El arzobispo de Sevilla: “La Iglesia no tiene ningún interés en apropiarse de lo que no es suyo”
Ante la polémica de las inmatriculaciones Asenjo afirma que a la diócesis le “sobran edificios que conservar”. El arzobispo ha anunciado a su sucesor: José Ángel Saiz, actual obispo de Terrassa
El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ha anunciado este sábado el nombre del que será su sustituto: José Ángel Saiz Meneses (Sisante, Cuenca, 64 años), obispo de Terrassa desde 2004, quien tomará posesión de su nuevo cargo el 12 de junio. En su despedida ante los medios de comunicación, Asenjo, de 75 años, ha repasado los 12 años que ha estado al frente de la diócesis y ha querido guardarse para él...
El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ha anunciado este sábado el nombre del que será su sustituto: José Ángel Saiz Meneses (Sisante, Cuenca, 64 años), obispo de Terrassa desde 2004, quien tomará posesión de su nuevo cargo el 12 de junio. En su despedida ante los medios de comunicación, Asenjo, de 75 años, ha repasado los 12 años que ha estado al frente de la diócesis y ha querido guardarse para él los momentos más complicados de su mandato, entre los que no ha citado las polémicas inmatriculaciones que la Iglesia ha realizado entre 1985 y 2015 gracias a una ley del Gobierno de Aznar. La norma permitía a la Iglesia católica registrar a su nombre propiedades sin necesidad de ningún título, solo con la certificación de un obispo.
Según Asenjo, “la Iglesia ha inmatriculado aquello que sabía que era suyo y si por error ha incluido algo que no le pertenecía, ha dado marcha atrás. Nadie nos ha reclamado nada. Hemos hecho las cosas bien, hemos registrado lo que es nuestro. La Iglesia no tiene ningún interés en apropiarse de lo que no es suyo”.
Afirmaciones con las que no está de acuerdo Guillermo Casellas, portavoz de la Plataforma en Defensa del Patrimonio de Sevilla, asociación que el pasado 9 de abril celebró una concentración ante el palacio arzobispal para exigir la devolución de la Giralda y el patio de los Naranjos, que la Iglesia inscribió en el Registro Civil en 2010 como “dependencias anexas” a la catedral de Sevilla y pedir a las Administraciones que se impliquen en sus reclamaciones. “Lo que ha dicho es mentira al 100%. Si el señor Asenjo no ha oído los gritos que dimos y el manifiesto que leímos a los pies de su residencia es que está sordo. Le reclamamos que devuelva esas y otras propiedades que no le pertenecen a la Iglesia, sino que son de dominio público, y de las que se han apropiado indebidamente”, ha asegurado Casellas.
La plataforma sevillana, que este sábado se constituye en plataforma andaluza con la inclusión de asociaciones de Jerez, Córdoba y Granada y que pretende seguir sumando socios, ha intentado sin éxito en varias ocasiones entregar sus reclamaciones en el palacio arzobispal. “Han rehusado ponernos el sello de entrada y no han querido recibir ninguno de nuestros escritos en los que les pedimos la devolución no solo de la Giralda y del patio de los Naranjos, sino también de otros inmuebles de los que se han apropiado y que nada tienen que ver con el culto”, ha añadido Casellas.
El todavía arzobispo de Sevilla, hasta que Saiz Meneses tome posesión el próximo 12 de junio, ha puntualizado que en los casos en los que se inscribieron a nombre de la Iglesia bienes de las Cofradías y Hermandades sevillanas fue por “desconocimiento” y se han “subsanado”. “Nos sobran edificios que conservar. Cuando una hermandad nos pide que le cedamos algún espacio lo hacemos de mil amores porque nosotros no tenemos posibilidad de conservarlo todo”, ha aclarado Asenjo, quien había presentado su renuncia ante el Papa porque padece un grave problema de visión.
El arzobispo ha reconocido que se han cometido errores con las hermandades del Gran Poder, de la Quinta Angustia y de la Exaltación, pero que ya está todo aclarado y las capillas han vuelto a ser propiedad de las hermandades que han acreditado su titularidad.
El acto en el palacio arzobispal en el que Asenjo ha revelado el nombramiento hecho por el papa Francisco ha comenzado con un repique muy especial de todas las campanas de la Giralda, un toque alegre llamado Pino de primera reservado para momentos de gran solemnidad que ha durado cinco minutos sorprendido a los viandantes a las 12 del mediodía.