La Casa Blanca envía un mensaje de calma ante la escasez de leche infantil: “Es prioridad máxima”
La tasa de desabastecimiento de la fórmula en EE UU ronda el 40%, lo que obliga a cientos de miles de padres a recorrer kilómetros para conseguir alimento para sus bebés
La crisis de suministro de fórmulas infantiles en Estados Unidos, que se arrastra desde el año pasado, empeora a medida que pasan los días, hasta el punto de obligar a la Casa Blanca a tranquilizar a cientos de miles de padres —muchos de los cuales recorren largos trayectos en coche en busca de existencias—, al asegurarles que “garantizar el suministro de leche infantil para todos es una prioridad máxima” de la Administración presidida por ...
La crisis de suministro de fórmulas infantiles en Estados Unidos, que se arrastra desde el año pasado, empeora a medida que pasan los días, hasta el punto de obligar a la Casa Blanca a tranquilizar a cientos de miles de padres —muchos de los cuales recorren largos trayectos en coche en busca de existencias—, al asegurarles que “garantizar el suministro de leche infantil para todos es una prioridad máxima” de la Administración presidida por Joe Biden.
Durante meses, como consecuencia de la disrupción de las cadenas de suministro, supermercados y farmacias de todo el país han tenido problemas para almacenar suficiente fórmula para bebés, aunque los fabricantes aseguran que las fábricas y laboratorios están funcionando a pleno rendimiento.
La tasa de desabastecimiento de fórmula para bebés (o leche infantil maternizada) osciló entre el 2% y el 8% en la primera mitad de 2021, pero se disparó exponencialmente en julio pasado. Entre noviembre de 2021 y principios de abril de 2022, la falta de existencias rondaba el 31%, según datos de Datasembly recogidos por varios medios estadounidenses.
Sumándose a un desabastecimiento que llegó incluso a paralizar la actividad de algunos sectores, como el de la automoción, una tormenta perfecta se abatió a comienzos de año sobre los supermercados, con un déficit creciente de productos. En los primeros lugares del listado estaban las fórmulas infantiles, cuya escasez iba en aumento, sumando nueve puntos porcentuales la tasa de desabastecimiento en las tres primeras semanas de abril. Ahora el porcentaje ronda el 40% en el país. En seis Estados, más de la mitad de la fórmula para bebés disponible se agotó por completo durante la semana del 24 de abril, según el rastreo de Datasembly. La escasez es especialmente aguda en lugares como Tennessee, Misuri y Iowa.
La conjunción de varios factores, entre ellos una inflación en máximos históricos, la interrupción de las cadenas de suministro y la retirada de algunos productos por razones sanitarias, ha dejado sin alternativas a buena parte de los padres estadounidenses con hijos lactantes. Las restricciones en la compra han sido una consecuencia inmediata: las grandes cadenas de farmacia CVS y Walgreens confirmaron que han decidido limitar a tres envases por cliente cada compra. La gran cadena distribuidora Target, una de las más importantes del país, ha limitado también a cuatro por cliente la compra online de estas leches.
Preguntada al respecto en su rueda de prensa diaria, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró este lunes que la FDA, siglas inglesas de la agencia federal de Alimentos y Medicamentos, vela por el suministro adecuado del producto. Eso incluye, dijo Psaki —que citó el ejemplo de su propio hijo, y sus desvelos como madre de tienda en tienda—, “trabajar con los principales fabricantes para garantizar que aumenten la producción, optimizar sus líneas de suministro, el tamaño de los productos para ampliar la capacidad y priorizar las líneas más demandadas”.
Psaki incidió en la necesidad de agilizar los permisos de entrada para aquellos productos importados, así como de garantizar el suministro de fórmulas especializadas, algunas requeridas en tratamientos médicos.
La crisis de suministro, que ha provocado imágenes de estantes vacíos en supermercados y farmacias y un desasosegante peregrinaje de padres en los Estados más afectados, se ha visto empeorada también por el reciente cierre, ordenado por la FDA, de una planta de procesado y envasado de leches infantiles en Michigan, perteneciente a uno de los principales productores del país. El cierre de la instalación siguió a la retirada de tres líneas de esa marca por la presencia potencial de bacterias, entre ellas la salmonela.
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