Detenidos los propietarios de una clínica de depilación en Alicante que grababan los genitales a las clientas y lo difundían en internet
El matrimonio de Elda guardaba más de 500 archivos de casi un centenar de víctimas, algunas de ellas menores. Varias fueron sometidas a abusos sexuales
La Policía Nacional ha detenido a un matrimonio de Elda (Alicante) que regentaba un centro de estética. La pareja grabó desnudas de cintura para abajo a cerca de un centenar de las clientas que contrataban un tratamiento de depilación en la zona genital. A algunas de las víctimas, entre las que se encuentran también menores de edad, les practicaban tocamientos con la excusa del procedimiento de depilación. Los agentes han detenido a la pareja de agresores, que se encontraban en posesión de más de 500 vídeos de clientas. Están acusados de presuntos ...
La Policía Nacional ha detenido a un matrimonio de Elda (Alicante) que regentaba un centro de estética. La pareja grabó desnudas de cintura para abajo a cerca de un centenar de las clientas que contrataban un tratamiento de depilación en la zona genital. A algunas de las víctimas, entre las que se encuentran también menores de edad, les practicaban tocamientos con la excusa del procedimiento de depilación. Los agentes han detenido a la pareja de agresores, que se encontraban en posesión de más de 500 vídeos de clientas. Están acusados de presuntos delitos de abuso sexual y producción, distribución y tenencia de material sexual infantil, además de descubrimiento y revelación de secretos. Ambos arrestados, españoles y de unos 50 años, están en libertad provisional tras declarar en el juzgado número 2 de la localidad alicantina. Ya fueron detenidos en 2019 por posesión de pornografía infantil.
La denuncia partió desde Estados Unidos, según explican fuentes policiales. Una de las plataformas o asociaciones que luchan contra la difusión de pornografía infantil dio aviso a las autoridades norteamericanas, que trasladaron la denuncia al grupo de Protección de Menores de la Comisaría General de Madrid a través de la Embajada estadounidense. Según la investigación, se había detectado a un usuario español que había subido a una plataforma varios archivos en los que aparecían menores de edad que estaban siendo víctimas de abusos sexuales.
Los agentes descubrieron el identificador (IP) del ordenador desde el que se habían efectuado las conexiones y lo situaron en un domicilio de Elda, una ciudad industrial de algo más de 50.000 habitantes situada a unos 30 kilómetros de la capital provincial. En ese momento, se hizo cargo del caso el grupo judicial de la Policía Nacional en Alicante, que envió a varios agentes al domicilio de los sospechosos. El registro desveló la presencia de numerosos archivos relativos a la explotación sexual de menores, que resultaron ser de carácter particularmente degradante para las víctimas, aseguran las mismas fuentes. Además, se hallaron tres discos duros con más 500 grabaciones con cámara oculta, principalmente a mujeres y niñas adolescentes (también hay algunos hombres entre las víctimas) que acudían a la clínica para depilarse. Algunos de los vídeos se prolongan hasta cinco horas de duración, indican desde la Policía Nacional.
Abusos sexuales
Según se desprende de las imágenes registradas, los arrestados utilizaban, al menos, dos cámaras ocultas que colocaban en la habitación en las que practicaban las depilaciones. Una de ellas ofrecía una visión cenital y estaba oculta en una rejilla de ventilación del centro estético. La otra formaba parte de un dispositivo de “bolígrafo cámara espía”, relatan los agentes, que ubicaban en la misma camilla en la que se tumbaban las clientas y daba una visión frontal y en detalle de los genitales de las víctimas sin que estas se percataran. Algunas de las víctimas fueron sometidas también a abusos sexuales, a juicio de la policía, ya que la mujer detenida, que era quien realizaba los tratamientos, “masajeaba los genitales” de sus víctimas durante varios minutos con la excusa de que formaba parte de la depilación.
Los detenidos grabaron a sus víctimas al menos desde 2012, cuando trabajaban en una clínica ajena que tuvo que cerrar por cuestiones económicas que nada tienen que ver con el caso, aseguran las fuentes consultadas. Posteriormente, trasladaron el negocio a su propio domicilio, al que acudían las clientas sin sospechar que sus imágenes iban a ser difundidas por internet. La investigación ha conseguido identificar a 83 víctimas distintas, algunas de ellas adolescentes. Tras su detención, los dos presuntos agresores pasaron a disposición judicial y prestaron declaración ante el juez. Ambos han sido puestos en libertad provisional hasta la celebración del juicio.