumento de la violencia desvelada y autopercibida (13,7%). En el caso español, esto ocurre bajo la hipótesis de que el contexto social, político y cultural de los últimos años haya situado la violencia sexual en el centro de la agenda política, comunicativa y social respecto a décadas pasadas en las que esta estaba completamente invisibilizada tanto mediática como institucionalmente”. En este tipo de violencia, “el porcentaje con agresor hombre asciende al 94,2%”, algo más bajo que dentro de la pareja o expareja, con un 98,1% donde el agresor era hombre [el estudio recoge agresiones tanto por parte de hombres como de mujeres].

La violencia que se ejerce contra las mujeres, dice el estudio, “forma parte de un continuo de violencia estructural histórica que se despliega en todos los espacios de socialización en los que se desenvuelven las mujeres y las niñas”. En España, en lo que va de año, el último escalón de esa violencia contabiliza ya 52 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Desde que arrancó la estadística oficial, en 2003, las víctimas son 1.237 mujeres.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

Otras violencias: de la doméstica a la que se perpetra en la infancia

La Encuesta Europea de Violencia de Género (EEVG) se ha llevado a cabo dentro del marco del Sistema Estadístico Europeo, coordinado por Eurostat (Comisión Europea), y tuvo como muestra final efectiva 6.465 mujeres residentes en España, de entre 16 y 74 años. El estudio recoge no solo la violencia machista, sino también la doméstica, el acoso sexual en el trabajo, el acoso reiterado y la violencia en la infancia. Aquí, algunos de esos datos.

Violencia doméstica

Del total de mujeres residentes en España entre 16 y 74 años, se estima que el 15,7% (2.807.148) han sido víctimas de violencia doméstica (física y/o sexual). La prevalencia es mayor en el grupo de 30 a 44 años: 19,3% (915.138 mujeres). Y entre las de 16 a 17 es donde menos se refleja: 8,8% (42.708 mujeres).

Acoso reiterado, el llamado 'stalking'

Se estima que lo han sufrido el 19,5% de las mujeres (3.478.008) en algún momento de su vida. Por ejemplo, el 11,0% (1.970.362) ha recibido reiteradamente mensajes no deseados, e-mails, cartas o regalos, y un 6,7% (1.194.303) declara que alguien la ha seguido o espiado. Aquí, las cifras más elevadas se encuentran entre las mujeres jóvenes: 30,6% (148.956) para las de entre 16-17 años y 33,0% (951.843) entre 18-29 años. A continuación, los porcentajes estimados son del 24,0% (1.135.580) entre las de 30 a 44 años, el 14,4% (1.037.493) entre las de 45 y 64 años, y el 8,1% (204.137) para las de entre 65 y 74 años.

Acoso sexual en el trabajo

Según el informe, lo han sufrido el 28,4% (4.489.219) en algún momento de su vida y las cinco más frecuentes son las miradas insistentes o lascivas (20,6%, 3.258.837), las bromas indecentes u ofensivas sobre su cuerpo o vida privada (18,0%, 2.853.602), las sugerencias inapropiadas para tener una cita (10,9%, 1.719.113), contacto físico no deseado (10,4%, 1.649.373), y un 7,4% (1.168.106) ha recibido sugerencias inapropiadas de tipo sexual. Aquí, la mayor prevalencia se da entre las más jóvenes, las de 18 a 29 años, con un 43,1%.

Violencia en la infancia

Los datos estiman que un 6,8% (1.222.407) ha sido víctima de violencia sexual en la infancia. “Atendiendo a la metodología de Eurostat, se estima que un 1,3% (233.901) han sufrido violaciones cuando tenían menos de 15 años”, y el 6,4% (1.151.197) de las mujeres habría sido víctima de otras violencias sexuales. “En concreto, a un 5,9% (1.049.076) les han tocado sus partes privadas (genitales o pecho), a un 2,5% (445.251) las hicieron tocar las partes privadas (genitales o pecho) de otra persona y a un 0,6% (109.910) las hicieron posar desnudas delante de cualquier persona o en fotografías, vídeos o una webcam

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