Muere el cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla
El purpurado, que dirigió la archidiócesis sevillana entre 1982 y 2009, impulsó la igualdad de derechos de voz y voto en las cofradías hispalenses, sin distinción de sexos
El cardenal y arzobispo emérito de Sevilla Carlos Amigo Vallejo ha fallecido este miércoles a los 87 años a causa de una insuficiencia cardiaca en el Hospital Universitario de Guadalajara tras ser operado este lunes por un encharcamiento en su pulmón izquierdo. El estado de salud del cardenal había empeorado los últimos meses, tras sufrir una caída el pasado 22 de febrero en la catedral madrileña de La Almudena y fracturarse la cadera, por la que también tuvo que ser intervenido. El franciscano mantuvo siempre un d...
El cardenal y arzobispo emérito de Sevilla Carlos Amigo Vallejo ha fallecido este miércoles a los 87 años a causa de una insuficiencia cardiaca en el Hospital Universitario de Guadalajara tras ser operado este lunes por un encharcamiento en su pulmón izquierdo. El estado de salud del cardenal había empeorado los últimos meses, tras sufrir una caída el pasado 22 de febrero en la catedral madrileña de La Almudena y fracturarse la cadera, por la que también tuvo que ser intervenido. El franciscano mantuvo siempre un discurso alejado del ala más conservadora de la Iglesia.
“Don Carlos Amigo ha completado su peregrinación en la tierra. Descanse en paz el siervo fiel que ha entregado su vida a Dios y a los hermanos. Nuestra Señora de los Reyes y San Francisco te reciban. Gracias por tu palabra y por tu ejemplo”, ha comunicado en Twitter el actual arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz, que se encontraba junto con el emérito desde primera hora de la mañana. El cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), ha lamentado en un vídeo colgado en la misma red social la muerte del arzobispo emérito, en el que ha destacado su entrega a la Iglesia sevillana, donde pasó la mayor parte de su vida episcopal, y su carácter conciliador, destacando su primer destino como obispo, Tánger (África). “Allí potenció el diálogo entre cristianos y musulmanes con el respaldo de la Santa Sede”, ha puntualizado. Omella se encuentra reunido con el resto de los prelados españoles en Madrid en su primera plenaria anual, donde abordarán, entre otras cosas, la cuestión de los abusos sexuales en la Iglesia. Un problema en el que los obispos están divididos sobre la forma de afrontarlos.
El purpurado franciscano, alejado del discurso duro del cardenal conservador Antonio María Rouco Valera, expresidente de la CEE, dirigió la archidiócesis sevillana entre 1982 y 2009, periodo en el que el papa Juan Pablo II visitó la capital andaluza en dos ocasiones, la primera en 1982 con motivo de la beatificación de Sor Ángela de la Cruz y, la segunda, en junio de 1983 para clausurar el XLV Congreso Eucarístico Internacional. Durante su mandato, Amigo fue conocido por impulsar los trabajos pastorales en los barrios sevillanos y, especialmente, por firmar una pastoral en 2001 en la que impulsaba la igualdad de derechos de voz y voto en las cofradías hispalenses, sin distinción de sexos.
También firmó un convenio con la Junta de Andalucía para ceder el palacio de San Telmo para que fuese la sede de la presidencia autonómica. Una operación política considerada de primer nivel, ya que el Vaticano tuvo que dar el visto bueno. Nombrado cardenal en 2003, fue elector en los dos últimos cónclaves, en la elección de Benedicto XVI y en la de Francisco. También ofició en 1995 la boda real de la infanta Elena y Jaime de Marichalar.
Amigo contaba con numerosas distinciones ajenas al mundo eclesiástico. En el año 2000 fue nombrado hijo predilecto de Andalucía, mismo año en el que recibió la medalla en grado de plata de la República de Panamá. En 2007 fue nombrado hijo adoptivo de Sevilla por el alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. En 2010, siendo Alfredo Pérez Rubalcaba ministro de Interior, el Gobierno le entregó la medalla de plata al Mérito Social Penitenciario como reconocimiento a sus trabajos pastorales en el ámbito carcelario. También era miembro de la Real Academia de Medicina, de las Buenas Letras y de las Bellas Artes de Sevilla. Además, participó como vocal de la Comisión Nacional para el V Centenario y como miembro del Comité de Expertos de la Exposición Universal de 1992. Una de las calles que flanquea al palacio arzobispal (entre la Giralda y la calle Alemanes) fue bautizada con su nombre en 2019.
El arzobispo emérito nació en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco en 1934. Primo hermano del psiquiatra Juan Antonio Vallejo-Nágera y sobrino del militar Antonio Vallejo-Nájera (conocido como el Mengele español por sus teorías filonazis), comenzó la carrera de Medicina en Valladolid, pero la abandonó pronto para ingresar en la orden franciscana. Estudio Filosofía en Roma, tras ser ordenado sacerdote en 1960, y ya destinado en Madrid compaginó los estudios de Psicología en la capital con la docencia en centros de educación especial. En 1970 fue nombrado superior de la provincia franciscana de Santiago y en 1973 arzobispo de Tánger. El 22 de mayo de 1982, Juan Pablo II le nombró arzobispo de Sevilla en sustitución del cardenal José María Bueno.