El asesino confeso de Rocío Caíz, de 17 años, vuelve al lugar del crimen con la Guardia Civil

A Rocío, de 17 años, se le perdió la pista la noche del 2 al 3 de junio. Se había subido a un taxi en Martín de la Jara (Sevilla, 2.704 habitantes) para ir a Estepa (12.505 habitantes), a 25 kilómetros de distancia, a casa de Adrián, de 23 años y padre de su hijo, de cuatro meses. Fue a recoger un carrito del bebé, ropa y el resto de sus pertenencias. Se bajó del vehículo y su rastro desapareció cuando entró a la vivienda. Hasta la tarde de este jueves, cuando su ...

A Rocío, de 17 años, se le perdió la pista la noche del 2 al 3 de junio. Se había subido a un taxi en Martín de la Jara (Sevilla, 2.704 habitantes) para ir a Estepa (12.505 habitantes), a 25 kilómetros de distancia, a casa de Adrián, de 23 años y padre de su hijo, de cuatro meses. Fue a recoger un carrito del bebé, ropa y el resto de sus pertenencias. Se bajó del vehículo y su rastro desapareció cuando entró a la vivienda. Hasta la tarde de este jueves, cuando su expareja acudió a la comandancia de la Guardia Civil para confesar que la había matado y luego la había descuartizado. Explicó que había repartido el cuerpo por contenedores y zonas de campo de los alrededores del pueblo. El hombre ha sido detenido y ya se han localizado los restos de la joven, según han confirmado desde la Subdelegación del Gobierno de Sevilla.

Desde que se denunció la desaparición, la Guardia Civil siempre sospechó de Adrián. Los agentes descubrieron recientemente que había adquirido una sierra eléctrica, según la agencia Efe, y que el móvil de Rocío no registraba ningún desplazamiento tras llegar a casa del joven. Desde entonces, mantenían un seguimiento en segundo plano, jornadas en las que el asesino se paseaba por los medios de comunicación pregonando su inocencia y asegurando que ella se había marchado a Badajoz con otro hombre.

El miércoles por la mañana le llamaron a declarar al cuartel en calidad de testigo. Un día después, por la tarde, se entregó a la Policía Local de Herrera (también municipio sevillano) y fue trasladado a las dependencias de la Guardia Civil acompañado de un abogado. Confesó haber matado a la chica con un cuchillo —que lanzó a un contenedor, pero que aún no ha sido encontrado―, que la había descuartizado y que había repartido el cuerpo en bolsas de plástico que ocultó por distintos lugares. Esta mañana se le practicaba la autopsia en el Instituto Anatómico Forense para confirmar que es el cuerpo de Rocío.

Adrián y Rocío comenzaron su relación cuando ella tenía 11 años y él 16. Tiempo después, se fueron a vivir juntos. “Han estado varios años conviviendo”, dice Brenda Ríos, una amiga de la chica. Hace cuatro meses fueron padres, pero por aquel entonces se habían peleado y la menor se fue a vivir con su familia a Martín de la Jara. Hasta que el 2 de junio fue a recoger sus cosas y su expareja la mató. “Mi hija no quería ir a esa casa”, aseguraba la madre de la menor días atrás, al tiempo que explicaba que fue el exnovio quien “envió un taxi” para que la chica se desplazase desde Martín de la Jara a Estepa.

Brenda Ríos, la amiga de la víctima de violencia machista, afirma que la idea inicial era que la joven fuese acompañada de su madre, “pero él le había dicho que tenía que ir sola o le haría daño a su familia”. Ríos cuenta que había perdido mucho contacto con Rocío desde que ésta empezó a salir con Adrián. Asegura que él la había obligado a cambiar de teléfono y a borrar todos los contactos, salvo el suyo y el de su familia. También recuerda que un día la chica apareció con la nariz rota. Dijo que se había caído, pero con el tiempo confesó a sus familiares que su pareja la había agredido, según explica. Fuentes oficiales confirman que el asesino confeso no tenía antecedentes por malos tratos y tampoco consta que su víctima hubiera interpuesto ninguna denuncia, como no lo hacen la mayoría (en torno al 80%) de las asesinadas por sus parejas o exparejas.

Reconstrucción de los hechos

Un dispositivo de una veintena de agentes de la Guardia Civil acordonó este viernes la calle de Erillas Blancas, en la que vivía Adrián, y realizaron un registro de la casa, como ya lo habían hecho días antes. Poco después de la una de la tarde, una patrulla llegaba al domicilio con el joven para proceder a la reconstrucción de los hechos. Decenas de vecinos lo esperaban bajo el sol para increparle y gritarle “asesino”. “Toda mi repulsa y condena por el asesinato de Rocío, y mi profundo pesar a sus seres queridos. El machismo y la sinrazón siguen causando un tremendo dolor en la sociedad”, ha afirmado el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, en Twitter.

El Ayuntamiento de Martín de la Jara ha decretado tres días de luto oficial, a los que también se ha sumado Estepa. “Condenamos profundamente este acto de barbarie y queremos expresar nuestro más sentido pésame a su familia y amigos”, ha explicado la corporación de Martín de la Jara en un comunicado en redes sociales. Muchos de sus vecinos se concentraron anoche en la Plaza de la Constitución, donde reside la familia de Rocío, que tiene una hermana mayor y otra menor. “Estuvimos hasta las cuatro de la mañana. Nadie podía dormir, esto nunca se ha vivido en el pueblo”, relata Antonio Sánchez, que vive muy cerca de la residencia de la víctima. Tanto él como otros muchos residentes han acompañado a los familiares de Rocío en el tanatorio de una localidad rota.

Las investigaciones están a cargo del juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Estepa, que podría decretar el secreto de sumario. Se espera que el detenido pase a disposición judicial entre este viernes y este sábado, una vez terminen las diligencias.

Un total de 19 mujeres han sido asesinadas por violencia de género en lo que va de 2021, incluyendo los últimos casos de Ibiza y este de Estepa, que aún no han sido confirmados por la Delegación del Gobierno. Once de estas muertes se han producido en el pasado mes de mayo.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista las 24 horas y en 51 idiomas. No deja rastro en la factura, pero hay que borrarlo del registro de llamadas. Los menores también pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10 y los ciudadanos testigos de alguna agresión, al 112.