El padre de un menor que ha intentado suicidarse en Tarragona denuncia que el chico es víctima de acoso escolar
El progenitor ha explicado a través de las redes sociales que su hijo de 15 años está hospitalizado tras saltar el lunes desde un cuarto piso
Una familia de La Ràpita (Tarragona) ha denunciado que su hijo, Pol, de 15 años, con un grado leve de autismo, está hospitalizado tras intentar suicidarse el lunes y que era víctima de burlas en el colegio. El niño “milagrosamente ha sobrevivido a una caída de 14 metros”, pero tiene “brazos, piernas y dos costillas rotos, además de dos vértebras fracturadas” y “ya lleva varías c...
Una familia de La Ràpita (Tarragona) ha denunciado que su hijo, Pol, de 15 años, con un grado leve de autismo, está hospitalizado tras intentar suicidarse el lunes y que era víctima de burlas en el colegio. El niño “milagrosamente ha sobrevivido a una caída de 14 metros”, pero tiene “brazos, piernas y dos costillas rotos, además de dos vértebras fracturadas” y “ya lleva varías cirugías”, ha hecho público el padre, Joan Gual Rebull, en las redes sociales “a petición” de su hijo. El Departamento de Educación de la Generalitat ha informado de que activó la Unidad de Apoyo al Alumnado (USAV, en sus siglas en catalán) y una investigación interna cuando tuvo conocimiento de los hechos.
“No sé por dónde empezar, mi mujer y yo estamos pasando los peores días de nuestras vidas”, empieza la publicación del padre, que se acompaña de una fotografía del niño en el hospital, donde se puede ver la gravedad de su estado. Según el progenitor, Pol “tiene un grado de autismo” y “dificultades para relacionarse, pero es muy inteligente y se da cuenta de todo lo que le rodea”.
Al parecer, según el testimonio del padre, antes de arrojarse, el joven dejó escrito que no quería vivir “en un mundo donde la mala gente es aplaudida y las personas sensibles, nobles y de buen corazón siempre tienen las de perder”.
El padre considera que su hijo no era víctima “directamente” de acoso, aunque añade que “hay muchas maneras de hacer sentir mal a las personas y todo suma” y que Pol era víctima de risas y de expresiones como “este tío es un rarillo, míralo cómo se mueve, no se relaciona con nadie”. “Y así estaba, completamente solo día tras día, en la hora del patio, en la biblioteca, para no recibir burlas”, deplora el padre, que lamenta: “Hasta que llega un día en el que su mente lógica dice… ‘¿qué hago yo aquí?, ya no me quedan momentos de felicidad”.
El progenitor añade que “los padres son muy importantes”, pero “en esta fase de la vida la relación con sus iguales es vital”. Según afirma Josep Gual, su hijo “quiere ponerse bien para empezar una nueva vida y poder explicar su experiencia y concienciar a los adolescentes de que con su actitud pueden provocar estas situaciones”.
Los especialistas recuerdan que el suicidio no suele tener un único detonante, sino que es el resultado de factores psicológicos, biológicos y sociales que tienen tratamiento. Las personas con conductas suicidas pueden llamar al 024, una Línea de Atención a la Conducta Suicida puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad. También pueden dirigirse al Teléfono de la Esperanza (717 003 717), dedicado a la prevención de este problema.