Pepa Bueno reivindica un periodismo ejercido “con inteligencia y respeto”
La directora de EL PAÍS recibe el XXX premio Agustín Merello, que otorga la Asociación de la Prensa de Cádiz
La directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, ha defendido la necesidad de mantener la confianza en los medios de comunicación recuperada por los lectores tras la pandemia, mediante un periodismo ejercido con “inteligencia y respeto”, “pegado a la piel de las sociedades a las que se dirige”. Bueno ha reivindicado esa esencia del periodismo “contrastado y útil”, que “busca la verdad”, en el discurso que ha ofrecido este viernes en Cádiz, tras recibir el XXX premio Agustín Merello de la Comunicación que concede...
La directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, ha defendido la necesidad de mantener la confianza en los medios de comunicación recuperada por los lectores tras la pandemia, mediante un periodismo ejercido con “inteligencia y respeto”, “pegado a la piel de las sociedades a las que se dirige”. Bueno ha reivindicado esa esencia del periodismo “contrastado y útil”, que “busca la verdad”, en el discurso que ha ofrecido este viernes en Cádiz, tras recibir el XXX premio Agustín Merello de la Comunicación que concede la Asociación de la Prensa de Cádiz en colaboración con la Fundación Cajasol.
“La confianza restablecida es un tesoro para la pospandemia”, ha afirmado Bueno, que ha llamado la atención sobre la unión que se ha vuelto a entretejer entre los ciudadanos y la prensa durante la crisis del coronavirus, un trance que ha evidenciado la necesidad de buscar información veraz, “frente a los bulos, la basura”. “Durante la pandemia hemos demostrado que se puede hacer periodismo de calidad, se ha restablecido un vínculo que se había roto debido al descrédito del intermediario”, ha señalado.
La receta para “mimar esa confianza”, ha sostenido la directora de EL PAÍS, pasa por “distinguirnos de los que simplemente comunican”. Y para cocinar ese buen periodismo, “la inteligencia colectiva del equipo periodístico” es vital. Bueno ha reivindicado el “trabajo en equipo de la redacción” como la esencia para amasar “el tsunami de datos y cifras” con los que la realidad abruma cada día para convertirlos “en información relevante para quien la lee”.
En un tiempo en el que el medio parece más importante que el contenido, Bueno ha puesto el foco sobre la materia prima. “Se habla mucho de la cinta transportadora, y es trascendental, pero lo capital es lo que metemos en la cinta transportadora, y de eso de habla menos”. Esa materia prima es el “periodismo ejercido con fineza, inteligencia y respeto a quien piensa diferente”.
Y esa sustancia primigenia se esfuma si no aporta nada al lector. La directora de EL PAÍS ha destacado la importancia del periodismo local, “que articula la democracia generando sentido de responsabilidad”, como la clave para hacer ese periodismo “pegado a la piel del lector”, esencial y necesario para mantener esa confianza recuperada.
Contrapunto del poder
El jurado concedió el premio a Bueno a principios de julio, antes de que se conociera su nombramiento como directora de EL PAÍS y cuando estaba al frente de programa Hora 25 de la cadena SER. En el fallo se reconocía que Bueno “practica un periodismo de denuncia, porque hoy, Hora 25 es uno de los programas con mayor implicación para con las injusticias estructurales y coyunturales”. “El de Pepa Bueno es un periodismo comprometido con el oficio y su papel como contrapunto del poder”, recalcaba el jurado. Sus miembros también destacaron el compromiso de la periodista con el feminismo: “Da la voz a las mujeres contribuyendo a que nuestras niñas tengan referencias en las que mirarse”.
La hoy directora ha defendido, también, la importancia de recuperar el humanismo en todos los ámbitos, pero también en el de la comunicación. El mismo humanismo que Merello destiló en su trayectoria, dijo. “Con respeto a los demás y alto sentido del compañerismo”, ha destacado Bueno. Los mismos mimbres que reclama para el periodismo actual.
Esta es la 30ª edición del premio Agustín Merello, creado en honor del desaparecido periodista. La exdirectora de EL PAÍS, Soledad Gallego-Díaz, el fundador de diario, Juan Luis Cebrián, y otros periodistas como Iñaki Gabilondo, Augusto Delkáder, John Carlin, Luis del Olmo y escritores, como José Saramago, también recibieron el premio en años anteriores.
Además del Agustín Merello, Pepa Bueno ha recibido otros importantes reconocimientos, como el Micrófono de Oro, el Premio Media Tenor al Mejor Telediario del Mundo, el Premio Ondas, el Premio Francisco Cerecedo de Periodismo, el Premio de Periodismo Europeo Salvador de Madariaga y el Manu Leguineche de Periodismo Internacional.
Rodeada de amigos y compañeros de profesión, Bueno ha tenido un guiño con la provincia de Cádiz, un territorio con el que guarda profundos lazos: “Una puede elegir su paraíso, que anda por aquí, a las duras, a las maduras y a las levanteras”.